La compra de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE) podrá ajustarse a la evolución de las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania tras la invasión rusa, admitió su presidenta, Christine Lagarde, quien declaró que se mantienen “las opciones abiertas” en ese ámbito.
“Hemos decidido que, si la perspectiva cambia y las condiciones financieras se vuelven inconsistentes con un mayor progreso hacia nuestro objetivo de 2% (de inflación) estamos listos para ajustar el tamaño y/o la duración de nuestras compras”, dijo Lagarde en un foro celebrado en Fráncfort (sur de Alemania).
“De esta manera, mantenemos abierta la opción de tomar las medidas necesarias en caso de que las consecuencias económicas de la guerra se intensifiquen y sofoquen el camino de recuperación actual”, agregó Lagarde.
La presidenta del BCE declaró que la política de la institución a ese respecto en los próximos meses “dependerá de los datos. Confirmaremos el camino a seguir solo una vez que tengamos más visibilidad sobre si nuestra expectativa de inflación a medio plazo se materializa”.
Recordó que el stock de compras de activos “superará los 5 billones de euros en el tercer trimestre y se reinvertirá incluso después del final de las compras netas”.
Agregó que, en materia de tipos de interés oficiales del BCE, estos se ajustarán “algún tiempo después” del final de las compras de activos.
“Esto nos brinda espacio adicional si es necesario después de que dejemos de comprar bonos y antes de dar el siguiente paso hacia la normalización. Esto nos permitirá probar si la convergencia de la inflación a nuestra meta que hoy proyectamos es robusta frente a los choques actuales y potenciales”.
Y agregó que “los futuros ajustes de tipos”, cuando se produzcan, serán graduales.
Las declaraciones de Lagarde se conocen una semana después de que el BCE admitiera oficialmente que “la invasión rusa de Ucrania es un punto de inflexión” y que por ello ha decidido revisar y acelerar el calendario de compras de deuda para los próximos meses.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno el pasado 10 de marzo, el BCE comunicó que finalizará las compras de deuda por la pandemia a finales de marzo y que modifica el calendario de las compras de deuda de otro programa de estímulos monetarios (APP).
El BCE va a comprar deuda con este otro programa en abril por valor de 40,000 millones de euros, en mayo por valor de 30,000 millones de euros y en junio de 20,000 millones de euros.
Anteriormente el BCE había decidido que las compras de deuda mensuales en el marco del programa APP tendrían un importe de 40,000 millones de euros en el segundo trimestre de 2022 y de 30.000 millones de euros en el tercer trimestre.
A partir de octubre, el Consejo de Gobierno iba a mantener las compras de deuda a un ritmo mensual de 20,000 millones de euros.
El BCE dejó sin variaciones hace siete días sus tipos de interés y ya entonces aseguró que comenzará a subirlos en algún momento después de que termine de comprar deuda y de forma “gradual”, como hoy confirmó Lagarde.