Miles de pasajeros fueron afectados el viernes por la cancelación o demora de decenas de vuelos en los dos aeropuertos de Buenos Aires por una imprevista asamblea de gremios aeronáuticos que se oponen a la política gubernamental de adjudicación de rutas a empresas de bajo costo.
La reunión gremial afectó las operaciones en la terminal metropolitana de Aeroparque y en el aeropuerto internacional de las afueras de la capital. Entre las compañías que cancelaron sus vuelos están Aerolíneas Argentinas, Austral y Latam, las cuales atendieron largas colas de pasajeros que debieron reprogramar sus salidas.
Aerolíneas Argentinas dijo en un comunicado que 7,000 pasajeros resultarán afectados por la asamblea en la que participaron la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas. “La medida arrancó en el momento de mayor tráfico aéreo. Por la asamblea, los pilotos no toman los vuelos”, señaló la aerolínea de bandera, que indicó que está obligada a cancelar al menos 60 traslados aéreos.
“Es un paro encubierto... se oponen a una política aerocomercial que venimos realizando que tiene que ver con más pasajeros más vuelos y más empresas”, se quejó ante la prensa Tomás Insausti, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). El funcionario negó que esta política implique una precarización laboral y afirmó que genera más inversiones y trabajo en el sector.
“Los gremialistas (protestan porque) pierden poder sobre distintos agentes del sector”, indicó el funcionario.
Los sindicatos se quejan de la “competencia desleal” que generarán nuevos actores en el mercado aeronáutico, como Jetsmart, Lasa, Flybondi y Norwegian.
Luego de la asamblea, algunos vuelos comenzaron a reprogramarse con horas de demora. En tanto, varios sindicalistas trasladaron su malestar a la tercera audiencia pública convocada por la ANAC y el Ministerio de Transporte donde se analizarán las solicitudes de varios cientos de rutas internacionales y de cabotaje por empresas que buscan competir en el mercado aeronáutico, varias de ellas de bajo costo.
Edgardo Llano, secretario general de la Asociación del Personal Aeronáutico, afirmó que “todos los gremios se oponen al otorgamiento de nuevas rutas a empresas que ya les fueron concedidas más de 700 rutas o las están volando”.
Agregó que esta política cuestionada “es para favorecer el negocio de las empresas de bajo costo”, que reciben “todos los beneficios” y, al respecto, indicó que la aerolínea nacional y otras del sector “no pueden competir con un barril de combustible a 85 dólares y el dólar (cotizando) a 40 pesos” en un contexto de progresiva devaluación de la moneda.
Para los sindicalistas, esta apertura de mercado también “precariza la situación laboral” de los trabajadores y “pone en riesgo la vida” de los pasajeros.
Según la ANAC, en 2015 el mercado local contaba con 100 aviones de línea registrados y actualmente la cifra asciende a 130 aviones. A fines de 2019 se apunta a alcanzar un total de 150 entre las empresas ya registradas y las nuevas que se van sumando.