De acuerdo con los resultados del Índice de Competitividad Regional (Incore), elaborado por el IPE, Ucayali se ubicó en el puesto 18 (de 25 departamentos) en cuanto a desarrollo económico y social. Si analizamos los pilares del índice, se ubica en las últimas posiciones en lo que respecta a los pilares de Educación, Salud, Infraestructura y Entorno económico.
Asimismo, según cifras del INEI, para el 2020, la población de Ucayali en situación de pobreza es de 21.2%; mientras que 53.8% es considerado pobre multidimensionalmente; es decir, uno de cada dos ucayalinos no cuentan con al menos un servicio básico que garantice una calidad de vida mínima.
Si nos enfocamos en salud, observamos que el porcentaje de menores de cinco años con desnutrición crónica es de 17.4%, aunque este se redujo de 31.6% en el 2010, aún se encuentra muy por encima del promedio nacional (12.1%).
Además, Ucayali es uno de los departamentos con menor número de médicos por cada 10,000 habitantes, alcanzando 10.9 médicos por cada 10,000 habitantes en el 2019, mientras que el promedio nacional fue de 26.4.
En lo que respecta a educación, el porcentaje de asistencia escolar en inicial, primaria y secundaria en la edad correspondiente alcanzó el 80.5%, inferior al promedio nacional (87.5%).
Asimismo, solo el 7.7% de colegios privados y públicos cuenta con acceso a electricidad, agua y desagüe, una cifra alarmante, muy por debajo del promedio nacional (41.4%) y que lo posiciona como uno de los departamentos con peor desempeño en este indicador.
En los últimos años, el comercio se posicionó como la principal actividad productiva del departamento, creciendo a una tasa promedio anual de 3.6% entre el 2008-2019, al pasar de S/ 523 millones a S/ 774 millones. Sin embargo, con la pandemia, en el 2020, el sector evidenció una fuerte caída de 16.2%.
En cuanto al desempeño de sus exportaciones, estas crecieron a una tasa promedio anual de 2.7%, en el periodo 2001-2019. En el 2020, las exportaciones registraron un total de US$ 47 millones, un 109.6% más respecto del 2019. Cabe resaltar que el total de las exportaciones en Ucayali son exportaciones no tradicionales.
Entre los principales destinos de las exportaciones del departamento, figuran Colombia, China, Países Bajos, Kenia, Francia y Bélgica, siendo los principales productos de exportación el aceite de palma, cacao en grano y madera.
En lo que se refiere a las micro y pequeñas empresas del departamento, podemos mencionar que, en el 2020, el 91% de estas unidades de negocios fue informal; sus ventas registraron una caída de 41.1% en ese mismo año; aunque en el Índice de Capacidad Formal de estas no supera el 0.25, ubicándola en el puesto 20 respecto a los demás departamentos a nivel nacional.
Adicionalmente, un sector por mencionar es el de alojamiento y restaurantes, ligado fuertemente al turismo. Este alcanzó un crecimiento promedio anual de 4.7% en el periodo 2010-2019, pasando de S/ 118 millones a S/ 179 millones. En el 2020, como consecuencia del COVID-19 y las acciones tomadas para frenar el brote de esta, registró una caída de 48.6%.
Ucayali, al igual que la gran mayoría de departamentos del país, adolece de una administración pública que no traduce sus recursos en bienes y servicios públicos de calidad.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el presupuesto público por habitante de Ucayali ha crecido un 83% en la última década, al pasar de S/ 2,181 a S/ 3,988; mientras que el promedio nacional lo hizo en 68%.
En el periodo 2011-2020, la ejecución de la inversión pública de los gobiernos locales de Ucayali se ha estancado en alrededor de 60%. Asimismo, al tercer trimestre del 2021, apenas alcanza un 44% de ejecución; mientras que el gobierno regional tiene una mayor ejecución, llegando a 57%.
Cabe mencionar que, a tres meses de culminar el año, la Municipalidad Provincial de Coronel Portillo, es la que recibe mayor presupuesto para inversión pública, y registra un avance de 43%.
Ucayali concentra gran parte de la riqueza natural del país en la zona de la selva peruana, pero sus pobladores aun enfrentan grandes brechas en el acceso a servicios básicos, principalmente en salud y educación. La evidencia demuestra que una de las principales falencias se encuentra en la administración de los recursos públicos.
El problema no es la Constitución, el problema no es el sistema económico peruano, sino el cómo se traduce el crecimiento reflejado por años en mayor bienestar para la población y por ende su calidad de vida.