El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que la perspectiva más probable para Estados Unidos y la economía mundial apunta hacia un crecimiento moderado continuo, pero que el banco central advertía "riesgos significativos".
"A medida que avancemos, continuaremos observando todos estos factores y todos los asuntos geopolíticos que están sucediendo, y seguiremos actuando según corresponda para sostener esta expansión", dijo Powell el viernes en Zúrich. "Nuestra principal expectativa es que no habrá una recesión", ya sea en EE.UU. o en la economía global, agregó.
Las observaciones de Powell no lograron cambiar las expectativas de los inversionistas de un recorte de las tasas de interés cuando los banqueros centrales estadounidenses se reúnan en Washington del 17 al 18 de setiembre. Dichas expectativas se mantuvieron después de que el Departamento de Trabajo de EE.UU. informara que los empleadores sumaron 130,000 nuevos empleos en agosto, una cifra que no alcanzó las estimaciones de los economistas.
Las acciones estadounidenses siguieron al alza y los bonos del Tesoro se mezclaron tras los comentarios de Powell, con el índice S&P 500 que sumó una segunda ganancia semanal consecutiva.
Powell dijo que el mercado laboral estaba en una posición bastante sólida y describió los últimos datos de empleos, publicados el viernes, como "consecuentes" con esa imagen.
Durante meses, Powell y sus colegas de la Fed advirtieron que las tensiones comerciales y un crecimiento mundial más lento representaban una serie de riesgos para la economía de EE.UU. Para protegerse de esos riesgos y estimular la inflación por debajo del objetivo, la Fed redujo las tasas en un cuarto de punto en julio, en lo que Powell llamó un "ajuste de mitad de ciclo" y "no el comienzo de una larga serie de recortes de tasas".
En las últimas semanas, sin embargo, han aumentado las evidencias de que las continuas disputas comerciales del presidente Donald Trump están causando no solo incertidumbre, sino un daño real a la economía estadounidense.
Powell continuó calificando a la economía en términos mayormente positivos, al indicar que se encuentra en una “buena posición” frente a la advertencia de que la incertidumbre en torno a la política comercial, así como la desaceleración del crecimiento global y la persistente baja inflación, representaban amenazas para el panorama.