El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, instó a dar “un salto tecnológico y organizacional” para reanimar la agroindustria azucarera, que cerró la zafra 2021-2022 con un resultado de 480,000 toneladas de azúcar, la más baja en más de cien años.
“No podemos seguir haciendo lo mismo cuando han cambiado los tiempos y la vida nos está diciendo que tenemos que ir a otros conceptos”, señaló el mandatario en una reunión con directivos, técnicos industriales y productores de caña, reportan medios oficiales.
Díaz-Canel señaló que la escasez de insumos desde los noventa ha llevado a un proceso de “involución tecnológica”, en el que el país empezó a tener cada vez menos caña y se llegó “a un momento en el que las plantaciones están en una situación sumamente compleja”.
Recordó que desde el 2012 no se cumplen los planes de zafra; y cada zafra en los últimos años da menos azúcar.
“Esta es la situación que tenemos. Hemos llegado a un círculo vicioso. Queremos hacer más; queremos crecer, esa es la voluntad, pero cada vez tenemos menos caña y cada vez los centrales están más deteriorados”, remarcó.
En la zafra 2021-2022 se fabricaron, en números redondos, 480,000 toneladas de azúcar y los 36 centrales participantes molieron algo más de 6 millones de toneladas de caña.
Díaz-Canel afirmó que Cuba “se distingue, entre otras cosas, por producir azúcar” y recalcó que la voluntad política es la de “salvar al sector, encontrar las soluciones que demanda y, a partir de ahí, salir a transformar y avanzar”.
Cosechas con nuevo enfoque
El mandatario cubano indicó que las próximas cosechas tendrán un nuevo enfoque, y pronosticó que la zafra 2022-2023 será “tal vez pequeña” y se hará solo con los centrales que “tengan más posibilidades, los que tienen más caña”, para producir el azúcar que necesita el país para su consumo.
El grupo estatal Azcuba —encargado de la producción azucarera en la isla— anunció que 26 fábricas intervendrán en la próxima cosecha con el propósito de garantizar el azúcar que se entrega a cada familia por la cartilla de racionamiento —vigentes desde 1962— que es de unos 2.5 kilogramos mensuales por persona.
La industria del azúcar fue en otras épocas la locomotora económica de Cuba, pero sufrió una drástica baja productiva a partir de los años noventa con la crisis derivada de la caída del bloque soviético.
El sector tocó fondo en la zafra del 2009-2010, cuando registró una producción de 1.1 millones de toneladas.
En sus momentos de esplendor, la industria del azúcar cubana llegó a producir hasta ocho millones de toneladas, pero desde hace años no logra el despegue para recuperar los resultados de otros tiempos.