La gran pregunta que ahora enfrentan los tenedores de deuda rusa es si alguna vez recuperarán su dinero.
El Gobierno está pagando los cupones de sus bonos por ahora, pero con la guerra en Ucrania y las reservas extranjeras congeladas, no está claro cómo o cuándo los inversionistas recibirán su efectivo.
A pesar de que el banco central calificó como temporal la prohibición de transferir pagos de cupones, el colapso financiero ha sido tan grave que nadie sabe cómo se reparará o si Rusia tendría alguna motivación para pagar la deuda.
Con décadas de integración en el sistema financiero global eliminadas en días, Rusia ahora corre el riesgo de su primer default de pago de deuda desde 1998. En el pasado, las consecuencias de la crisis de deuda asiática y la caída de los precios del petróleo obligaron al Gobierno de Boris Yeltsin a renegar cerca de US$ 40,000 millones de bonos locales.
Fitch Ratings recortó el miércoles la calificación crediticia soberana de Rusia en seis niveles a “B” (profundamente a grado especulativo). Moody’s Investors Service lo hizo el jueves, con una rebaja similar a una calificación basura “B3″. Mientras tanto, MSCI Inc. y FTSE Russell están eliminando las acciones rusas de sus índices ampliamente rastreados.
“Suponemos que las sanciones de Estados Unidos que prohíben las transacciones con el Ministerio de Finanzas no impedirán el servicio de la deuda soberana de Rusia”, dijo Fitch en su comunicado. “Pero esto no está claro y el riesgo de una medida tan severa ha aumentado notablemente”.
Entrarán en juego el acceso de Rusia a las reservas, la disposición a pagar y los mecanismos para hacer pagos de cupones. A principios de febrero, los inversionistas tenían casi 3 billones de rublos (US$ 30,000 millones de dólares) en bonos rusos locales, conocidos como OFZ.
Salvo que haya algún anuncio del banco central o del Gobierno, pueden pasar semanas antes de que los inversionistas o las agencias de calificación puedan decir con certeza que Rusia ha caído en default.
La mayoría de los acuerdos de bonos vienen con un período de gracia de 30 días para dar a los prestatarios un margen de maniobra. No está claro si los bonos OFZ tienen la misma disposición, ni las condiciones.
Varios analistas, abogados e inversionistas en bonos entrevistados por Bloomberg dijeron que no sabían si el caso de Rusia, en el que se paga un cupón en cuentas a las que los inversionistas no pueden acceder, se consideraría default.
Otros han especulado que las agencias calificadoras pueden llamarlo default técnico, lo que significa que Rusia no cumplió con los términos del acuerdo de bonos. Moody’s y S&P declinaron comentar cuando fueron contactados por Bloomberg.
Las cámaras de compensación más grandes del mundo, Euroclear y Clearstream, ya no liquidan los activos rusos y algunos de los bancos más grandes del país están aislados del sistema bancario mundial. Los controles de capital impuestos por el banco central significan que a pesar de que el Ministerio de Finanzas transfirió el miércoles un pago de bonos planificado, los inversionistas no pueden obtener el dinero.