El ministro de Infraestructura de Brasil, Tarcisio Freitas, inició este lunes una serie de reuniones con inversores en Estados Unidos para promover el ambicioso programa de concesiones con el que el país planea atraer inversiones por hasta 260,000 millones de reales (unos US$ 49,057 millones).
Freitas tiene previstas entre este lunes y el próximo viernes diversas reuniones en Nueva York con inversores, ejecutivos de instituciones y fondos financieros, y representantes de agencias de calificación de riesgo, informó su cartera en un comunicado.
Los encuentros tienen por objetivo promover las decenas de concesiones de aeropuertos, puertos, carreteras y ferrocarriles que el Gobierno del presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, pretende subastar entre octubre de este año y diciembre del 2022, cuando concluye su mandato.
Con tales concesiones, Bolsonaro, que promueve una política económica de claro tinte liberal que busca reducir el tamaño del Estado, pretende atraer inversiones a Brasil por casi US$ 50,000 millones en infraestructuras sin contar lo que el Gobierno recibirá por las respectivas licencias.
Según el Ministerio, esta es la primera oportunidad que Freitas tiene de presentar la cartera de proyectos de su cartera en el exterior desde la interrupción causada por la pandemia del COVID-19.
En el 2019, antes de la pandemia, el ministro hizo giras por Estados Unidos, España, Alemania e Inglaterra para presentar los entonces planes de privatización y concesión de empresas brasileñas, muchas de las cuales ya fueron otorgadas o vendidas.
Al plan fueron sumadas en el último año nuevas empresas para convertir el programa de concesiones de Brasil en uno de los más robustos y ambiciosos del mundo, según el ministerio.
“Estoy muy optimista con esta serie de reuniones que prometen ser productivas para la logística de Brasil con la participación de importantes operadores de infraestructura en el escenario mundial”, afirmó el ministro, citado en el comunicado.
“Con nuestro programa estamos transformando la infraestructura de Brasil, reduciendo costos logísticos, proporcionando más competitividad y beneficiando a los usuarios”, agregó.
Según el Ministerio, desde el inicio del mandato de Bolsonaro, en enero del 2019, el Gobierno firmó contratos para conceder a la iniciativa privada la operación de 34 aeropuertos, 5 carreteras, 6 ferrocarriles y 29 terminales portuarios, además de haber otorgado licencias para la operación de 99 terminales portuarias privadas.
Estas concesiones garantizaron hasta ahora inversiones por 74,000 millones de reales (unos US$ 13,962 millones), casi la cuarta parte de lo que se pretende con las que serán ofrecidas hasta el 2022.
Tan solo entre octubre y noviembre Brasil tiene previstas once subastas para conceder nueve terminales portuarios y dos conjuntos de carreteras, incluyendo la llamada Vía Dutra, la más transitada de Brasil por comunicar Sao Paulo con Río de Janeiro.
Igualmente está prevista una subasta extraordinaria de arrendamiento de dos terminales para combustibles en el puerto de Santos, el de mayor movimiento en América Latina.
Entre las subastas previstas para el 2022 destacan una para conceder 16 aeropuertos, incluyendo los de Congonhas en Sao Paulo y Santos Dumont en Río de Janeiro, que son dos los de mayor movimiento en Brasil, la privatización de parte del puerto de Santos, la concesión de 12,000 kilómetros de carreteras y la oferta de un importante ferrocarril entre los estados de Mato Grosso y Pará.
Según cálculos del Ministerio de Infraestructura, Brasil puede atraer un billón de reales (unos US$ 188,679 millones) en inversiones privadas con las concesiones ya realizadas y las planeadas entre el 2019 y 2022.
Ese valor incluye, además de las concesiones de infraestructuras, las inversiones que el país puede atraer con las concesiones realizadas por el Ministerio de Minas y Energía para tender líneas de transmisión, explotar petróleo y gas, y construir y operar hidroeléctricas y generadoras térmicas, eólicas y solares.