El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, rebajó las expectativas de un acuerdo comercial inminente con Gran Bretaña después del Brexit.
Cualquier acuerdo tomaría algo de tiempo, indicó Blinken en una entrevista con BBC radio, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quiere asegurarse de que cualquier pacto comercial beneficia a los trabajadores estadounidenses y sus familias.
“Nuestra negociadora comercial acaba de asumir el puesto, de modo que se está tomando algo de tiempo para mirar atrás y revisar todo lo que se había comentado, y eso va a llevar algo de tiempo”, dijo Blinken, que viajó a Londres a principios de semana para la cumbre de ministros de exteriores del Grupo de los Siete.
“Queremos asegurarnos de que, ya sea con Gran Bretaña o con cualquier otro, todo acuerdo alcanzado es consistente con los principios que ha establecido el presidente Biden para centrarse en asegurar que estos acuerdos de verdad mejoran el bienestar de nuestros trabajadores y sus familias. Ésa es nuestra prioridad”, dijo.
Blinken señaló que la nueva negociadora comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, se tomaría un tiempo para revisar las conversaciones mantenidas por el gobierno anterior, dirigido por Donald Trump, antes de seguir adelante con las negociaciones.
Trump era un firme defensor de alcanzar un acuerdo comercial con Gran Bretaña, que abandonó oficialmente la estructura económica de la Unión Europea (UE) al comenzar el año. Ahora puede negociar sus propios términos comerciales, mientras que antes, al estar dentro del bloque, era la UE la que acordaba las condiciones en nombre de sus miembros.
Uno de los principales argumentos de los defensores del Brexit antes del referéndum sobre la pertenencia británica a la UE en el 2016 era la perspectiva de un rápido acuerdo comercial con Estados Unidos, la economía más grande del mundo.
La UE y Estados Unidos no tienen un gran acuerdo comercial, aunque sí varios acuerdos bilaterales que facilitan el comercio en campos concretos como la aviación.
Aunque Estados Unidos es la economía más grande del mundo, el comercio con la UE supone una parte mucho mayor del PIB británico. Por eso, una prioridad del gobierno del primer ministro, Boris Johnson, era negociar un acuerdo que garantizara que no se imponían aranceles al comercio entre su país y la UE. Aunque se han evitado los aranceles, sí hay numerosas trabas como controles aduaneros que complican el comercio y añaden gastos a las empresas.
El acuerdo de Brexit ha causado especial consternación en Irlanda del Norte, especialmente entre los unionistas, partidarios de que la región siga formando parte de Reino Unido.
Como parte del acuerdo para garantizar que no hay una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que forma parte de la UE, Londres aceptó introducir controles aduaneros sobre algunos productos que se mueven entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido, un trámite que no existía antes del Brexit.
En su entrevista, Blinken hizo hincapié en la importancia que da el presidente, que tiene raíces irlandesas, a proteger los avances del Acuerdo del Viernes Santo de 1998, que llevó la paz a Irlanda del Norte.
“Queremos aseguraros de que, ya sea con Reino Unido o con la UE, en cualquier cosa que hagamos, nos aseguremos de que se mantienen los tremendos progresos del Acuerdo del Viernes Santo y que se tiene en cuenta el bienestar tanto político como económico de Irlanda del Norte”, dijo.