Carlos García llevaba tres años en su primer empleo en tecnología en Merrill Lynch cuando aprendió lo que era una cuenta de ahorro para el retiro. Se quedó pasmado cuando supo que un colega había ahorrado 30,000 dólares en tres años y que la empresa había igualado ese monto.
El concepto de usar dinero para ganar más dinero era ajeno para este hijo de inmigrantes mexicanos graduado del MIT y nacido en Texas. Su historia no es diferente de otros hispanos que viven en Estados Unidos, quienes se quedan atrás de otros grupos demográficos cuando se trata de ahorrar para el retiro, pero para García el asunto se volvió una inspiración para crear años después Finhabits, una plataforma digital bilingüe que busca hacer accesibles el ahorro y la inversión a los hispanos.
Finhabits fue lanzada el año pasada a un mundo atestado de asesores automatizados, apps para ahorrar, plataformas online de crédito y otras empresas tecnológicas financieras, pero esta es una de las pocas plataformas enfocadas en desmitificar las acciones y bonos para los hispanos, en particular los jóvenes profesionales que tienen los medios para comenzar a invertir, pero muchos de los cuales han heredado una pobre comprensión del sistema financiero de parte de sus padres inmigrantes.
"Los hispanos son trabajadores muy tenaces y somos capaces de generar ingresos rápidos para nuestras familias. Algunas veces somos buenos ahorrando, pero guardamos el dinero debajo del colchón", dijo García, quien anteriormente ya había fundado otras dos empresas, incluso un servicio de análisis de datos para fondos de inversión de alto riesgo.
Otras “startups” financieras enfocadas en los hispanos se han concentrado en necesidades financieras inmediatas: pagar deudas, construir un historial crediticio o tener acceso a préstamos. Pocas plataformas además de Finhabits están dedicadas a alentar la inversión y planificar las finanzas a largo plazo.
Otra es Mi Dinero Mi Futuro, una plataforma de finanzas personales iniciada por Ramona Ortega, exabogada corporativa en Nueva York que comenzó a preocuparse por la falta de cultura financiera entre los hispanos mientras litigaba en casos de bancarrotas e inversiones.
"Nadie me habló de dinero", dijo Ortega, hija de un agricultor en el Valle de Napa y la primera en su familia en ir a la universidad. "El hecho es que nuestras comunidades no tienen el legado de hablar del dinero".
Finhabits sigue los pasos de los asesores automatizados Betterment, Wealthfront y Acorn, los cuales usan algoritmos en lugar de un asesor financiero tradicional para sugerir a los clientes varios fondos en diversos tipos de inversión. La plataforma de Ortega es similar a las apps de finanzas personales más conocidas, como Mint y Credit Karma y ofrece presupuestos personalizados y recomendaciones de productos financieros afiliados.
Más que competir con jugadores ya establecidos, los fundadores de Finhabits y Mi Dinero Mi Futuro consideran que están creando un nuevo mercado entre los hispanos que muchas veces son ignorados por las instituciones financieras tradicionales e incluso muchos de los digitales recién llegados.
Sin embargo, tampoco es un mercado sencillo. Un estudio de 2014 de Prudential Research reveló que solo 19% de los hispanos tienen cuentas individuales para el retiro y que menos del 10% invierte en acciones o bonos. Solo 60% tiene cuenta de ahorro, comparado con el 80% de la población en general.
El estudio cita varios factores de esto, entre ellos la incertidumbre de qué pasará con su dinero si es que tienen que irse del país, la desconfianza en las instituciones financieras y productos difíciles de entender.
Con Finhabits, los inversionistas novatos pueden comenzar con contribuciones semanales de 5 dólares. La app pregunta a los usuarios sobre sus prioridades y tolerancia al riesgo y luego les recomienda portafolios de inversión. El dinero va a fondos de poco intercambio de Vanguard y BlackRock.
A través de su app, blogs y mensajes de texto, Finhabits explica conceptos financieros ("la diversificación de portafolio es como ordenar diferentes tipos de tacos") para hacer entender a los clientes que invertir su dinero es más seguro e inteligente que tratar de "pegarle al gordo", en referencia a sacarse la lotería.