La Unión Europea (UE) afirmó que examinaría el diseño de su mercado de la energía y estudiaría propuestas para renovar la normativa comunitaria, cuando el bloque trata de mantener sus planes de lucha contra el cambio climático y es presionado por unos costes energéticos récord.
Los precios de la electricidad y el gas en Europa se han disparado este año, ya que la escasez de suministros de gas ha chocado con la fuerte demanda de las economías que se recuperan de la pandemia del COVID-19.
El aumento de los precios de la energía encabezaba la agenda política de la UE el miércoles. Los ministros de Medio Ambiente y el Parlamento Europeo se reunieron para debatir el asunto, después de que líderes de los países de la UE discutieron su respuesta el martes por la noche.
“No hay duda de que tenemos que tomar medidas políticas”, manifestó el comisario de Energía de la UE, Kadri Simson, ante el Parlamento Europeo.
La crisis ha dividido a los países sobre si Bruselas debe intervenir. La Comisión publicará la próxima semana un menú de opciones sobre cómo podrían reaccionar los Gobiernos y la UE.
Simson dijo que la Comisión iniciará un estudio para determinar si el mercado eléctrico de la UE es adecuado para llevar a cabo la transición prevista por el bloque hacia la energía verde. España y Francia han pedido una revisión de la normativa eléctrica de la UE para desvincular el precio de la energía del coste del gas. “Creemos que este marco es sólido, pero vemos los desafíos”, agregó.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó que su gobierno y otros habían pedido a Bruselas una respuesta “audaz”.
“Estamos ante una crisis sin precedentes, que necesita de medidas extraordinarias, innovadoras... (España) ha planteado la compra conjunta de gas”, señaló.
No todos los países están de acuerdo. Algunos advirtieron el miércoles del peligro de precipitarse en una decisión que tendría consecuencias duraderas. “Intentar influir en el libre mercado es algo que consideramos con gran escepticismo”, dijo la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze.
Los Países Bajos advirtieron del peligro de interferir en los mercados de la electricidad y el CO2, mientras que Bélgica dijo que “no estaba convencida” de que la compra conjunta de gas ayude a evitar la subida de los precios.
Los reguladores de la UE esperan que las condiciones del mercado del gas se suavicen la próxima primavera, y algunos Gobiernos dicen que la mejor manera de tratar el asunto es con subvenciones nacionales de carácter temporal y exenciones fiscales para reducir las facturas de los consumidores, medidas que muchos países han puesto en marcha.
“No creo que debamos despertar falsas expectativas. En realidad, no podemos hacer más de lo que ya estamos haciendo”, indicó el ministro portugués de Medio Ambiente, Joao Pedro Matos Fernandes.
La subida de los precios llega cuando la UE se prepara para una importante actualización de las políticas climáticas, avivando la preocupación entre los Estados más pobres del centro y el este de la UE de que las medidas para aumentar el coste de los combustibles contaminantes puedan empujar a más hogares a la pobreza energética.
Los analistas afirman que los precios del gas son el principal motor del aumento de los costos de la electricidad en Europa, mientras que el coste de las compensaciones en el mercado europeo del carbono ha desempeñado un papel menor.
Bruselas sostiene que sus planes climáticos recortarán las facturas al reducir su exposición a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, y que si los países no reducen rápidamente las emisiones podrían enfrentarse a costes mucho mayores en forma de inundaciones mortales, olas de calor e incendios forestales.
“No nos distraigamos. El problema es la crisis climática”, señaló el jefe de la política climática de la UE, Frans Timmermans. “Cuanto más rápido avancemos hacia las energías renovables, más rápido podremos proteger a nuestros ciudadanos contra los precios altos”.