FOTOGALERÍA. La guerra derivada de la invasión rusa a Ucrania podría tener efectos devastadores para los multimillonarios rusos. Las sanciones económicas de la Unión Europea y Estados Unidos ya han comenzado a tener efectos sobre los recursos del país dirigido por Vladímir Putin, algo que podría terminar movilizando a estos grandes empresarios para no ver comprometidos sus inmensos patrimonios, según el portal emprendedores.
De momento, los primeros días de la guerra dejan una inflación de más del 30%, provocada por el aumento de los precios por parte de algunos empresarios. “Nos encontramos en un mundo nuevo donde, además del aumento del tipo de cambio, se han introducido sanciones tecnológicas y aún no está claro cómo se entregarán muchos productos”, ha explicado el director de la cadena de tecnología minorista DNS, quien entiende que “estos precios resulten molestos” para el consumidor ruso.
Además, el bloqueo del sistema de pagos SWIFT ha frenado en seco las transacciones internacionales, lo que ha resultado en una devaluación sin precedentes del rublo con respecto a monedas como el euro o el dólar. En definitiva, consecuencias de la guerra que prometen dar mucho que hablar a lo largo de 2022.
Los multimillonarios rusos más afectados por la guerra
Es uno de los empresarios multimillonarios rusos más conocido en occidente. Se trata del dueño del Chelsea londinense, y uno de los magnates que más podrían estar sufriendo las consecuencias de la guerra entre su país y Ucrania. Tanto es así, que ha decidido participar en las negociaciones de paz que delegaciones de ambos países están teniendo en Bielorrusia durante estos días.
Además de ser dueño del club de fútbol inglés, del que abandonó temporalmente la dirección tras el estallido de la guerra para evitar posibles sanciones, Abramovich cuenta con una fortuna de más de 13.600 millones de dólares, proveniente de varios negocios exitosos, sobre todo en el sector de la energía.
A sus 65 años, Vladimir Lisin es uno de los oligarcas rusos más ricos del país. Cuenta con una fortuna estimada en 26.900 millones de dólares, gracias a ser el máximo accionista y director de Novolipetsk, una de las cuatro grandes compañías siderúrgicas de Rusia. Además, es un destacado experto en este sector, y ha publicado varios trabajos académicos.
Este multimillonario ruso también debe gran parte de su fortuna, que supera los 22.000 millones de dólares, al sector energético. Sin embargo, en su caso ha sabido diversificar su cartera de empresas, con inversiones en el sector de la distribución alimentaria, las telecomunicaciones, el turismo, los medios de comunicación o el sector financiero. También es el dueño de dos aeropuertos, por lo que el cierre del espacio aéreo entre Rusia y la Unión Europea tras la guerra con Ucrania podría afectarle especialmente.
Es el dueño de la cadena de supermercados Dia, a través de su vehículo inversor LetterOne, y también uno de los multimillonarios rusos más afectados por la guerra que libra su país en Ucrania. Su fortuna estimada asciende a 11.300 millones de dólares, gracias a un conglomerado de empresas multinacional y a Alfa Bank, una entidad bancaria de la que es fundador.
Fridman es uno de los empresarios sancionados por la Unión Europea a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, alegando su fuerte vínculo con la administración Putin y los grandes beneficios que obtuvo de la anexión de Crimea en 2014. Ante la complicada situación actual, el multimillonario ha optado por pedir el cese de la guerra, y recordar su origen ucraniano. “Esta crisis costará vidas y dañará a dos naciones que han sido hermanos durante cientos de años. Si bien una solución parece terriblemente lejana, solo puedo unirme a aquellos cuyo ferviente deseo es que el derramamiento de sangre termine”, ha afirmado.