De acuerdo con los resultados del Índice de Competitividad Regional (Incore), elaborado por el IPE, San Martín se ubicó en el puesto 16 (de 25 departamentos) en cuanto a desarrollo económico y social. Si analizamos los pilares del índice, este departamento presenta mayores rezagos en lo que respecta a Educación, Laboral y Entorno Económico.
Asimismo, según cifras del INEI, en el 2020, la población de San Martín en situación de pobreza es del 26%, mientras que el 54.2% es considerado pobre multidimensionalmente, es decir, no contaban con al menos un servicio básico que garantice una calidad de vida mínima.
Si hablamos de salud, podemos mencionar que el número de médicos por cada 10,000 habitantes es de 6.5, por debajo del promedio nacional (26.4), lo que lo posiciona como uno de los departamentos con la menor cantidad del personal médico a nivel nacional. Asimismo, el porcentaje de menores de cinco años con desnutrición crónica es del 10.8%, cifra por debajo del promedio nacional (12.1%).
En lo que respecta a educación, el porcentaje de asistencia escolar en inicial, primaria y secundaria en la edad correspondiente fue del 84.1%, inferior al promedio nacional (87.5%). Además, el 26% de colegios privados y públicos cuenta con acceso a electricidad, agua y desagüe, cuando el promedio nacional es del 41.1%.
Las principales actividades económicas de San Martin en la última década han sido la agricultura, la ganadería, la caza y la silvicultura. Entre el 2008 y 2019, estas crecieron a una tasa promedio anual de 4.4%, al pasar de S/ 961 millones a S/ 1,544 millones. Cabe mencionar que, a pesar de la pandemia, en el 2020, el sector evidenció un incremento de 10.7%.
En cuanto al desempeño de sus exportaciones, estas crecieron a una tasa promedio anual de 9.9% en el periodo 2001-2019, lideradas por la exportación de café en grano. Además, en el 2020, las exportaciones de este departamento amazónico registraron un total de US$ 129 millones, un 21.9% más respecto del 2019.
Entre los principales destinos de las exportaciones del departamento figuran Colombia, Chile, Estados Unidos, Países Bajos y Alemania, y los principales productos de exportaciones son el café verde en grano, el aceite de palma y el arroz.
En lo que se refiere a las micro y pequeñas empresas del departamento, podemos mencionar que, en el 2020, el 84% de estas unidades de negocios fue informal; sus ventas registraron una caída de 21.1% en ese mismo año; y su Índice de Capacidad Formal no supera el 0.26, por lo que se ubican en el puesto 19 respecto de los demás departamentos a nivel nacional.
Adicionalmente, un sector por mencionar es el de alojamiento y restaurantes, ligado fuertemente al turismo. Este alcanzó un crecimiento promedio anual de 5.2% en el periodo 2010-2019, al pasar de S/ 118 millones a S/ 186 millones. En el 2020, como consecuencia del COVID-19 y las acciones tomadas para frenar su avance, registró una caída de 49.4%.
San Martín, al igual que la gran mayoría de departamentos del país, adolece de una administración pública que no lograr traducir sus recursos en bienes y servicios públicos de calidad.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Economía y Finanzas, el presupuesto público por habitante de San Martín ha crecido 122% en la última década, al pasar de S/ 1,891 a S/ 4,195, mientras que el promedio nacional lo hizo en un 68%.
En el periodo 2011-2020, la ejecución de la inversión pública de los Gobiernos locales de San Martín presenta una tendencia a la baja. Al tercer trimestre del 2021, apenas alcanza un 48% de ejecución, mientras que el Gobierno regional mantuvo una ejecución de 66%.
Cabe mencionar que, al tercer trimestre del 2021, la Municipalidad Distrital de Nueva Cajamarca es la que recibe mayor presupuesto para inversión pública, y registra un avance de 44%.
El departamento registra destacados avances en el plano económico, especialmente en cuanto a las agroexportaciones. Sin embargo, aún queda una tarea pendiente asociada a mejorar la ejecución del presupuesto de inversión pública en los Gobiernos locales, lo que no se soluciona con cambios normativos ni poniendo en riesgo la estabilidad jurídica del país, sino mejorando las capacidades de la administración pública en el interior del país, así como facilitando el trabajo conjunto entre la empresa privada y el Estado para brindar servicios de calidad para la población.