Ha pasado casi un mes desde que comenzó la mayor invasión terrestre en Europa desde la II Guerra Mundial, y no hay grandes avances en el campo de batalla ni en la mesa de negociaciones.
Las fuerzas rusas parecían estancadas fuera de las grandes ciudades ante una feroz resistencia ucraniana. Los ataques sobre zonas urbanas siguieron sembrando la destrucción en diferentes puntos del país.
La capital de Ucrania, Kiev, tembló el miércoles por la mañana por proyectiles rusos que iniciaron incendios en edificios altos e hirieron a cuatro personas. Las bombas rusas destruyeron un puente crucial que conectaba la ciudad asediada de Chernígov con la capital y permitía que llegara ayuda.
El fuego de artillería resonaba en los suburbios de Kiev mientras las fuerzas ucranianas libraban enconadas batallas para repeler la invasión rusa.
Las estimaciones occidentales de inteligencia indican que las bajas rusas están creciendo. Pero el sufrimiento se agrava en las ciudades asediadas y en ruinas de Ucrania, donde la gente lucha por sobrevivir sin apenas comida, agua, electricidad o calefacción.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tenía previsto viajar el miércoles para hablar sobre la guerra con líderes de la OTAN.
¿Cuál es la situación en las ciudades ucranianas bajo ataque?
La capital de Kiev sigue siendo blanco de ataques. Rondas de artillería y disparos remecieron la ciudad el miércoles, cuando alcanzaron un centro comercial y edificios altos en los distritos de Sviatoshyn y Shevchenko.
Cuatro personas resultaron heridas en los incendios provocados por los ataques, según autoridades municipales. Columnas de humo se alzaban de las afueras al oeste mientras sonaban las sirenas antiaéreas.
Las fuerzas rusas bombardeaban la antigua ciudad de Chernígov, en el norte de Ucrania, según dijo el gobernador regional el miércoles, y destruyeron un importante puente que conectaba la ciudad asediada con Kiev.
El puente destruido se utilizaba para permitir la salida de la población civil y la llegada de la ayuda humanitaria. Las autoridades de Chernígov dijeron el martes que la ciudad no tenía agua ni electricidad y calificaron la situación de desastre humanitario.
A las afueras al oeste de la capital, las fuerzas ucranianas trataban de contraatacar a las atascadas tropas rusas. Los defensores lograron retomar el martes el suburbio de Makariv, lo que les permitió recuperar una autopista crucial e impedir que Rusia rodeara Kiev desde el noroeste.
Unas 460 zonas de los suburbios rodeados de Kiev estaban sin electricidad, según las autoridades locales.
El miércoles también continuaban los duros combates por la localidad de Izium, en el este de Ucrania, según informó la oficina del presidente de Ucrania.
Los barcos de la armada rusa se sumaban cada vez más a los ataques contra la ciudad portuaria de Mariúpol, según análisis de inteligencia occidentales que mencionaron unos siete barcos rusos en la zona, incluidos un buscaminas y naves de desembarco.
Controlar Mariúpol le daría a Rusia un codiciado corredor terrestre hasta Crimea, que Moscú se anexionó hace ocho años.
Estados Unidos ha calculado que Rusia ha perdido más del 10% de su capacidad de combate original, incluidas tropas, tanques y otro material. El Pentágono dice que las fuerzas rusas han empezado a pasar a la ofensiva en zonas del país, como la ciudad sureña de Jersón, que fue capturada al inicio de la guerra.
El Ministerio británico de Defensa describió el miércoles la guerra como “estática” en su mayor parte, mientras las fuerzas rusas intentan reorganizarse antes de reanudar un ataque a gran escala.
¿Qué ocurre en Mariúpol?
Mariúpol, una ciudad estratégica en el Mar de Azov, se ha convertido en un símbolo de la brutal destrucción de la guerra.
