Estados Unidos se ha centrado demasiado en reforzar la seguridad por encima de otras ayudas en América Latina, dirá este miércoles el secretario de Estado, Antony Blinken, que anunció el compromiso de la Casa Blanca de fomentar la democracia en la región.
Blinken realiza una gira por Ecuador y Colombia en un momento en que el presidente estadounidense, Joe Biden, busca defender las democracias estables mientras que el autoritarismo y el populismo se propagan por América Latina.
Ambos países reciben formación en materia de seguridad por parte de Estados Unidos y están dirigidos por conservadores, conocidos por tomar medidas controvertidas. Las fuerzas colombianas mataron este año a decenas de manifestantes antigubernamentales y Ecuador anunció el martes el estado de emergencia justo antes de la visita de Blinken.
“Nuestro historial de mejora de la seguridad civil en las democracias de la región ha sido desigual”, va a decir Blinken en un discurso este miércoles en Quito, según extractos difundidos con anticipación.
“Ello se debe a que, con demasiada frecuencia, hemos tratado de solucionar este problema confiando demasiado en la formación y el equipamiento de las fuerzas de seguridad, y demasiado poco en otras herramientas”.
“Nos hemos centrado demasiado en abordar los síntomas del crimen organizado, como los homicidios y el tráfico de drogas, y demasiado poco en las causas profundas. Estamos trabajando para corregir ese desequilibrio”.
En su discurso Blinken destaca un mayor esfuerzo de la administración Biden en luchar contra la corrupción en la región, por ejemplo, a través del rechazo de visados a funcionarios implicados en sobornos.
Estados Unidos, junto con sus frecuentes llamamientos a elecciones, también va a estar más atento a la situación económica de la región y a la mejora de las legislaciones laborales, de sanidad y educación, anunciará el secretario de Estado.
“Esto debería ser obvio, pero la realidad es que a menudo hemos puesto más energía en fortalecer los derechos civiles y políticos -como elecciones libres y justas, el Estado de derecho, la libertad de expresión y de reunión- que en fortalecer los derechos económicos y sociales de la gente”.
Desafío de China
El gobierno de Biden, como ya hiciera su antecesor, el republicano Donald Trump, ha aumentado la presión sobre las autoridades de Cuba, Nicaragua y Venezuela, cuyo ilegítimo gobierno, encabezado por Nicolás Maduro, se levantó de la mesa de diálogo con la oposición, apoyada por Washington.
Los cuestionamientos a la democracia crecen asimismo en el país más poblado de la región, Brasil, donde su presidente Jair Bolsonaro ha mimetizado el discurso de Trump de sembrar de dudas sobre la legitimidad de las próximas elecciones generales, que se celebrarán en octubre del 2022.
“Nos encontramos en un momento de ajuste de cuentas democrático”, va a decir Blinken.
Mientras que la democracia en las últimas décadas ha traído “una prosperidad sin precedentes” a América Latina, el futuro depende de si los líderes elegidos pueden “cumplir con las cuestiones que más importan a la gente.”
Su llamamiento a centrarse en la economía se produce en un momento en el que China ha aumentado los préstamos para infraestructuras en América Latina, lo que preocupa a Washington, que ve el riesgo de que la creciente presencia de Pekín en la región derive en un aumento del autoritarismo a largo plazo.
En Ecuador, que ha recibido miles de millones de dólares en préstamos chinos para financiar proyectos de electricidad o petróleo, Blinken va a decir que no está pidiendo a los países que “elijan entre Estados Unidos y China”, pero sí un mayor escrutinio sobre las inversiones de Pekín en áreas sensibles.
Aunque mucho menor que los préstamos chinos, Estados Unidos anunció recientemente la concesión de US$ 150 millones en préstamos para pequeñas empresas ecuatorianas dirigidas por mujeres.
Preocupación por los derechos
Blinken viajará el miércoles a Colombia para reunirse con el presidente del país, Iván Duque, fiel aliado de Trump.
Biden ha manifestado sin tapujos su apoyo a Duque, pero aún no se ha reunido con él.
En una carta a Blinken, Human Rights Watch dijo que Duque ha dirigido una brutalidad policial “sin precedentes en la historia reciente de Colombia”, en referencia a la violenta represión de las manifestaciones contra una reforma fiscal.
“Una fuerte respuesta por parte del gobierno de Biden podría ayudar a prevenir más violaciones de los derechos humanos”, escribió el jefe para las Américas de la ONG, José Miguel Vicanco.
Duque respondió que Colombia vive en una paz frágil desde los acuerdos de paz firmados en el 2016 entre el gobierno y las FARC, y que busca “trabajar efectivamente” con Estados Unidos.
En un intento de ampliar la alianza con Washington, Duque hablará con Blinken sobre dos prioridades de Biden: cambio climático y migración.
El secretario de Estado se reunirá en Bogotá con ministros de la región para elaborar un plan común para abordar el aumento del flujo de migrantes haitianos que buscan llegar a Estados Unidos.