La mayoría de los estadounidenses no cree que la comunidad inmigrante indocumentada que reside en Estados Unidos sea más propensa a cometer delitos graves que la media de la sociedad, según un estudio divulgado por el centro de investigación no partidista Pew.
En concreto, el 65% de los estadounidenses no considera que los inmigrantes en situación irregular sean más peligrosos, mientras que el 71% opina que la mayoría de las personas indocumentadas en Estados Unidos ocupa posiciones de trabajo que los locales no quieren hacer.
Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del último análisis del centro Pew, que preguntó sobre cuestiones migratorias a 2,002 adultos entre el 5 y el 12 de junio, antes de que estallara la polémica por la política del presidente estadounidense, Donald Trump, de separar familias en la frontera con México.
El informe del centro Pew también descubre que a la gran mayoría de los ciudadanos (73%) no le molesta que los inmigrantes no hablen bien el inglés, una tendencia que ha subido más de 30 puntos porcentuales desde el año 1993.
Los investigadores del Pew también preguntaron si los encuestados están o no de acuerdo con los niveles actuales de migración legal actual en territorio estadounidense.
En este sentido, el análisis encontró que el 38% piensa que el número de inmigrantes legales "debe mantenerse en el nivel actual"; el 32% cree que debería incrementarse; y el 24% dice que debería disminuir.
Desde el 2001, la proporción de estadounidenses que prefiere el aumento de la inmigración legal en Estados Unidos ha crecido un 22% (del 10% al 32%), mientras que el porcentaje que apoya una disminución se ha reducido en 29 puntos (del 53% al 24%).
El centro Pew atribuyó mayoritariamente esta inclinación al cambio de punto de vista de los demócratas a lo largo de la última década.
Actualmente, el 40% de los simpatizantes del Partido Demócrata aboga por más migración legal.