Alemania insiste en que no está en disposición de suministrar a Ucrania los blindados que desde Kiev se reclaman, pero busca fórmulas de intercambio para hacerlo a través de otros socios de la OTAN.
“La Bundeswehr (ejército alemán) no está en disposición de suministrar ese armamento pesado; de hacerlo no podría garantizar su operatividad ni responder a sus compromisos defensivos con la OTAN”, explicó la ministra de Defensa, Christine Lambrecht, en declaraciones al canal de televisión Ntv.
Sin embargo, está negociando algún tipo de intercambio a través de terceros países, como podría ser Eslovaquia, según esta fuente.
Ucrania viene reclamando de Alemania que le suministre tanques, cuestión que ha puesto al canciller Olaf Scholz bajo fuertes presiones, tanto de sus socios de coalición verdes y liberales como de la oposición conservadora alemana para que acceda a esta petición.
El socialdemócrata Scholz ha insistido en que el ejército alemán no está en disposición de suministrar ese armamento pesado, pero garantiza todo el apoyo “financiero y militar” a Kiev.
Su gobierno prepara una partida especial de 1,000 millones de euros de ayuda militar destinada a Ucrania, según se conoció el pasado fin de semana.
La ministra de Asuntos Exteriores, la verde Annalena Baerbock, afirmó hoy por su parte desde Letonia, donde se encuentra de visita de trabajo, que está “analizando” la operatividad de suministrar los blindados del tipo Leopard y Marder -los que solicita Kiev-.
“Para Alemania, no hay tabús sobre el armamento a entregar a Ucrania”, afirmó la titular de Exteriores, para referirse a continuación a la “escasez” que afronta el propio ejército alemán.
Scholz anunció pocos días después de iniciarse la invasión de Ucrania un paquete extraordinario de 100,000 millones de euros destinados a poner al día al Ejército alemán, tras años de recortes en la partida presupuestaria de Defensa.
Este proceso, sin embargo, “llevará tiempo”, reconoció el canciller.
Scholz ha sido criticado abiertamente por representantes de los Verdes y los Liberales por su falta de reacción frente a las peticiones de Kiev.
A esas presiones internas se suman las de socios europeos, como los países bálticos y Polonia, países hasta ahora mucho más activos que Alemania en lo que se refiere a Ucrania.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, indicó este jueves su disposición a “contactar” a Scholz para “explicarle” la necesidad de dar un giro rápido a su política de Defensa, ante la evidencia, dijo, de que Ucrania no puede esperar.