Timothy Armoo, cofundador y ex director ejecutivo de Fanbytes. (Timoteo Armoo)
Timothy Armoo, cofundador y ex director ejecutivo de Fanbytes. (Timoteo Armoo)

La historia de Timothy Armoo es una de superación, perseverancia y visión empresarial que lo llevó de un humilde barrio en el sur de Londres a convertirse en millonario antes de los 30 años. A sus 29 años, Armoo no solo desafió las circunstancias difíciles de su juventud, sino que logró vender su empresa de marketing de influencers, Fanbytes, por una cifra de ocho dígitos. Sin embargo, su éxito no fue un golpe de suerte, sino el resultado de años de trabajo arduo, creatividad y una mentalidad inquebrantable.

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Un inicio humilde en uno de los barrios más pobres de Londres

Armoo creció en Old Kent Road, una de las zonas más pobres del sur de Londres, conocida por la alta tasa de pobreza y los conflictos de pandillas. Vivía con su padre en un apartamento del cuarto piso de una vivienda pública en el barrio de Southwark, una de las 19 áreas identificadas por Trust for London con niveles de pobreza significativamente más altos que el promedio en Inglaterra.

“Era el lugar más pobre”, recuerda Armoo en una entrevista, refiriéndose a los años más duros de su juventud. Durante ese tiempo, el sur de Londres vivía el pico de las guerras de pandillas entre 2005 y 2012, una época de gran incertidumbre y peligro. Sin embargo, incluso en medio de estas dificultades, Armoo mantuvo un espíritu emprendedor que se manifestaba desde temprana edad.

El primer paso hacia el éxito: un negocio de tutorías a los 14 años

A los 14 años, Armoo dio sus primeros pasos en el mundo empresarial al lanzar un negocio de tutorías para estudiantes. Comenzó enseñando matemáticas a sus compañeros, y a medida que aumentaba la demanda, conectaba a otros estudiantes con tutores y se llevaba una comisión por cada conexión exitosa. Su primer ingreso, una modesta comisión de 5 libras, fue un momento revelador que le mostró que, con ingenio y esfuerzo, podía generar ingresos incluso desde una situación desfavorable.

“Siempre me decía: ‘Esto es temporal. Esto es temporal. Esto es temporal’”, recuerda Armoo, una mentalidad que lo ayudó a mantenerse enfocado en sus metas a pesar de sus circunstancias.

La oportunidad que cambió su perspectiva: una beca a los 16 años

Su visión del dinero y la riqueza cambió radicalmente a los 16 años, cuando obtuvo una beca para asistir a una prestigiosa escuela privada donde completó sus A-Levels, equivalentes al programa Advanced Placement en Estados Unidos. Fue en esta institución donde Armoo se dio cuenta de que la riqueza no era solo para unos pocos elegidos. “Recuerdo que un día un chico fue recogido en helicóptero”, comenta. Este episodio le abrió los ojos a un mundo donde la riqueza se podía construir, sin necesidad de ser un magnate como Richard Branson.

A los 17 años, mientras aún terminaba sus A-Levels, Armoo vendió su primer negocio, un blog en línea llamado Entrepreneur Express, por 110,000 libras tras solo 11 meses de operación. Entrevistó a figuras destacadas como Richard Branson, Alan Sugar y James Caan, y aunque hacer rentable el blog fue un desafío, encontró el éxito al colocar anuncios en línea y utilizar estrategias de distribución viral en redes sociales como Instagram y Facebook.

Para Armoo, su primer negocio no necesitaba ser una idea millonaria; lo importante era subir el primer escalón en la escalera del dinero. Siguiendo el consejo del inversionista Charlie Munger, quien decía que hacer los primeros 100,000 dólares es lo más difícil, Armoo optimizó su esfuerzo para alcanzar esa meta inicial, y a partir de ahí, la vida se volvió más manejable.

Fanbytes: una empresa construida para ser vendida

En 2017, Armoo cofundó Fanbytes junto a Ambrose Cooke y Mitchell Fasanya, con la visión de conectar marcas con influencers para crear campañas de marketing efectivas. Fanbytes rápidamente captó la atención de grandes marcas como Nike, Samsung y Amazon, y se posicionó como pionera en la economía de los creadores, un mercado en auge donde las empresas buscaban formas innovadoras de conectar con sus audiencias.

La empresa comenzó levantando pequeñas rondas de inversión que poco a poco fueron creciendo, y en 2021 Armoo apareció en la lista de Forbes 30 Under 30. Poco después, la empresa recibió múltiples ofertas de compra, y finalmente, en mayo de 2022, Fanbytes fue vendida a Brainlabs, una agencia global de marketing digital, por una cifra de ocho dígitos. Armoo sabía desde el principio que “la meta siempre fue construir algo que pudiera ser vendido,” y su enfoque en este objetivo fue lo que finalmente lo llevó a la cima.

Armoo nunca permitió que su raza fuera un obstáculo. En lugar de verlo como una desventaja, lo utilizó como una herramienta para destacar en un entorno dominado por empresarios blancos. “Todos recordaban al chico negro con barba en una sala llena de personas blancas”, comenta, destacando que su singularidad se convirtió en una ventaja en su carrera como emprendedor.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.


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