La Unión Europea (UE) y el laboratorio sueco-británico AstraZeneca acordaron un programa de entregas de vacunas anticovid hasta marzo del 2022, y con ello cerraron la disputa judicial que mantenían en un tribunal de Bruselas.
En abril de este año, la Comisión Europea había llevado a AstraZeneca ante la justicia por retrasos en las entregas de las dosis acordadas en el acuerdo de compra firmado en agosto del año pasado.
Por el acuerdo anunciado este viernes, AstraZeneca se compromete a entregar hasta marzo del próximo año los 200 millones de dosis que restan del contrato por 300 millones de vacunas.
El laboratorio, que ya entregó 100 millones de dosis, deberá ahora dar 135 millones de dosis de su vacuna anticovid hasta el fin de este año, y otros 65 millones en el primer trimestre del año 2022.
En un comunicado, la Comisaria europea de Salid, Stella Kyriakides, apuntó que el acuerdo “garantiza la entrega de los 200 millones de vacuna restantes por AstraZeneca a la UE”.
La responsable recordó que si bien la UE alcanzó su objetivo inicial de vacunar al 70% de su población adulta al fin del verano boreal, “existen diferencias significativas en las tasas de vacunación entre nuestros estados miembros”.
Por ello, prosiguió, “la disponibilidad continuada de vacunas, incluida la de AstraZeneca, sigue siendo crucial”.
Además, añadió, la UE se impuso como meta adicional “compartir al menos 200 millones de dosis de vacuna a través de Covax con países de ingresos bajos y medios hasta finales de este año”.
Fin de litigio en la justicia
Por su parte, en un comunicado separado el vicepresidente de la unidad de negocios de AstraZeneca, Ruud Dobber, destacó que el acuerdo “nos permite avanzar y trabajar en colaboración con la Comisión Europea para ayudar a superar la pandemia”.
“También esperamos trabajar con la Comisión Europea en un esfuerzo conjunto para apoyar aún más a COVAX”, agregó.
La firma afirmó en su comunicado que hasta el momento AstraZeneca ha “proporcionado más de 1,100 millones de dosis de vacuna a más de 170 países; aproximadamente dos tercios de ellas han ido a países de ingresos bajos y medios-bajos”.
Después de fuertes tensiones entre la UE y el laboratorio británico-sueco por retrasos en las entregas y diferencias en la interpretación de los contratos, la Comisión Europea inició acciones judiciales ante la justicia belga en abril de este año.
La UE acusaba a AstraZeneca de priorizar las entregas de vacunas al Reino Unido y no a la UE, y los abogados de la Comisión Europea acudieron a los tribunales para exigir las entregas o ver impuestas enormes multas diarias.
En tanto, la firma argumentó que su contrato con el bloque solo la obligaba a hacer “mejores esfuerzos” para cumplir con las metas de entrega, y que los congestionamientos en la producción de sus plantas europeas eran inevitables.
Finalmente, en junio una sentencia provisional de un tribunal de Bruselas impuso a AstraZeneca un nuevo calendario de entregas.
La vacuna anticovid de AstraZeneca es considerablemente más barata que la vacuna de Pfizer y no requiere temperaturas extraordinariamente bajas para su almacenamiento, y por ello la UE la considera una pieza fundamental en su estrategia para enfrentar la pandemia.