Las expectativas sobre la polémica agenda migratoria de Donald Trump se han reavivado tras su reciente victoria en las elecciones presidenciales de 2024. Uno de los temas más frecuentes durante su campaña fue la promesa de llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, una política que constituyó un pilar clave de su administración anterior. A medida que se acercan los primeros días de su regreso a la Casa Blanca, los detalles sobre la implementación de estas medidas empiezan a tomar forma, lo que está generando tanto apoyo como oposición a nivel nacional e internacional.
La política de deportaciones de Trump busca, en gran parte, enfocar los esfuerzos en la expulsión de aquellos inmigrantes que han cometido delitos graves, según la postura del mandatario. En este contexto, se han intensificado los preparativos para llevar a cabo su promesa de desmantelar redes de criminales que cruzan la frontera sur, particularmente en el área del Valle del Río Grande, una de las zonas más calientes en términos de tráfico ilegal de personas y drogas.
EL LUGAR OFRECIDO PARA LAS DEPORTACIONES
En este escenario, la Oficina General de Tierras de Texas ha ofrecido un terreno de 1,400 acres en el condado de Starr, en el sur del estado, como posible ubicación para los centros de detención y procesamiento de inmigrantes que sean deportados. Este terreno, adquirido por el estado en octubre de 2024, se encuentra cerca de la frontera con México, lo que lo convierte en un punto estratégico para las operaciones migratorias. La comisionada de tierras de Texas, Dawn Buckingham, envió una carta al presidente electo, Donald Trump, detallando las características del rancho y ofreciéndolo para la construcción de las instalaciones necesarias para implementar la política de deportaciones masivas.
Según el documento obtenido por Fox News Digital, Buckingham expresó la disposición de la Oficina General de Tierras de Texas para colaborar con agencias federales, como el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y la Patrulla Fronteriza, con el fin de desarrollar una infraestructura que facilite la “mayor deportación de criminales violentos en la historia de la nación”. Este proyecto tiene como objetivo centralizar el procesamiento y la detención de inmigrantes indocumentados que hayan cometido delitos graves en Estados Unidos.
Buckingham también expresó su apoyo rotundo a la política de Trump en relación con la seguridad de las comunidades estadounidenses. En sus declaraciones, subrayó que muchos de los inmigrantes que llegan sin papeles han sido responsables de actos criminales que afectan directamente a los habitantes de los lugares en los que residen. “Lo que me importa es que tengamos comunidades seguras, y no hay duda de que estamos perdiendo a muchos de nuestros niños a causa de estos criminales violentos que cruzan la frontera. Estoy 100% de acuerdo con la promesa de la administración Trump de sacar a estos criminales de nuestro país”, afirmó Buckingham en su carta a Trump.
La comisionada de tierras de Texas, Dawn Buckingham, al lado de Donald Trump (Foto: Dawn Buckingham / Twitter)
Este terreno en particular, que anteriormente fue propiedad de un individuo que bloqueó los esfuerzos del estado para construir un muro fronterizo, tiene ahora un nuevo propósito. En lugar de construir el muro, la Oficina de Tierras de Texas planea utilizar la propiedad para albergar instalaciones de detención, con el objetivo de abordar las políticas de deportación masiva propuestas por la administración entrante. De acuerdo con funcionarios locales, esta región ha sido un punto focal para el tráfico ilegal de personas y drogas, lo que hace que la ubicación sea aún más relevante para las operaciones de control fronterizo.
EL GOBERNADOR DE TEXAS ESTÁ A FAVOR DE LAS DEPORTACIONES
El gobernador de Texas, Greg Abbott, también ha expresado su apoyo a dicha política que Trump ha prometido implementar. En declaraciones previas, Abbott afirmó que la primera fase de las deportaciones se centrará en los inmigrantes considerados delincuentes. “Comenzarán con los criminales que están aquí”, indicó Abbott, dejando claro que los esfuerzos no se limitarán solo a la detención de inmigrantes sin papeles, sino que se priorizará a aquellos que representan una amenaza para la seguridad pública.
Además de la deportación de inmigrantes criminales, Abbott anticipó que la administración de Trump seguirá un enfoque más amplio una vez que se hayan procesado a los criminales. “Trump ha dejado perfectamente claro que las deportaciones son un proceso. Comenzarán con los criminales y después de que termine con eso, mirará a otros lugares”, agregó el gobernador de Texas. Esta estrategia refleja la intensión de Trump de continuar con su postura firme respecto a la inmigración ilegal, pero también de manejar el proceso de manera gradual.
Una figura clave en la implementación de estas políticas será Tom Homan, quien fue director interino del ICE durante la presidencia de Trump entre 2017 y 2021. Este hombre ha sido nombrado “zar de la frontera” en la nueva administración y estará encargado de supervisar todas las deportaciones de inmigrantes ilegales. Según Abbott, Homan es la persona adecuada para enfrentar los retos de seguridad fronteriza y coordinar los esfuerzos de detención y expulsión de inmigrantes indocumentados.
Greg Abbott, gobernador de Texas, ha mostrado una postura a favor de las deportaciones de inmigrantes indocumentados (Foto: AFP)
