Los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático causaron alrededor de US$ 65,000 millones en pérdidas totales en el primer semestre del 2022, aproximadamente la mitad de los cuales afectaron a activos no asegurados, según datos compilados por Munich Re.
Las pérdidas aseguradas alcanzaron cerca de US$ 34,000 millones, en línea con años anteriores, informó el jueves la reaseguradora alemana.
Los daños generales hasta junio, que también fueron causados por desastres naturales como terremotos, disminuyeron frente a los US$ 105,000 millones de un año antes. Los datos semestrales del 2022 no incluyen todas las consecuencias de la ola de calor en Europa, que agudizó sequías, incendios forestales y escasez de agua.
“Es posible que todos sean eventos individuales con diferentes causas, pero en conjunto, una cosa queda extremadamente clara: la poderosa influencia del cambio climático se está volviendo cada vez más evidente”, dijo Ernst Rauch, climatólogo jefe de Munich Re.
En Europa, el calor extremo y las áridas condiciones de este verano han provocado escasez de agua e incendios forestales en Italia, España y Portugal.
Es difícil dar una cifra exacta de las pérdidas de esos eventos, ya que sus efectos, como las pérdidas de producción tras una falta de agua de refrigeración, tardan un tiempo en manifestarse, indicó Munich Re. Además, algunos de los peores momentos de la ola de calor en Europa se produjeron en julio y solo se verán reflejados en los datos del segundo semestre.
Las inundaciones en Australia fueron el desastre más costoso para la industria financiera en el primer semestre, causando pérdidas aseguradas de US$ 3,700 millones hasta el momento.
En partes de Sídney, cayó en un lapso de cuatro días la misma cantidad de lluvia que normalmente cae en ocho meses, indicó Munich Re. Los niveles de agua de algunos ríos alcanzaron su punto más alto en más de 100 años.
Estados Unidos representó casi la mitad de las pérdidas totales en los primeros seis meses del año y casi dos tercios de las pérdidas aseguradas. Un solo frente de tormenta que produjo tornados a principios de abril destruyó activos avaluados en más de US$ 3,000 millones.