De acuerdo con los resultados del Índice de Competitividad Regional (Incore), elaborado por el IPE, Áncash escaló una posición y se ubicó en el puesto 10 (de 25 departamentos) en cuanto a desarrollo económico y social.
Si analizamos los pilares del índice, se encuentra en el medio inferior del pilar de Instituciones, Laboral y Educación. A pesar de que aumentó tres posiciones en el pilar instituciones dado por un descenso en la percepción de inseguridad y una reducción en la tasa de conflictividad social, aún se encuentra en la cola.
Asimismo, según cifras del INEI, en el 2020, la población de Áncash en situación de pobreza es de 29.8%, debajo del promedio nacional de 30.1%; en contraste, el 45.2% es considerado pobre multidimensionalmente; es decir, que no contaban con al menos un servicio básico que garantice una calidad de vida mínima.
Si hablamos de salud, podemos mencionar que el porcentaje de menores de cinco años con desnutrición crónica es de 16.8%, ubicándose por encima del promedio nacional (12.1%). Sin embargo, el número de médicos por cada 10,000 habitantes es de 14, por debajo del promedio nacional (26.4).
En lo que respecta a educación, el porcentaje de asistencia escolar en inicial, primaria y secundaria en la edad correspondiente fue de 90.7%, superior al promedio nacional (87.5%). Además, el 46.2% de colegios privados y públicos cuenta con acceso a electricidad, agua y desagüe, ubicándose por encima del promedio nacional de 41.1%.
La principal actividad económica de Áncash en la última década ha sido la extracción de petróleo, gas y minerales. Entre el 2008 y 2019, cayó a una tasa promedio anual de 0.1%, al pasar de S/ 9,137 millones a S/ 9,053 millones. Con la pandemia en el 2020, el sector evidenció una caída de 5.7%.
En cuanto al desempeño de sus exportaciones, estas crecieron a una tasa promedio anual de 10.5 %, en el periodo 2001-2019, liderado por la exportación de cobre y zinc. Además, en el 2020, las exportaciones de este departamento registraron un total de US$ 3,891 millones, un 0.2% menos respecto del 2019.
Entre los principales destinos de las exportaciones del departamento figuran China, Alemania, Bulgaria, Corea del Sur y Japón, siendo los principales productos de exportaciones el cobre, zinc y harina de pescado.
En lo que se refiere a las micro y pequeñas empresas del departamento, podemos mencionar que, en el 2020, el 86% de estas unidades de negocios fue informal; sus ventas registraron una caída de 68% en ese mismo año; y el Índice de Capacidad Formal de estas no supera el 0.26, ubicándola en el puesto cuatro respecto a los demás departamentos a nivel nacional.
Adicionalmente, un sector por mencionar es el de alojamiento y restaurantes, ligado fuertemente al turismo. Este alcanzó un crecimiento promedio anual del 4.9% en el periodo 2010-2019, pasando de S/ 341 millones a S/ 526 millones. En el 2020, como consecuencia de la Covid-19 y las acciones tomadas para frenar el brote de esta, registró una caída de 47.4%.
Áncash, al igual que la gran mayoría de departamentos del país, adolece de una administración pública que no viene traduciendo sus recursos en bienes y servicios públicos de calidad.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Economía y Finanzas, el presupuesto público por habitante de Áncash ha crecido 62% en la última década, al pasar de S/ 4,252 a S/ 6,909; mientras que el promedio nacional lo hizo en 68%.
En el periodo 2011-2020, la ejecución de la inversión pública de los Gobiernos locales de Áncash presenta una tendencia a la baja. Al tercer trimestre del 2021, apenas alcanza un 36% de ejecución; mientras que el Gobierno regional, mantuvo una ejecución de 38.5%.
Al tercer trimestre del 2021, la Municipalidad Distrital de San Marcos, es la que recibe mayor presupuesto para inversión pública, y solo registra un avance de 19%.
El departamento registra avances a nivel de los indicadores sociales como educación y salud. Sin embargo, es de los últimos departamentos en cuanto a la calidad de sus instituciones, aún queda una tarea pendiente asociada a mejorar la ejecución del presupuesto de inversión pública en los gobiernos subnacionales.
Tarea que no se soluciona con cambios normativos y poniendo en riesgo la estabilidad jurídica de nuestro país, sino mejorando las capacidades de la administración pública en el interior del país; así como facilitando el trabajo conjunto entre la empresa privada y el Estado para brindar servicios de calidad la población.