Un par de autoridades de la Reserva Federal (Fed) dijeron que sentían que la economía de Estados Unidos ya marcha lo suficientemente bien como para que el banco central comience a retirar el apoyo, preparándose para los próximos grandes debates: cuándo subir las tasas de interés y qué hacer con el enorme balance.
En apariciones separadas, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, y su par de la Fed de Kansas City, Esther George, afirmaron que la economía había logrado “un progreso sustancial adicional” hacia las metas de máximo empleo e inflación del 2%.
Ese es el umbral que la Fed estableció para comenzar a reducir sus US$ 120,000 millones en compras mensuales de activos.
Los comentarios se produjeron días después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijera que la economía está a un informe de empleo mensual “decente” de ese umbral, lo que permite a la Fed comenzar a reducir sus compras mensuales de activos para la próxima reunión de noviembre.
“Apoyo que se empiecen a reducir nuestras compras en noviembre y terminarlas durante la primera mitad del próximo año”, señaló Mester durante un evento organizado por la Liga de Banqueros de Ohio.
“La justificación para seguir aumentando nuestras tenencias de activos cada mes ha disminuido”, afirmó George en declaraciones al American Enterprise Institute.
Ambos eventos se realizaron en línea, lo que resalta el continuo flagelo de la pandemia de coronavirus que sumió el año pasado a la economía en su recesión más aguda y más corta y aún mantiene la mano de obra y materias primas por debajo de lo que se necesita para saciar la creciente demanda de ambos a medida que la economía se recupera.
Eso llevó a una inflación por sobre el objetivo del 2% del banco central que a autoridades como Mester y George les preocupa que pueda volverse persistente.
Desvelando el debate
Los comentarios agresivos de ambas autoridades comienzan a desvelar algunos contornos del debate que tuvo lugar a puerta cerrada en la reunión de la Fed de esta semana, después de la cual Powell señaló que la reducción de la compra de activos probablemente terminará a mediados del próximo año.
Powell señaló que aún no se cumplen los criterios de la Fed para aumentar su tasa de política monetaria a corto plazo. Esas condiciones incluyen que la inflación se mantenga de manera duradera en el objetivo de 2% del banco central y que se haya alcanzado el máximo empleo.
La mitad de las autoridades de la Fed sienten que la economía habrá alcanzado ese punto de referencia para finales del 2022, y Mester dijo el viernes que se encuentra entre ellos.
George, por su parte, señaló el próximo debate para la Fed: qué hacer con su balance de casi US$ 8.5 billones y las complicaciones que plantea para la trayectoria de las tasas de interés.
La expansión monetaria de esas masivas tenencias “persistirá incluso cuando se complete el ‘tapering’”, afirmó George. Apuntando su preocupación de largo tiempo de que mantener las tasas de interés cercanas a cero arriesga tanto la inflación como la estabilidad financiera, indicó, “No quiero estar más abajo del tiempo que necesitemos”.
Encontrar el nivel adecuado para la tasa de interés, dados los continuos efectos estimulantes del balance general, será un desafío, según George.
“¿En qué punto de la curva de rendimiento preferiríamos tener más margen de política monetaria?”, dijo George, conjeturando que la Fed podría querer mantener bajas los tipos de interés a largo plazo manteniendo su gran balance, pero contrarrestando ese estímulo con una tasa de interés a corto plazo más alta.
Eso, sin embargo, podría elevar el riesgo de una curva de rendimiento invertida, un argumento para reducir el balance “o al menos cambiar hacia uno con activos de vencimiento más corto, con una tasa de política monetaria neutral más baja”.