El Gobierno chino anunció hoy que ha llegado a un acuerdo con Estados Unidos para cancelar por fases los aranceles que ambas partes se han ido imponiendo durante la guerra comercial, que comenzó en marzo del 2018.
El portavoz del Ministerio de Comercio de la nación asiática, Gao Feng, aseguró en una rueda de prensa que sólo queda que los dos países den el paso de abolir los aranceles para cumplir así la denominada “primera fase” de un acuerdo entre ambas potencias para resolver el conflicto.
Dicha cancelación de aranceles será una condición para poder seguir avanzando hacia un acuerdo definitivo, dijo Gao.
El portavoz informó de que los equipos negociadores de China y Estados Unidos han llegado a “consensos” tras las conversaciones “extensas, constructivas y serias” de las últimas semanas.
“Las dos partes han acordado eliminar los aranceles a medida que se vayan haciendo progresos. Si China y Estados Unidos llegan a un acuerdo en la ‘primera fase’, las dos partes deberían eliminar los aranceles simultáneamente y en la misma proporción”, añadió.
Según Gao, los equipos negociadores esperan "resolver" el conflicto "basándose en la igualdad y el respeto mutuo".
El pasado 26 de octubre, el Gobierno chino confirmó el avance de las negociaciones para un acuerdo comercial parcial y aseguró que las consultas técnicas sobre parte del texto ya se habían completado.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, describió el pacto como una “primera fase” en un proceso que puede desarrollarse en hasta tres etapas, y aparcó sus planes de subir los aranceles a las importaciones del gigante asiático.
Así, China se comprometió a aumentar sus compras de productos agrícolas estadounidenses hasta llegar a entre 40,000 y 50,000 millones de dólares, una cifra que, según Trump, es entre “2.5 y 3 veces superior” a lo que Pekín “había comprado hasta ahora en su punto más álgido”, cuando rozó los US$ 17,000 millones.
Ninguno de los dos Gobiernos ha publicado hasta el momento detalles del acuerdo, pero Trump precisó que incluye algunas medidas relativas a la devaluación de la divisa china y temas de propiedad intelectual, aunque no trata la transferencia forzada de tecnología en China, un tema que se discutirá “en la segunda fase”.
El acuerdo tampoco resuelve el tema de los vetos a la exportación que afectan al gigante chino de la telefonía Huawei, algo que se está negociando en un proceso paralelo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de los efectos globales de la disputa comercial entre los dos gigantes económicos, y ha rebajado las previsiones de crecimiento tanto de EE.UU. como de China para este año y el próximo.