El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció cargos contra cuatro ciudadanos rusos empleados por el Gobierno de Rusia a los que acusa de lanzar varias operaciones de ciberataques contra instalaciones de infraestructura estadounidense en su territorio y en el extranjero entre el 2012 y 2018.
Según el comunicado de la Justicia estadounidense, de haber sido exitosos, estos ataques habrían permitido “alterar” los sistemas informáticos de diversas infraestructuras energéticas “claves” con efectos “potencialmente catastróficos”.
En paralelo, el Departamento de Estado anunció una recompensa de US$ 10 millones para quien ofrezca información acerca del ciudadano ruso Evgeny Viktorovich Gladkikh, considerado el organizador y asociado al Departamento de Defensa.
Igualmente, ofreció la misma suma por información acerca de los agentes del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, el antiguo KGB, Pavel Aleksandrovich Akulov, Mikhail Mikhailovich Gavrilov y Marat Valeryevich Tyukov por intentos similares en otras instalaciones energéticas.
Todos los acusados se encuentran en paradero desconocido.
Los piratas informáticos lograron acceder a computadores asociados a una planta nuclear en el estado de Kansas (EE.UU.), pero no pudieron conectarse al sistema de control de la central, según el Gobierno estadounidense.
La fiscal general adjunta de Estados Unidos, Lisa O. Monaco, explicó que estos agentes respaldados por Rusia “siguen siendo una amenaza grave y persistente” a infraestructura clave en el país.
“Aunque estos cargos criminales se refieren a actuaciones pasadas, dejan bien claro la urgente necesidad de las empresas de Estados Unidos de reforzar sus defensas y seguir vigilantes”, agregó.
En los últimos días, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha urgido al sector privado estadounidense -que es el propietario y gestor de la mayoría de la considerada infraestructura clave- a “acelerar los esfuerzos para cerrar sus puertas digitales” y reforzar sus sistemas de seguridad.
Biden ha asegurado que Rusia está “explorando opciones” para lanzar posibles ciberataques contra Estados Unidos en respuesta a las sanciones impuestas por Occidente contra Moscú tras la invasión rusa en Ucrania.
Algunas de las medidas recomendadas por la Casa Blanca a las empresas son implementar sistemas de autentificación de múltiples factores, contratar a profesionales de ciberseguridad para que detecten vulnerabilidades, hacer copias de seguridad de los datos y encriptar la información para que no pueda ser usada si la roban.