El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha liderado un acuerdo entre entidades multilaterales de todo el mundo para integrar la protección de la naturaleza en sus políticas, análisis y operaciones.
El presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, reveló en el marco de la Cumbre de Líderes Mundiales de la reunión climática COP26 el documento “Naturaleza, Personas y Planeta”, que han firmado entidades multilaterales de desarrollo de África, Asia, Latinoamérica, el Caribe, Europa y Oriente Medio, así como el Grupo del Banco Mundial.
“El capital natural es clave en la recuperación posCOVID-19 para Latinoamérica, el Caribe y el mundo. Puede ayudar a crear puestos de trabajo, generar ingresos, impulsar la inversión del sector privado y proteger de manera resiliente servicios críticos para el ecosistema”, afirmó Claver-Carone.
“Por esa razón, en el Banco Interamericano de Desarrollo hemos redoblado nuestro trabajo sobre cambio climático y biodiversidad durante el último año”, agregó el presidente del organismo, que recalcó que la agenda natural constituye un pilar central de la visión del banco para la recuperación.
En su intervención ante los delegados en la COP26, que se celebra hasta el 12 de noviembre en Glasgow (Escocia), Claver-Carone señaló que el hecho de que el Gobierno británico encargara al BID coordinar el acuerdo entre los bancos reconoce en primer lugar que América Latina y el Caribe “desempeñan un papel crucial en el imperativo global de una acción decisiva en cambio climático y naturaleza”.
Refleja también que el país anfitrión y otros líderes reconocen la necesidad de “pasar de las palabras a la acción”.
El mandatario señaló que la región de Latinoamérica y el Caribe es una de las más diversas del planeta pero también de las más expuestas a los riesgos del cambio climático.
Las inversiones en proyectos para limitar el calentamiento global por debajo de dos grados centígrados hasta el 2030 pueden crear cerca de 40 puestos de trabajo por cada millón de dólares invertido, más de diez veces por encima respecto a las inversiones en combustibles fósiles, destaca el BID.
La entidad subraya que Latinoamérica y el Caribe son regiones que contienen activos clave para contribuir a poner en práctica “soluciones basadas en la naturaleza” al problema del exceso de emisiones.
La región alberga un 40% de la biodiversidad mundial, un 30% del agua dulce y cerca de la mitad de los bosques tropicales del planeta.
Sin embargo, esos activos naturales no están siendo explotados y los proyectos en la región “están lejos de alcanzar su máximo potencial”, principalmente debido a la falta de “conocimientos técnicos, estrategia y financiación”, indica el BID.
Durante los últimos cinco años, el Banco Interamericano de Desarrollo ha implementado un nuevo mecanismo de financiación que funciona “bajo una perspectiva holística” y está centrado en mejorar el estado del clima y lograr “ecosistemas más saludables”, así como en impulsar los empleos verdes y el crecimiento.
Un ejemplo de esa labor climática es el Laboratorio de Capital Natural, dedicado a respaldar proyectos financieros innovadores, que ha contribuido a impulsar 28 planes que incluyen “soluciones basadas en la naturaleza” por valor de más de US$ 800 millones.
Este año, el banco ha anunciado junto con el Grupo Intrinsic Exchange la creación de una nueva clase de activo de capital natural en la Bolsa de Nueva York y ha colaborado con el Gobierno de Costa Rica para que sus activos naturales fueran los primeros en ser ofrecidos a través de esa plataforma.
La herramienta “permitirá a los países desbloquear el valor intrínseco de la naturaleza y atraer inversores institucionales al espacio de la biodiversidad”, subraya el BID.
Con el anuncio de hoy, la “comunidad multilateral” profundiza en su “compromiso para dar pasos ambiciosos con el objetivo de hacer real el potencial desarrollo de la naturaleza y la recuperación verde”, al tiempo que se protege y regenera el planeta, afirmó el presidente del BID.