Con el reciente anuncio de su ambicioso acuerdo verde, la Unión Europea (UE) busca adoptar una serie de medidas que aseguren la neutralidad climática de carbono para el 2050, un esfuerzo pionero del bloque que aspira servir de referente para el resto del mundo. ¿Cómo piensan ponerlo en práctica?
El embajador de la UE en el Perú, Diego Mellado, conversó con Gestion.pe sobre los alcances del nuevo pacto, su impacto en el comercio global y en la forma de hacer negocios, los planes de financiación y cómo deberían responder las empresas exportadoras peruanas a las exigencias ambientales.
Tras el anuncio en diciembre, ¿cuál es el próximo paso para su ejecución?
El pacto verde va a empezar inmediatamente. En los primeros 100 días se está preparando ya un proyecto de ley europea del clima, una legislación que va a establecer los principios fundamentales y obligaciones esenciales para poder avanzar hacia la transición ecológica que propone el pacto verde. También vamos a lanzar una consulta ciudadana para, en paralelo, ir explicando, recabando opiniones, ideas, tener cada vez más adhesiones por parte de la ciudadanía, empresas y de todos aquellos implicados en el pacto verde.
Luego habrá también estrategias sectoriales, el pacto verde afecta muchos sectores que tienen que transformarse, entre ellos construcción, transporte, energía, agricultura y alimentación. Al mismo tiempo sabemos que el pacto verde afecta a toda la industria. Por lo tanto los primeros meses vamos a sacar una hoja de ruta para la política industrial europea que va a apuntar a cómo transformar la industria europea a una industria limpia y circular, es decir que va a eliminar cada vez más los residuos. Hay una serie de medidas muy concretas desde el principio que van a poner las bases para que se puede ejecutar este pacto verde.
¿Cuándo se estaría implementando?
El proyecto de ley climática europea espero que esté listo para marzo o abril, esa es la primera etapa; de manera paralela, los estados miembros de la UE van a seguir discutiendo sobre el pacto verde. El mes pasado hubo una cumbre europea donde la mayoría de los Estados, todos excepto uno (Polonia), se comprometieron plenamente a ejecutar el acuerdo y en junio sostendremos otra cumbre europea donde nuevamente se volverá a discutir el pacto verde para llegar a la unanimidad.
Un aspecto muy importante para esa unanimidad será el de la transición justa. Este pacto no se va a realizar si no conseguimos que todos sean beneficiados y no se deje a nadie atrás. Una transición justa implica apoyar de forma financiera, legislativa y de todas las maneras posibles a aquellos que más van a sufrir las consecuencias de la necesaria transformación. Soy optimista que durante el 2020 vamos a avanzar mucho en este pacto.
¿Qué impacto tendrá en el comercio entre Europa y el resto del mundo?
El aspecto exterior del pacto verde es fundamental, queremos que genere una ambición climática mundial y que no solo Europa sino todos los países, en particular los del G20, así como los de América Latina y otros muchos socios europeos, estén con nosotros en esta transición necesaria.
Queremos transformar la política comercial, queremos que el aspecto medioambiental, que el capital natural de nuestro planeta sea un elemento más de nuestra política comercial y de los intercambios comerciales; que se tome en cuenta cuál es el impacto sobre la sostenibilidad global de los intercambios comerciales.
En el caso del Perú, Colombia y Ecuador, tenemos ya una cláusula de desarrollo sostenible en nuestro acuerdo de libre comercio, por lo tanto ya hay un compromiso para que tanto en Europa como en los países socios, Perú en particular, el comercio no genere un impacto negativo sobre la sostenibilidad, y nosotros, dentro de las discusiones que tenemos con el Perú y los demás socios comerciales ya hablamos de estos aspectos, por lo tanto, con el pacto verde europeo seguiremos hablando y asegurándonos de que avanzamos de la mano en el desarrollo del comercio sostenible.
¿Cómo definiría el rol del sector privado en esta iniciativa?
Es fundamental. El pacto verde europeo no puede avanzar si no tiene la adhesión plena y total del sector privado, de las empresas, son muchas de ellas las que tienen que transformarse con el apoyo institucional; por lo tanto, lo importante del pacto verde es que ya tenemos la adhesión, tenemos el compromiso de las empresas europeas, y esto ya está transformando cómo piensan las empresas europeas, el ADN de la industria europea está evolucionando, la sostenibilidad, la protección del medio ambiente, este capital natural es un activo importante que las empresas ya toman en consideración.
Esperamos que en su labor internacional, esas empresas tomen en cuenta este capital natural, este objetivo de protección del medio ambiente, de lucha contra el cambio climático, espero que esto le dé cada vez más relevancia a una especie de marca europea; es decir, cuando uno hace negocios con una empresa europea o viene a hacer comercio con Europa, siempre tiene que tener presente este capital natural como un activo más, como un aspecto importante del impacto de la actividad económica.
Creo que las empresas europeas van a venir con ese espíritu a invertir en el Perú y en otros países de América Latina.
¿Cómo se planea financiar el acuerdo?
Para tener credibilidad, el pacto verde tiene que implicar financiación, inversión y fondos públicos y privados, porque una política no tiene ninguna credibilidad si no se le aporta fondos. La inversión necesaria en Europa será de 1.5% del PBI a nivel de todo el bloque (US$ 300,000 millones), y eso es una cifra conservadora, es posible que sea más.
A partir de ahora se movilizará fondos públicos europeos, también se fomentará que los Estados miembros europeos movilicen fondos de sus presupuestos nacionales y sobre todo se trabajará con el sector privado para que ellos también puedan dirigir las inversiones privadas a aquellos proyectos que mayor impacto positivo tienen sobre el medio ambiente.
Pensamos y deseamos que en el futuro, esas inversiones sean las más rentables, que sea mucho más rentable invertir fondos públicos y privados en proyectos que sean favorables al medio ambiente y al cambio climático, se trata de generar una economía verde que sea competitiva y altamente rentable.
¿Qué opina de los esfuerzos climáticos en Perú?
En el Perú ya se habla de economía circular, hemos oído al presidente hablar de economía circular, a los distintos ministros, hemos colaborado en un foro de economía circular hace poco, que es precisamente la transformación de la política industrial de los países para que las empresas y todos los sectores trabajen generando menos residuos y a reciclar y utilizar muchos residuos de los recursos que se utilizan; en el Perú ya se está transformando en parte algunos sectores.
Veo también en Perú que los consumidores son cada vez más conscientes de los riesgos de la contaminación. Mucha gente ya no quiere utilizar cañitas y bolsas de plástico porque son conscientes del impacto negativo que tienen esa actividad. Esto no es solo un tema europeo sino una tendencia global y demuestra la solidaridad entre pueblos y países y sobre todo la solidaridad intergeneracional porque lo que hacemos ahora afectará a las generaciones futuras.
¿Cómo deben responder las empresas exportadoras a las nuevas exigencias ambientales?
Las empresas tienen que adaptarse constantemente como parte del desarrollo económico de un sistema de comercio libre entre países basado en reglas. La necesidad del sistema económico en general, no solo el comercio, es adaptarse a la transición ecológica.
Aquellas empresas que estén en el sector exportador también tienen que adecuarse y muchas ya lo saben porque, además, el Perú está adquiriendo una posición de liderazgo importante en Europa en mercados como el de la agricultura ecológica y orgánica; es decir, los empresarios ya saben perfectamente donde está el negocio y ya están yendo hacia ese tipo de negocio y Europa quiere encabezar ese desarrollo económico. Por lo tanto, los países y empresas que se sumen a esta ola van a tener ventajas bien concretas.