China endureció las restricciones e incrementó las órdenes para pruebas masivas de detección del coronavirus en ciudades de su costa este el miércoles ante el último repunte en los contagios de COVID-19.
Las autoridades levantaron controles en puestos de peaje alrededor de la ciudad de Putian, en la provincia de Fujian, y una docena de ellos están totalmente cerrados. Las ciudades de Xiamen y Quanzhou también han limitado los desplazamientos debido a la propagación de la variante delta por la región.
La Comisión Nacional de Salud reportó el miércoles 50 nuevas infecciones en varios puntos de Fujian, la mayoría en la región de Putian.
Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, que fue detectado por primera vez a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan, en el centro del país, China ha impuesto estrictos requisitos de pruebas, cuarentenas y uso de mascarilla.
Fujian ha registrado al menos 152 nuevos casos en los últimos días, lo que llevó a decretar confinamientos y el cierre de locales de ocio, restaurantes y gimnasios, además de la cancelación de actividades en grupo, incluyendo las del próximo Festival de Otoño.
Los viajes de larga distancia en autobús a otras partes de la provincia fueron suspendidos.
China ha frenado en su mayoría la propagación del COVID-19 pero registra brotes esporádicos. En julio y agosto, la variante delta afectó a varias provincias, elevando la preocupación sobre variantes nuevas y más contagiosas.
Según la Comisión, ha administrado más de 2,000 millones de vacunas contra la enfermedad, aunque la eficacia de los fármacos desarrollados en China ha sido puesta en cuestión, especialmente frente a la variante delta.