Bruselas. A ocho días del Brexit, la Unión Europea sería favorable a acordar una prórroga corta del Brexit, pero no hasta el 30 de junio como había solicitado la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, determinada a lograr aprobar su acuerdo de divorcio.
"Una prórroga corta es posible", aseguró la víspera el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en respuesta a la carta enviada horas antes por la dirigente británica, en la que pedía a la Unión Europea postergar el Brexit hasta el 30 de junio.
Pero la prórroga, que los 27 pares de May deben acordar por unanimidad, "estará condicionada al voto positivo de la Cámara de los Comunes al acuerdo de divorcio", precisó Tusk sobre su propuesta, que deben debatir los líderes.
Ese es el objetivo que la "premier" británica expone en su misiva y que, en la noche del miércoles, dijo estar "determinada" a llevar a cabo, pese a que los diputados ya lo rechazaron en dos ocasiones.
Antes de viajar a Bruselas para una cumbre de dos días, la canciller alemana Angela Merkel no descartó ante el Bundestag una nueva reunión de líderes la "próxima semana", si Westminster no vota de nuevo o rechaza el acuerdo.
El tiempo apremia cada vez más. Reino Unido debe convertirse el 29 de marzo en el primer país en abandonar el bloque en seis décadas de proyecto europeo, tal y como decidieron los británicos en un referéndum en junio de 2016.
En los últimos días, sin embargo, apareció un nuevo escollo. El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, indicó que no se podía someter de nuevo a votación la "misma propuesta" de acuerdo de divorcio sin cambios "sustanciales".
"La fatiga del Brexit"
Los europeos, en este contexto, esperan de May "garantías" de que "una mayoría democrática en el Reino Unido" apoya el contenido de su carta, según un diplomático europeo, antes de decidir sobre la prórroga y su eventual duración.
Francia, uno de los países más exigentes con Londres, advirtió que rechazará su petición si la primera ministra no presenta "garantías suficientes sobre la credibilidad de su estrategia", según el canciller Jean-Yves Le Drian.
En un aparente intento de conciliar posiciones entre los países del bloque, el presidente del Consejo Europeo dijo esperar que los mandatarios adopten en la cumbre en Bruselas su plan con condiciones, que podría formalizarse más tarde por "escrito".
"Aunque la esperanza de éxito final pueda parecer frágil, incluso ilusoria, y aunque la fatiga del Brexit sea cada vez más visible y justificada, no podemos abandonar la búsqueda -hasta el último momento- de una solución positiva", dijo Tusk.
Las fuentes diplomáticas consultadas en Bruselas descartan sin embargo una "decisión" clara en la cumbre, y hablan más bien de "indicaciones sobre lo que los 27 están dispuestos a acordar en caso de voto positivo", según un diplomático europeo.
¿30 de junio?
Esa "orientación", debatida durante una reunión de embajadores el miércoles por la noche, es "rechazar la fecha del 30 de junio y limitar la prórroga, en caso de que se apruebe el acuerdo de salida al 22 de mayo", según un diplomático.
"Una mayoría dijo no al 30 de junio", ya que el objetivo es "no crear un conflicto con las elecciones europeas", dijo una fuente diplomática. La decisión corresponde no obstante a los líderes europeos.
La Comisión Europea, en un documento interno, había recomendado la víspera que la prórroga corta debería terminar el 23 de mayo, al inicio de las elecciones europeas, al advertir de "graves riesgos jurídicos y políticos".
Los europeos quieren evitar la incertidumbre sobre qué pasaría si el Reino Unido sigue siendo miembro del bloque el 2 de julio, cuando arranque la próxima legislatura en la Eurocámara, y no ha escogido a sus eurodiputados.
Aunque los servicios jurídicos de la Eurocámara consideran que, en ese escenario, su constitución y sus decisiones serían "válidas", la Unión Europea prefiere limitar la incertidumbre, máxime cuando la Cámara de los Comunes ya rechazó dos veces el acuerdo.
Por ello, la Comisión reduce el abanico de opciones a dos: el 23 de mayo o una prórroga larga más allá del 30 de junio y "al menos hasta finales de 2019", que implique la convocatoria de las elecciones europeas en el Reino Unido.
Pero el negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, ya advirtió el martes que una prórroga "larga" también debe estar justificada y debería estar vinculada a "un acontecimiento o un proceso político nuevos" en el Reino Unido.
Barnier recibe este jueves en Bruselas al jefe de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn, cuyo partido ha defendido la permanencia de Reino Unido en una unión aduanera con la Unión Europea, contra la opinión de los Conservadores de May.