El sábado 24 de junio, el Grupo Wagner se volvió en el protagonista de la noticia debido a su intento de rebeldía contra el Ministerio de Defensa de Rusia y su presidente, Vladimir Putin.
Por muchos años, Yevgeny Prigozhin, líder del grupo Wagner, se mantuvo cerca al círculo de poder del mandatario ruso. Sin embargo, parece que todo cambió tras la acusación al ministerio por bombardear sus campamentos.
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La semana pasada, el grupo de mercenarios llegó hasta la ciudad de Rostov del Don, a unos 200 km de Moscú, y señalaron que daban un paso atrás para evitar derramar sangre.
Prigozhin aceptó la propuesta del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashneko, y abandonó Rusia. Sin embargo, Putin nombró el acto como una puñalada en la espalda.
¿Quién es Yevgeni Prighozin?
Tiene 61 años y se volvió muy amigo de Putin en el 2001, cuando se conocieron en el lujoso restaurante flotante de Prigozhin en San Petersburgo.
Años atrás Prigozhin fue un exconvicto y vendedor de perritos calientes, estuvo encarcelado por nueve años por robo y fraude.
En 1990, la campaña “terapia de choque” hizo que varios presos puedan tener oportunidad de negocio. Es así que al terminar su condena hizo fortuna.
Tras vender perritos calientes en la calle, monta una cadena de restaurantes y un comercio de catering llamado “Concorde Catering” en 1996. Es en uno de sus locales donde conoce al presidente ruso.
Luego, la empresa firma lucrativos contratos con las autoridades rusas para alimentar al ejército y las escuelas de San Petersburgo y Moscú.
El empresario Yevgeny Prigozhin y Vladimir Putin en una imagen del 20 de septiembre de 2010. (ALEXEY DRUZHININ / SPUTNIK / AFP).
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Intromisión y riqueza
En el 2016, Estados Unidos lo investiga por una supuesta intromisión en sus elecciones. Es así que se conoce que el mercenario tiene tres aviones privados y un yate de lujo registrados en paraísos fiscales como Islas Caimán y las Seychelles.
Además, dirige un grupo de medios de comunicación llamado Patriot, el cual mantiene una buena audiencia, se dice que es mayor que la agencia estatal de noticias Tass o la televisora RT.
Sin embargo, EE.UU. no es el único país que lo acusa de intromisión política. Pues varios países de África lo han acusado de manipulación de la opinión pública en redes sociales en Madagascar, República Centroafricana, Mozambique, Costa de Marfil, Camerún, Libia y Sudán.
No obstante, tras la rebelión no se conoce cuál será el futuro de estos soldados del grupo Wagner.