Unas 100,000 personas siguen atrapadas en la ciudad, según dijo el presidente de Ucrania, y tratan de sobrevivir sin calefacción, comida o agua limpia, y están sujetos a incesantes bombardeos rusos desde el mar y el cielo.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que 7,000 personas habían logrado huir en la última evacuación el martes. También acusó a los rusos de confiscar un convoy humanitario que intentaba llevar a la maltrecha ciudad alimentos y otros suministros que se necesitan con urgencia, y añadió que las fuerzas rusas habían retenido a los conductores de la expedición.
Su oficina advirtió que los refugiados de Mariúpol estaban cada vez más amenazados por las oleadas de proyectiles.
Los misiles rusos han golpeado edificios civiles, como una escuela y un teatro conocidos por albergar a cientos de personas bajo tierra. Los cuerpos se entierran en fosas comunes.
Mariúpol es ahora un “infierno en la Tierra”, manifestó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Zelenskyy, por su parte, tachó la situación de “inhumana”.
Viktoria Totsen, de 39 años y que llegó el martes a una localidad fronteriza polaca tras huir de la ciudad, dijo que la ciudad está “destruida en un 99%”.
¿Qué ha presenciado directamente o confirmado AP?
Más de 3.5 millones de personas han huido de la guerra en Ucrania, según la agencia de refugiados de Naciones Unidas, mientras empeora la situación humanitaria.
Ucranianos que huyeron de los combates hablaron con The Associated Press en la ciudad occidental ucraniana de Leópolis, donde miles de personas llegaban y miles más se marchaban para sumarse a un éxodo ucraniano a Polonia y otros países.
Julia Krytskaa contuvo las lágrimas en la estación de tren de Leópolis al describir la escena que había dejado atrás en Mariúpol.
“La gente no tiene agua, bebe agua que no es ni siquiera la que se utilizaría para cuestiones técnicas. No hay nadie a quien se pueda pedir ayuda”, explicó.
En la ciudad costera de Odesa, músicos callejeros tocaban el martes bajo un cielo despejado en calles salpicadas de barricadas, mientras las parejas se separaban entre lágrimas en la estación y los residentes se preparaban para lo que temían fuera una escalada en la ofensiva rusa.
Un ambiente agridulce reinaba en la ciudad, conocida como la Perla del Mar Negro, con la imagen de sacos de arena y las fuerzas de seguridad mezclada con el jazz romántico que salía de los altavoces en la estación de tren.
“No puedo entender qué ha pasado”, dijo Igor Topsi, un percusionista de 56 años que lleva tres décadas tocando en las calles de Odesa.
¿Cómo responde el mundo a la guerra?
El presidente Biden viajó este miércoles a Bruselas para reunirse con aliados claves, un esfuerzo de detener la espiral del conflicto a una catástrofe aún mayor.
Se esperaba que Biden anunciara nuevas sanciones a Rusia y coordinara más asistencia militar para Ucrania. También trabaja en esfuerzos de largo plazo para impulsas las defensas en Europa Oriental y reducir la dependencia del continente del gas y el petróleo ruso, según la Casa Blanca.
Hay varias investigaciones internacionales en marcha sobre posibles crímenes de guerra y otras violaciones. La fiscalía general suiza dijo que había empezado a recoger pruebas de refugiados ucranianos en un esfuerzo de exponer posibles crímenes e incumplimiento de sanciones derivadas del conflicto.
Naciones Unidas dirimía el miércoles tres resoluciones sobre la situación humanitaria en Ucrania, cada una de las cuales reflejaba las agrias diferencias en el organismo.
Una resolución respaldada por Ucrania y Occidente responsabilizaba a Rusia de la crisis humanitaria. Una segunda defendida por Sudáfrica no mencionaba a Rusia en absoluto. Una resolución del Consejo de Seguridad Ruso sobre la guerra no hacía referencia alguna a su invasión.
Los servicios secretos en Polonia, el país que ha recibido a la mayor parte de los refugiados ucranianos, dijo que intentaba expulsar a 45 agentes del servicio secreto ruso y a sus colaboradores, que habían disfrutado de documentación diplomática para permanecer en el país.