La economía de Estados Unidos está perdiendo impulso de cara al segundo semestre del año, como lo destaca el más reciente informe del Gobierno que muestra un gasto de los consumidores más débil y una disminución en la inversión comercial y residencial.
Aunque la economía se contrajo por segundo trimestre consecutivo, cumpliendo una regla de oro para una recesión, economistas y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se muestran escépticos, en gran parte debido a un mercado laboral fuerte. Aun así, las probabilidades de una recesión, posiblemente a fin de año, aumentan a medida que hogares y empresas sucumben al peso de la inflación que lleva décadas en un nivel alto y al alza de las tasas de interés.
”Según los datos disponibles, creemos que la actividad general aún no es consistente con una contracción que generalmente se considera una recesión”, que en cambio comenzaría a principios del próximo año, dijeron en una nota Tim Quinlan y Shannon Seery, economistas de Wells Fargo & Co. Sin embargo, “es innegable que la economía se está enfriando”, comentaron.
El producto bruto interno (PBI) del segundo trimestre cayó un 0.9% anualizado después de una baja del 1.6% en los primeros tres meses del año, según datos del Departamento del Comercio del jueves. Los gastos de consumo ajustados a la inflación se desaceleraron al ritmo más lento en dos años, la inversión residencial registró la mayor caída desde el inicio de la pandemia y el gasto empresarial se enfrió.
El informe se dio tras la decisión tomada el miércoles por la Fed de aumentar su tasa de interés de referencia en otros 75 puntos básicos en un intento por reducir la inflación, que está en un máximo de 40 años.
Powell reiteró la determinación de la Fed de reducir la inflación, pero reconoció que tal esfuerzo puede obstaculizar la recuperación. Si bien lograr un aterrizaje suave sigue siendo el objetivo, “se ha vuelto más desafiante” en los últimos meses, dijo.
Trimestres consecutivos de caídas en el PBI definen una recesión en la mayor parte del mundo, pero en Estados Unidos no es oficial hasta que los economistas de la Oficina Nacional de Investigación Económica lo consideren así.
No obstante, el desglose de los datos del PBI sugiere que la economía será frágil durante el resto del año. Varios economistas todavía prevén que la economía crecerá en 2022, pero la combinación de inflación persistente, ajuste agresivo de la Fed, volatilidad del mercado y demanda debilitada son obstáculos de enormes proporciones.
Parte de la fortaleza muestra señales de desvanecimiento a medida que más empresas despiden a personal debido a la incertidumbre económica. Y si bien las solicitudes de subsidio por desempleo cayeron, en general han estado aumentando y se ubican en su nivel más alto desde noviembre.
La amplificación de los riesgos es un panorama geopolítico tenso a medida que continúa la guerra de Rusia en Ucrania y ahoga la economía de la eurozona, desordenando las cadenas de suministro.