
Los incendios eléctricos representan uno de los riesgos más graves y silenciosos dentro de los hogares estadounidenses. Muchas veces se originan sin señales evidentes y pueden comenzar tanto en electrodomésticos como dentro de las paredes, tomando por sorpresa a los propietarios antes de que se detecte el problema.
Aunque este tipo de incendios puede ocurrir en cualquier época del año, el peligro aumenta durante el invierno.
El portal Realtor.com señala que, de acuerdo con la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, cerca del 30 % de los incendios domésticos relacionados con fallas eléctricas o mal funcionamiento se registran entre noviembre y febrero, cuando el uso de la electricidad se incrementa.
Los expertos señalan que, además de mantener precauciones todo el año, es clave reforzar la seguridad en los meses fríos.

Bob Marshall, ingeniero eléctrico y director ejecutivo de Whisker Labs, explica que en invierno se utilizan más dispositivos eléctricos dentro del hogar.
“Desde calefactores portátiles hasta ollas de cocción lenta, existen peligros eléctricos ocultos en lugares que pueden parecer inofensivos”, advirtió. “Sin un uso adecuado y atención, estos aparatos pueden volverse peligrosos”.
Uno de los mayores problemas en esta temporada es la sobrecarga del sistema eléctrico con equipos como calefactores y mantas eléctricas. A esto se suma el uso incorrecto de cables de extensión, ya que muchas personas emplean extensiones livianas para aparatos de alto consumo, lo que puede provocar que el cable se recaliente, se derrita y se incendie.
Marshall indica que la primera señal de alerta suele ser algo que parece menor.

“Las luces parpadeantes son una de las señales más comunes y visibles de que algo podría estar mal con el sistema eléctrico de la casa”, explicó.
“A menudo se deben a una conexión floja, ya sea en el cableado interno o en el equipo eléctrico exterior. Las conexiones sueltas pueden generar arcos eléctricos, producir calor y aumentar el riesgo de incendio. Si notas parpadeos frecuentes, apaga el interruptor del circuito y agenda una inspección con un electricista certificado”, agregó.
Otros indicios de peligro incluyen sonidos u olores inusuales: “Los riesgos eléctricos suelen venir acompañados de olores, ruidos o señales visuales. Si un tomacorriente o interruptor emite un zumbido, está decolorado, desprende un olor extraño o se siente caliente al tacto, deja de usarlo y contacta de inmediato a un electricista”.
Cómo reducir el riesgo de incendios eléctricos
Para reducir el riesgo, el uso responsable de los electrodomésticos es clave, especialmente en invierno.
Marshall recomienda no sobrecargar enchufes ni regletas y nunca conectar calefactores a extensiones.
“Nunca enchufes calefactores en cables de extensión o regletas y revisa las luces navideñas antes de usarlas”, señaló. Además, aconsejó elegir productos certificados, no dejarlos conectados sin supervisión y reemplazarlos cada 10 años.

“Los calefactores portátiles requieren especial cuidado: deben conectarse directamente a un enchufe libre, no usarse durante la noche y evitarse en zonas de mucho tránsito”, añadió.
Finalmente, recordó que algunos peligros pueden desarrollarse sin ser visibles, por lo que los sensores inteligentes y los detectores de humo y monóxido de carbono son aliados importantes.
“Estos sistemas pueden detectar señales tempranas y alertarte para que actúes antes de que el problema sea grave”, explicó Marshall, quien también recomendó tener siempre un extintor a mano como medida adicional de seguridad.







