Las tensiones entre Pekín y Taipéi no han dejado de aumentar desde la llegada al poder de la independentista Tsai Ing-wen en el 2016. (Foto: EFE)
Las tensiones entre Pekín y Taipéi no han dejado de aumentar desde la llegada al poder de la independentista Tsai Ing-wen en el 2016. (Foto: EFE)

Cuando el joven Lian termina el recorrido de la muestra, posa orgulloso frente a la cámara y se reafirma en sus ideas: Taiwán es parte inalienable de China, va a ser “liberada” pronto y, como reiteran los eslóganes oficiales, “un país tiene que ser fuerte” para evitar que lo acosen.

Una exposición en el Museo Nacional de China sobre la historia de Taiwán se suma a otros productos culturales, como las películas ‘Sacrificio’ -sobre la participación de las tropas chinas en la Guerra de Corea- y ‘Los 800’ -acerca de la invasión japonesa-, que están moldeando un renovado patriotismo en la sociedad china.

Bajo el título “Territorio inquebrantable: 75º aniversario de la recuperación de Taiwán tras la ocupación japonesa”, la muestra incide, a través de documentos, mapas y fotografías, en que la isla -sobre la que Pekín reclama su soberanía pese a haberse gobernado de manera autónoma desde 1949- pertenece a la “madre patria”.

Según se recoge en la exposición, es “una parte inalienable del territorio sagrado de China desde tiempos inmemoriales”.

A más tensión, más patriotismo

Las tensiones entre Pekín y Taipéi no han dejado de aumentar desde la llegada al poder de la independentista Tsai Ing-wen en el 2016: ventas estadounidenses de armas a Taiwán, amenazas veladas de Pekín de tomar la isla por la fuerza, cazas chinos y portaaviones de Estados Unidos merodeando por el Estrecho de Formosa, acusaciones mutuas de espionaje... una escalada aún sin límite.

Ante esta tesitura, discursos, medios y productos culturales chinos convergen en el intento de convencer a la opinión pública de que su posición es razonable, con resultados palpables.

“Definitivamente, Taiwán va a regresar a China y muy pronto. Es el deseo en ambas partes”, comenta Lian frente a una fotografía del escritor taiwanés Lian Heng (1878-1936), del que asegura ser pariente lejano.

Lian, natural de Fujian, provincia suroriental china situada a 315 kilómetros de la isla, dice que hay personas en su familia que “se fueron con el Kuomintang y nunca regresaron”.

Aunque nunca ha podido visitar Taiwán, asegura que lo hará pronto. Eso sí, “después de su liberación”.

La guerra de Corea y la invasión japonesa

Un soldado chino no duda en arriesgar su vida por defender un puente y repeler el ataque de un avión estadounidense durante la Guerra de Corea. De eso trata “Sacrificio”, la cinta más vista en el último mes en las salas chinas, con 774 millones de yuanes recaudados en taquilla (US$ 116.3 millones) desde su estreno, el 23 de octubre.

La socióloga y periodista Wu Haiyun, de la Universidad Normal del Este de China, señala que estos productos tienen un objetivo: “preparar mentalmente a los chinos para ‘defender patrióticamente su hogar y proteger el país’, principalmente de EEUU”.

Aunque es un patriotismo de consumo interno, entiende que pueda causar malestar fuera y restar simpatías a Pekín.

Pero para las autoridades, argumenta, será siempre más importante “controlar las contradicciones internas” que las amenazas externas y “mantener al pueblo unido”.

El hecho de que películas como ‘Sacrificio’ retraten a los soldados estadounidenses como enemigos podría desencadenar un auge del sentimiento antioccidental, agrega Wu.

“Siempre ha habido sentimientos a favor y en contra de lo occidental. Pero la parte crítica ha aumentado desde el año pasado, primero por la guerra comercial entre China y Estados Unidos y después con la pandemia. El COVID-19 está provocando divisiones y odio en todo el planeta. El mundo está tribalizado”, afirma.

Memoria histórica selectiva

A las cintas ambientadas en la victoria de los comunistas se suman otras sobre la “Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa” que hoy arrasan en los cines.

Al éxito de ‘Los 800’ este año -recaudó más de 2,400 millones de yuanes (US$ 350 millones) hasta setiembre- hay que añadir otras como ‘Combate en el cielo’ (2018), ‘El Soldado perdido’ (2017) o ‘Los tigres del tren’ (2016).

Wu considera que están cambiando a las nuevas generaciones: “Los ‘millennials’ son más nacionalistas de lo que pensábamos”.

Explica que el cambio comenzó alrededor del 2008, cuando China iba camino de convertirse en la segunda economía más grande del mundo mientras Occidente sufría su crisis financiera.

Para el experto chino Ma Zhao, profesor asociado de la Universidad de Washington, desde que China se abrió al mundo a finales de los años 70, la ideología comunista ha perdido relevancia y su espacio lo ocupa el nacionalismo.

Ma denuncia que el país carece del mismo volumen de material que retrate episodios sensibles -como la Revolución Cultural-, y que en la memoria colectiva pesa mucho qué y cómo se cuente el pasado.

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