Aerolíneas advirtieron sobre la posibilidad de mayores retrasos de vuelos después de que AT&T Inc. y Verizon Communications Inc. descartaran una solicitud del Gobierno de Estados Unidos de posponer el nuevo servicio 5G que, según el sector aéreo, pone en riesgo la seguridad porque puede interferir con dispositivos electrónicos de las aeronaves.
Las dos empresas de telecomunicaciones dijeron el domingo que la solicitud del secretario de Transporte, Pete Buttigieg, y Steve Dickson, gestor de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), sería “en detrimento” de millones de usuarios de la telefonía móvil. Las compañías dijeron que podrían ofrecer una pausa de seis meses cerca de algunos aeropuertos.
La FAA y el Departamento de Transporte estaban considerando la respuesta el domingo, pero aerolíneas y reguladores proyectaron impactos sustanciales en los horarios de vuelo si no hay algunos ajustes en el servicio 5G, cuyo estreno está programado para el 5 de enero.
Según el peor escenario de la asociación Airlines for America, hasta 350,000 vuelos comerciales podrían verse impactados por año a un costo de US$ 2,100 millones.
“Sin las mitigaciones adecuadas, el despliegue de 5G alrededor de los aeropuertos podría interrumpir hasta 345,000 vuelos de pasajeros —lo que afectaría a 32 millones de viajeros—, además de 5,400 vuelos de carga cada año en forma de retrasos, desvíos o cancelaciones”, dijo Airlines for America en un comunicado el domingo.
Las nuevas señales 5G utilizarían un conjunto de ondas de radio recién disponibles para los proveedores de comunicaciones móviles. Las frecuencias están cerca de las utilizadas por los altímetros de radar con detección de altitud. Aerolíneas y fabricantes de aeronaves dijeron que eso crea una posibilidad de interferencia que podría poner en riesgo la seguridad de algunos aterrizajes.
La industria de telecomunicaciones dijo que los niveles de energía son lo suficientemente bajos como para evitar interferencias y que la brecha entre las frecuencias es lo suficientemente grande para garantizar la seguridad. El domingo, los operadores señalaron el lanzamiento de 5G como una prioridad, citando una carrera con China para ofrecer una amplia banda ancha móvil de alta velocidad y una creciente demanda de servicios móviles en medio de la pandemia de covid.
Hay mucho en juego para ambas industrias. La industria de telecomunicaciones pagó más de US$ 80,000 millones en una subasta por el acceso a las frecuencias en cuestión, y AT&T y Verizon dependerán de las mismas para competir con T-Mobile US Inc. y actualizar sus redes con tecnología de última generación.
‘Abdicación irresponsable’
En una carta el viernes, Buttigieg y Dickson pidieron a los proveedores de servicios móviles una demora de hasta dos semanas. Los funcionarios pronostican una posible “interrupción generalizada e inaceptable” del tráfico aéreo a medida que los aviones eviten los aeropuertos inundados de señales 5G que podrían afectar los dispositivos electrónicos utilizados durante los aterrizajes.
Los operadores respondieron el domingo con una carta firmada por los directores ejecutivos de cada compañía, Hans Vestberg de Verizon y John Stankey de AT&T.
“Su propuesta solicita que aceptemos transferir la supervisión de la inversión multimillonaria de nuestras empresas en 50 áreas metropolitanas no identificadas que representan la mayor parte de la población de EE.UU. a la FAA durante un número indeterminado de meses o años”, escribieron Vestberg y Stankey. “Peor aún, la propuesta está dirigida a solo dos empresas”.
Los ejecutivos dijeron que aceptar la propuesta sería “una abdicación irresponsable del control operativo requerido para desplegar redes de comunicaciones de primera clase y competitivas a nivel mundial”.
Anteriormente, AT&T y Verizon acordaron reducir la potencia de sus señales 5G con un retraso de 30 días, dado que el estreno del servicio estaba programado para diciembre.