De acuerdo con los resultados del Índice de Competitividad Regional (Incore), elaborado por el IPE, el Cusco se ubicó en el puesto 13 (de 25 departamentos) en cuanto a desarrollo económico y social. En lo que respecta a los pilares de Infraestructura, Educación y Entorno económico, se encuentra por encima del promedio; mientras que en los de Instituciones y Laboral se posiciona en los últimos lugares.
Asimismo, según cifras del INEI, la población cusqueña en situación de pobreza es de 32.1%, mientras que el 46.4% se considera pobre multidimensionalmente, es decir, que no cuenta con al menos un servicio básico que garantice una calidad de vida mínima.
Si hablamos de salud, podemos mencionar que el porcentaje de menores de cinco años con desnutrición crónica es de 13.5%, por encima del promedio nacional (12.1%). Además, el número de médicos por cada 10,000 habitantes es de 20.6, por debajo del promedio nacional (26.4)
En lo que respecta a educación, el porcentaje de analfabetismo en la población de 15 años a más fue de 8.8%, superior al promedio nacional (5.5%). Asimismo, el 37.1% de los colegios privados y públicos cuenta con acceso a electricidad, agua y desagüe, por debajo del promedio nacional (41.4%).
En los últimos años, la extracción de petróleo, gas y minerales se posiciona como la principal actividad productiva del departamento. Entre el 2008 y 2019, esta creció a una tasa promedio anual de 8.9%, al pasar de S/ 3,855 millones a S/ 9,851 millones. Sin embargo, debido a la pandemia, registró una caída de 9.4% en el 2020.
En cuanto al desempeño de sus exportaciones, estas crecieron a una tasa promedio anual de 15.3%, en el periodo 2001-2019, lideradas por los envíos de minerales. En el 2020, las exportaciones registraron un total de US$ 1,793 millones, un 4.3% menos que en el 2019.
Entre los principales destinos de las exportaciones del departamento, figuran China, Corea del Sur, Japón y la India, y los principales productos de exportaciones son el cobre, el oro y el molibdeno
En lo que se refiere a las micro y pequeñas empresas del departamento, podemos mencionar que, en el 2020, el 83% de estas unidades de negocios fue informal; sus ventas registraron una caída de 46% en ese mismo año; y su Índice de Capacidad Formal no supera el 0.24, lo que las ubica en el puesto 18 respecto de los demás departamentos a nivel nacional.
Adicionalmente, un sector por mencionar es el de alojamiento y restaurantes, ligado fuertemente al turismo. Este alcanzó un crecimiento promedio anual de 6.1% en el período 2010-2019, al pasar de S/ 581 millones a S/ 991 millones. En el 2020, como consecuencia del COVID-19 y las acciones tomadas para frenarla, registró una caída de 57%.
Si bien, al igual que otros departamentos del sur del país, el Cusco evidencia resultados económicos positivos, presenta fallas en la ejecución de sus recursos públicos, tanto a nivel regional como local. Los recursos públicos no se estarían traduciendo ni oportuna ni eficientemente en bienes y servicios de calidad.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Economía y Finanzas, el presupuesto público por habitante de esta región ha crecido un 55% en la última década, al pasar de S/ 3,596 a S/ 5,564, mientras que el promedio nacional lo hizo en un 68%.
En el periodo 2011-2020, los Gobiernos locales concentraron el 64% de la inversión pública. No obstante, su ejecución en los últimos años no ha superado el 76%, incluso en el 2020 esta llegó a 70%. Por su parte, el Gobierno regional concentró el 14% del gasto en inversión pública de la última década y, en el 2020, ejecutó el 73% del presupuesto asignado, con un saldo de S/ 136 millones.
Mejorar la calidad de vida de los cusqueños no pasa por hacer cambios normativos, menos aún en la Constitución. Para que el crecimiento del departamento se traduzca en bienestar y mejora de oportunidades para su población, empecemos por demandar eficiencia en la ejecución de los recursos públicos a cargo de los Gobiernos subnacionales en 2.3%.
Mejorar la calidad de vida de los cusqueños no pasa por hacer cambios normativos, menos aún en la Constitución. Para que el crecimiento del departamento se traduzca en bienestar y mejora de oportunidades para su población, empecemos por demandar eficiencia en la ejecución de los recursos públicos a cargo de los Gobiernos subnacionales.