Las empresas de alimentos están siendo cada vez más presionadas para que utilicen menos sal, después de que las autoridades reguladoras de Estados Unidos anunciaran unas directrices muy anticipadas para reducir los niveles de sodio en muchos productos, como los condimentos, los cereales y las papas fritas.
Los objetivos de carácter voluntario fijados este miércoles para 163 alimentos pretenden ayudar a reducir la cantidad de sal que ingiere la población. La mayor parte del sodio de la dieta estadounidense procede de los alimentos envasados o de los restaurantes, y no de la sal que se añade a las comidas en casa, lo que hace difícil que la gente haga cambios por su cuenta.
Para que las personas se acostumbren a comer menos sal, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dijo que las reducciones deben ser graduales y en toda la cadena de suministro de alimentos, para que las personas no sigan recibiendo opciones más altas en sodio.
“Establecer los objetivos realmente ayuda a nivelar el campo de juego en toda la industria”, comentó la directora de la división de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la FDA, Susan Mayne.
Los nuevos objetivos de niveles de sodio de la FDA apuntan a reducir, durante los próximos dos años y medio, la ingesta promedio en un 12%, de 3,400 a 3,000 miligramos por día.
Incluso así, el consumo promedio quedaría por encima del límite recomendado por el gobierno federal, de 2,300 miligramos por día para las personas de 14 años o más, pero la FDA dijo que monitoreará los avances de la industria y que actualizará las metas para acercar con el tiempo los niveles al límite recomendado.
La FDA afirmó que tomó en consideración los puntos de vista de la industria después de emitir su guía preliminar en el 2016.
La salsa de tomate, la mostaza y la salsa picante, por ejemplo, fueron divididas y ahora tienen objetivos diferentes. Otra diferencia: la guía final no especifica un marco de tiempo para alcanzar los objetivos a más largo plazo.