Boric ahora tiene que reconciliar el generoso nuevo contrato social que prometió con las realidades económicas del aumento de la inflación y la fuerte desaceleración del crecimiento. REUTERS/Rodrigo Garrido
Boric ahora tiene que reconciliar el generoso nuevo contrato social que prometió con las realidades económicas del aumento de la inflación y la fuerte desaceleración del crecimiento. REUTERS/Rodrigo Garrido

El exactivista estudiantil Gabriel Boric ganó la carrera presidencial más polémica de Chile desde su regreso a la democracia. Es el presidente electo más joven hasta la fecha y el más liberal desde Salvador Allende, en 1970. El progresista de 35 años ahora debe deshacerse, sin lugar a duda, de su radical retórica inicial, incluso a costa de disgustar a sus apasionados aliados. Sin pragmatismo y una amplia coalición, tiene pocas esperanzas de gobernar, y mucho menos de abordar los profundos agravios sociales y económicos que lo llevaron al poder.