El gobierno alemán anunció que ha alquilado cuatro regasificadoras flotantes de gas natural licuado (GNL) que se instalarán entre finales de este año y el 2023 con el objetivo de sustituir el suministro de gas ruso, informó el ministerio de Economía.
Las dos primeras terminales estarán ya disponibles en el 2022 y se situarán entre este año y el siguiente en los puertos de Wilhelmshaven y en Brunsbüttel (Mar del Norte); las otras dos se localizarán en Stade (junto al mismo mar) y Lubmin, en la costa báltica, según un comunicado del ministerio.
Se trata de las primeras plantas regasificadoras con las que contará Alemania y a ellas se añadirá una quinta, también en Lubmin, iniciativa de un consorcio privado.
El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, afirmó a propósito de esas terminales flotantes que el gobierno ha actuado “con la mayor prioridad” para decidir dónde se localizarán en el contexto de las intenciones de Berlín de desconectarse definitivamente del gas procedente de Rusia.
“Tenemos que construir en el menor tiempo posible una nueva infraestructura para poder reemplazar lo antes posible al gas ruso. Por eso es una buena noticia que además de los cuatro barcos federales se añada un quinto barco regasificador”, agregó Habeck.
“De esa manera podremos aumentar las cantidades que lleguen y mejorar la situación del abastecimiento”, afirmó el ministro.
El gobierno alemán ya ha procedido a los cambios legislativos necesarios para poder conectar esas terminales regasificadoras a la red de gas y ahora se trata de que los preparativos para ellas se hagan en el menor plazo posible.
“Está claro que no es fácil. Hay muchas cosas que resolver y barreras que superar. En última instancia, tenemos que marcar un ritmo que no se ha visto antes en Alemania”, afirmó Habeck.
Según la información oficial cada una de las regasificadoras flotantes tiene una capacidad mínima de 5,000 millones de metros cúbicos anuales.
“Sin embargo, no solo es crucial atender a la capacidad de los barcos, sino también a las capacidades de línea, es decir, cuánta capacidad puede absorber la red”, advierte el ministerio, que indica que la primera terminal, en Wilhelmshaven, entrará en funcionamiento a finales del 2022.