Se calcula que la variante ómicron representaba el 95.4% de las cepas de coronavirus que circulaban en Estados Unidos desde el 1 de enero, según informaron el martes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La variante se ha extendido rápidamente por todo el país desde su detección el 1 de diciembre, sustituyendo a delta como cepa dominante y provocando una nueva ola de infecciones que hizo que los casos diarios se acercaran al millón el lunes.
Los CDC indicaron que la variante representó un 77% de los casos en la semana que finalizó el 25 de diciembre, frente al 58.6% previsto la semana pasada.
La variante de rápida propagación se detectó por primera vez en el sur de África y en Hong Kong en noviembre y desde entonces se ha extendido por todo el mundo rápidamente, aunque los indicios de que puede causar síntomas más leves que las cepas anteriores han ofrecido cierto alivio.
La semana pasada, los CDC redujeron su estimación de los casos de ómicron en la semana terminada el 18 de diciembre a 22% desde 73%, citando datos adicionales y discrepancias causadas por la rápida propagación de la variante.
La variante delta representa el 4.6% de todos los casos de COVID-19 en Estados Unidos a partir del 1 de enero, según los datos de los CDC.