Río de Janeiro y las dudas sobre sus olimpiadas

Redacción Gestión

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(Reuters) A medida que la calma se apodera del Estadio Olímpico de Londres tras la ceremonia de clausura del domingo, aumenta la presión sobre Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos del 2016.

Junto con la Copa Mundial de fútbol que se disputará en el 2014 en Río de Janeiro y otras 11 ciudades brasileñas, los Juegos Olímpicos deberían demostrar que Brasil está finalmente alcanzando la estatura de una potencia desarrollada.

Pero la exuberancia está cediendo lugar a cierta inquietud. Retrasos en las construcciones, presupuestos excedidos y aeropuertos, carreteras y líneas de metro saturadas dan la impresión de que Río, la primera ciudad de América Latina en organizar los Juegos, tiene aún mucho por delante si quiere realizar el evento con la misma calma y eficiencia que lo hizo Londres.

Mucho por hacer Hasta ahora, pocas cosas están listas en Río. En junio, durante su última visita, integrantes del Comité Olímpico dijeron que "los cronogramas para la entrega están bastante apretados y la cantidad de trabajo que debe completarse es considerable".

El comité dijo que era todavía más preocupante el hecho de que Río de Janeiro no haya comenzado la construcción del Parque Olímpico y un conjunto de edificios que albergarán a la mayoría de las competencias y las instalaciones para los medios de comunicación.

Leonardo Gryner, jefe del comité organizador de Río de Janeiro 2016, dijo la semana pasada en Londres que las instalaciones estarán listas en el 2015, a tiempo para probarlas antes del evento.

O Globo, el principal diario de Río de Janeiro, publicó el lunes una fotografía de una bandera sucia y deshilachada sobre el memorial de los Juegos Panamericanos, describiéndolo como un "retrato del abandono".

Cómo quedó LondresDespués de la fiesta viene la resaca: los oros olímpicos de Londres pronto serán un lejano recuerdo, mientras Gran Bretaña regresa a la realidad de su desastre económico y años de ajustes.Los Juegos Olímpicos levantaron el ánimo del país, pero el Gobierno tiene pocas alternativas para evitar un plan de austeridad que podría durar por el resto de esta década, aunque algunos académicos y economistas creen que podrían necesitarse políticas aún más radicales."Francamente, las Olimpiadas ayudan a tapar con papel el hecho de que estamos al borde de una depresión", dijo Simon Lee, catedrático de política de la University of Hull. "Si la economía va en caída libre, entonces los políticos desesperados por ser reelectos descubrirán que pueden hacer cosas mucho más radicales por el interés nacional", agregó.LAS CLAVES

Experiencia. No es la primera vez que Río de Janeiro organiza grandes eventos. El famoso Carnaval de la ciudad atrae cada año a más de 800,000 visitantes. Masivos conciertos en la playa de Copacabana han atraído a más de un millón de personas.

Proyección. El Ministerio de Turismo brasileño espera casi 400,000 visitantes extranjeros durante los Juegos Olímpicos.

Inversión. El costo final de los Juegos podría exceder ampliamente la previsión de 29,000 millones de reales (US$ 14,400 millones).

Preocupación. Los operadores de hoteles se quejan de lo difícil que es encontrar personal calificado.

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