El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se está enfrentando a la afluencia de migrantes en la frontera con México sin haber designado líderes permanentes en las agencias clave que supervisan la aplicación de las leyes de inmigración y refugio, lo que amenaza con obstaculizar la respuesta de la Administración ante una crisis creciente.
Biden aún tiene pendiente nominar a un comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, que es quien detiene a los migrantes que intentan cruzar ilegalmente la frontera y controla los puertos de entrada. La Administración para Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa la oficina que administra los refugios para niños y adolescentes que llegan sin sus padres, también carece de un nominado.
El presidente tampoco ha nombrado líderes permanentes para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. y los Servicios de Ciudadanía e Inmigración, dos agencias que implementarán las nuevas visas y medidas de cumplimiento que serán componentes centrales del compromiso de Biden de crear un sistema de inmigración más humano y acogedor. Los servicios de inmigración también administran el sistema de naturalización.
El manejo por parte de la Administración del creciente número de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos ha generado críticas tanto de demócratas como de republicanos. Por un lado, legisladores republicanos culpan a Biden, diciendo que su revocación de las políticas de inmigración de línea dura del expresidente Donald Trump ha alentado más cruces fronterizos, un cargo que la Administración rechaza.
Por su parte, los demócratas se han opuesto a que Biden haga uso de una orden de emergencia de salud pública para expulsar a la mayoría de los migrantes que llegan a la frontera.
‘Justo y humano’
Biden se ha puesto a la defensiva por su manejo del número vertiginoso de migrantes que están llegando a la frontera, que incluye un número récord de menores no acompañados que han puesto a prueba la capacidad del Gobierno para cuidarlos.
En marzo, las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 172,000 migrantes, el total mensual más alto en las últimas dos décadas, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Entre ellos se encontraban casi 18,900 menores no acompañados, el doble que en febrero y muy por encima del récord mensual anterior de 11,861 en mayo del 2019.
Las cifras desmienten las afirmaciones de la Casa Blanca de que el aumento es simplemente un aumento estacional y que no difiere al de años anteriores. Funcionarios de la Casa Blanca dicen que la mayoría de los migrantes son adultos solteros que son expulsados de inmediato en virtud de una orden de salud pública destinada a detener la propagación del coronavirus.
Aún así, la situación se ha convertido en una vulnerabilidad política para Biden incluso cuando ha recibido altos niveles de aprobación por su manejo de la pandemia y la economía. Según una encuesta de Associated Press / NORC publicada esta semana, menos de una cuarta parte de los estadounidenses aprueba el manejo del presidente de menores no acompañados en la frontera y 56% desaprueba su manejo de la inmigración en general.
El mes pasado, Biden puso a la vicepresidenta, Kamala Harris, a cargo de supervisar la respuesta de la Administración ante la crisis fronteriza, dándole su primera asignación importante desde que asumió el cargo. Ella lidera un esfuerzo diplomático para abordar las causas fundamentales de la migración desde los países centroamericanos. El Departamento de Estado también nombró a Ricardo Zúñiga como enviado especial a la región.
Aunque no es algo sin precedentes que las agencias relacionadas con la inmigración carezcan de líderes confirmados a menos de 100 días de que inicia el período presidencial, algunos exfuncionarios del Gobierno afirman que este sería otro obstáculo que enfrenta Biden en un momento crucial.
Un funcionario de la Casa Blanca, que solicitó el anonimato para discutir el proceso de nominación, dijo que se espera que los nominados para cubrir las vacantes en agencias relacionadas con la inmigración sean anunciados en las próximas semanas y meses. El funcionario negó que la falta de líderes confirmados por el Senado en agencias clave esté impidiendo que Biden implemente políticas diseñadas para detener el flujo de migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México.