La Casa Blanca advirtió que los últimos días de los soldados de Estados Unidos en Afganistán, que tienen previsto culminar su repliegue para el 31 de agosto, pueden ser “los más peligrosos hasta la fecha”.
La portavoz del Gobierno estadounidense, Jen Psaki, explicó en un comunicado que el presidente del país, Joe Biden, se reunió este viernes en la Sala de Crisis con su equipo de seguridad nacional en un encuentro en el que también intervinieron comandantes y diplomáticos desplegados en Afganistán.
Psaki indicó que los asesores y los comandantes avisaron a Biden que “es probable” que haya otro atentado en Kabul, tras el ocurrido el jueves con decenas de muertos, entre ellos 13 soldados estadounidenses, pero que se están tomando las máximas medidas de protección en el aeropuerto de la capital.
Actualmente, Estados Unidos tiene a más de 5,000 militares desplegados en Afganistán para proteger el aeropuerto de la Kabul, que fue objetivo del ataque de ayer, con el fin de terminar de manera segura las evacuaciones de los estadounidenses y colaboradores afganos que quedan allí y retirarse finalmente del país para próximo martes.
Ante esa situación, Biden, quien como presidente es el comandante en jefe de Estados Unidos, ha autorizado a los altos mandos castrenses a hacer todo lo que sea necesario para proteger a sus tropas y, además, recibió nueva información sobre diferentes planes para atacar al Estado Islámico (EI) en represalia por el atentado de la víspera (jueves).
En la reunión estuvieron presentes, entre otros, la vicepresidenta del país Kamala Harris; los secretarios de Estado y de Defensa, Antony Blinken y Lloyd Austin, respectivamente; el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan; el jefe del Estado Mayor, Mark Milley, y los directores de la Inteligencia Nacional, Avril Haines, y de la CIA, William Burns.