Estados Unidos y sus aliados revelaron este miércoles más sanciones contra Rusia por su reconocimiento de dos zonas separatistas en el este de Ucrania, al tiempo que dejaron claro que se reservaban medidas más duras en caso de una invasión a gran escala por parte del gobierno ruso de Vladimir Putin.
Las sanciones de la Unión Europea (UE), que entrarán en vigor este miércoles, incluirán en una lista negra a todos los miembros de la Cámara baja del Parlamento ruso que hayan votado a favor del reconocimiento de las regiones separatistas de Ucrania, congelando sus activos y prohibiendo sus viajes.
Reino Unido siguió a Estados Unidos en el anuncio de nuevas restricciones que prohíben a Rusia la emisión de nuevos bonos en sus mercados de valores.
Estos pasos se suman a medidas anunciadas el martes, como la suspensión de los permisos a un nuevo gasoducto ruso por parte de Alemania y nuevas sanciones estadounidenses a los bancos rusos.
No obstante, ninguna de los anuncios hasta ahora apunta directamente al propio presidente Putin, ni se espera que tenga graves consecuencias a mediano plazo para Moscú, que cuenta con más de US$ 630,000 millones en reservas internacionales.
Los precios del petróleo bajaron desde máximos de siete años alcanzados el martes, porque quedaba claro que es poco probable que la primera ronda de sanciones interrumpa el suministro de crudo. Las acciones mundiales rompieron una racha de cuatro días de caídas y la demanda por activos de refugio disminuyó.
Los países occidentales temen que Rusia planee una invasión en total de Ucrania después de que Putin anunció el lunes que reconocía a dos pequeñas regiones escindidas, controladas desde el 2014 por separatistas que son vistos por Occidente como representantes de Moscú. Putin también firmó un decreto que permite el despliegue de fuerzas rusas allí.
Washington ha calificado las acciones de Rusia como el inicio de una “invasión”, pero como el asalto militar masivo que preveían no se ha materializado, ha tenido que calibrar su respuesta.
“Si hay una invasión a gran escala de Ucrania, se impondrán sanciones aún más duras a los principales oligarcas y organizaciones rusas, y se limitará el acceso de Rusia a los mercados financieros”, declaró la secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss.
Anunció planes para prohibir a Rusia la emisión de nueva deuda externa en Londres, una medida adoptada hace años por Estados Unidos. Moscú dijo que respondería emitiendo por ahora cualquier nueva deuda en rublos en su país.
Algunos líderes occidentales se han enfrentado a críticas en su país por la respuesta dada hasta ahora.
El primer ministro británico, Boris Johnson, fue ridiculizado en el Parlamento cuando anunció la inclusión en la lista negra de tres multimillonarios que ya estaban sometidos a sanciones estadounidenses desde hace años, y de cinco bancos desconocidos. Los líderes dicen que sanciones más graves deben mantenerse en reserva para como disuasión.
Estado de emergencia
Putin tiene hasta 190,000 soldados cerca de las fronteras de Ucrania, según estimaciones de Estados Unidos.
Señales más ominosas apuntan a una posible guerra: Moscú anunció que había comenzado a evacuar a sus diplomáticos de Kiev, mientras que Ucrania declaró el estado de emergencia durante 30 días y ha anunciado el reclutamiento de hombres en edad de combatir.
El Ejército ucraniano dijo que un soldado había muerto y seis habían resultado heridos por el aumento de ataques de artillería pesada, morteros y sistemas de cohetes Grad de los separatistas prorrusos en las dos zonas separatistas durante las últimas 24 horas.
Nuevas imágenes por satélite mostraron varios despliegues de tropas y equipos en el oeste de Rusia y más de 100 vehículos en un pequeño aeródromo en el sur de Bielorrusia, fronterizo con Ucrania, según la empresa estadounidense Maxar.
Durante meses, Rusia ha presentado la crisis principalmente como una disputa con Occidente, exigiendo garantías de seguridad, incluida la promesa de no permitir nunca que Ucrania entre en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Pero el reconocimiento de esta semana de las regiones separatistas fue acompañado por un lenguaje mucho más fuerte contra Ucrania, incluso personalmente por parte de Putin, lo que aumenta la preocupación de Occidente de que no se detenga en una intervención en las zonas separatistas.
La ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, declaró que Rusia estaba cometiendo un error estratégico al emprender un camino que la convertiría en un paria mundial.
“La acción que se está llevando a cabo ahora puede seguir una estrategia a corto plazo, pero no es una estrategia de mediano o largo plazo aislarse completamente en todo el mundo”, dijo.