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China intensificará la construcción de infraestructuras para impulsar la demanda interna y el crecimiento económico en el futuro, informó la televisión estatal, citando una reunión de altos cargos económicos presidida por el presidente Xi Jinping.
La segunda economía más grande del mundo corre el riesgo de sufrir una fuerte desaceleración, ya que las restricciones por el COVID-19 en una amplia franja del país afectan al gasto de los consumidores, el mercado inmobiliario sigue sumido en la recesión y las exportaciones parece que se ralentizarán aún más.
Según la reunión, se adelantarán las inversiones en proyectos de infraestructura beneficiosos para el crecimiento industrial y para salvaguardar la seguridad nacional, y el transporte, la energía y los recursos hídricos serán algunos de los objetivos.
El gobierno acelerará la construcción de bases energéticas ecológicas y de baja emisión de carbono, mejorará las redes de oleoductos y gasoductos y construirá una serie de aeropuertos regionales y de carga, añadió.
Los nuevos tipos de infraestructuras, como la supercomputación, la computación en la nube, las plataformas de inteligencia artificial y la banda ancha, también se incluirán en el impulso del gobierno, según la reunión.
Según se dijo, se cubrirán las necesidades de financiación de estos proyectos y se intensificará el gasto fiscal.
Los datos mostraron que la inversión en activos fijos creció 9.3% más de lo esperado en el primer trimestre con respecto al año anterior, ayudada por una medida para adelantar los bonos especiales del 2022 de los gobiernos locales.
