Las ayudas humanitarias y de seguridad fluyen conforme empeora la crisis en Ucrania, pero el apoyo económico también es vital para que el gobierno siga funcionando.
“La economía está colapsando”, dijo Adnan Mazarei, del Institute for International Economics, un grupo de estudio basado en Washington.
Mientras Kiev no pueda recolectar impuestos, “es absolutamente crucial que la comunidad internacional provea una asistencia rápida no solo con fines humanitarios, sino para mantener algunas funciones básicas del gobierno”, detalló.
Con un flujo de refugiados dejando el país ante la invasión rusa, muchas veces llevando consigo sus ahorros, el sector bancario también necesita ayuda, agregó.
De los US$ 13,600 millones de ayuda que prevé desembolsar Washington el fin de semana, US$ 1,800 millones están destinados a asegurar la “continuidad del gobierno”, prevenir ciberataques y apoyar el sector de la energía, según el proyecto de ley presentado al Congreso.
La dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reúne este miércoles para posiblemente aprobar una ayuda económica de emergencia de 1,400 millones de dólares para Kiev.
Mientras tanto el Banco Mundial ya desembolsó unos 500 millones de dólares de un paquete esperado de 3,000 millones para ayuda, conocido como “Financiación de la recuperación de la emergencia económica en Ucrania”, o “Liberen a Ucrania”.
Son sumas importantes para la economía ucraniana, estimada en 155,500 millones de dólares a finales del 2020, según datos del Banco Mundial. El FMI ya tiene un programa de 2,200 millones de dólares en curso con el gobierno que debía finalizar en junio.
Dinero sin condiciones
Pero la directora del FMI, Kristalina Georgieva, indicó el martes que desde que inició la invasión rusa, el enfoque ha cambiado de “reformas a gestión de crisis”.
El aporte adicional del FMI, bajo su Instrumento de Financiamiento Rápido, acelera la ayuda e impone pocas condiciones. Lo mismo aplica para el Banco Mundial.
Axel van Trotsenburg, jefe de operaciones del Banco Mundial, subrayó en una entrevista con Sky News el miércoles que el gobierno ucraniano necesita desesperadamente “recursos presupuestarios para pagar pensiones, para pagar los salarios de los funcionarios, para mantener en funcionamiento el sistema de salud”.
Pero expertos advierten que la ayuda probablemente no será suficiente para impedir una crisis económica mayor en el país que, incluso antes de la invasión rusa, estaba entre los más pobres de Europa.
“El flujo de dinero nunca puede realmente reemplazar las pérdidas de producción”, señaló Homi Kharas, economista en la Brookings Institution en Washington, señalando en particular la paralización del comercio.
“El dinero puede ayudar a reducir un poco el impacto, pero ciertamente no podrá compensarlo”.
Mazarei precisó que la comunidad internacional también necesita prepararse para el posconflicto y el impacto de la guerra en los países vecinos.
“Incluso si para la guerra, incluso si los rusos (...) se marchan, hay un grave problema de reconstrucción de Ucrania”, agregó.