El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, lamentó este martes que Nicaragua celebre el Bicentenario de su Independencia justo cuando el país entra en “una nueva era oscura” debido a los ataques continuados del presidente Daniel Ortega a las instituciones democráticas del país centroamericano.
En un mensaje al pueblo nicaragüense, Blinken remarcó que esta jornada debería ser “un momento para celebrar la libertad y el histórico logro del autogobierno”.
“Tristemente, hoy en Nicaragua la libertad por la que tantos nicaragüenses lucharon por tanto tiempo se está escurriendo hacia una nueva era oscura”, señaló el jefe de la diplomacia estadounidense en un comunicado.
Blinken criticó cómo Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, “han socavado los cimientos de las instituciones democráticas de Nicaragua”.
En concreto, citó “el cierre de todos los espacios de competencia política y discurso público” mediante el encarcelamiento de más de 30 líderes opositores, estudiantes, periodistas y activistas por los derechos humanos.
“EE.UU. conmemora el bicentenario de Nicaragua respaldando a todos los nicaragüenses que reclaman sus libertades democráticas”, concluyó Blinken en la nota oficial.
El Gobierno estadounidense ha impuesto varias rondas de sanciones económicas y de restricción de visados a altos cargos nicaragüenses y familiares directos de Ortega, incluidos sus hijos.
Nicaragua vive una crisis sociopolítica que estalló en el 2018, cuando los nicaragüenses salieron a protestar contra el presidente Ortega, en el poder desde 2007, y quien buscará en los comicios generales de noviembre próximo una nueva reelección.
En el marco de la crisis se registraron 328 muertos, al menos 103,000 exiliados y cientos de opositores presos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
Entre los presos hay siete aspirantes a candidatos a la Presidencia, mientras que entre los exiliados se encuentra el Premio Cervantes 2017 y exvicepresidente de Nicaragua en el primer Gobierno sandinista (1979-1990), Sergio Ramírez, un crítico de Ortega a quien la Fiscalía acusa de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia”.