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Es importante conocer en qué etapa de la vida están tú y tu socio. Por ejemplo, si tú estás en la fase del ‘nido vacío’ y tu socio tiene dos niños pequeños, ambas etapas son dramáticamente distintas. Esto no quiere decir que alguno de los dos no sea capaz de aportar valor a la empresa. Simplemente significa que tendrán diferentes prioridades. No se puede esperar que un padre de dos toddlers deje todo y solucione algo. Por otro lado, no puedes esperar que una persona madura con hijos adultos e independientes, tenga la energía para pasar toda la noche en el negocio. El simple hecho de conocer y reconocer el impacto de las diferentes etapas de la vida puede ayudarte a tomar conciencia de los posibles desafíos. (Foto: iStock)
1. Diferentes etapas en la vida

Es importante conocer en qué etapa de la vida están tú y tu socio. Por ejemplo, si tú estás en la fase del ‘nido vacío’ y tu socio tiene dos niños pequeños, ambas etapas son dramáticamente distintas. Esto no quiere decir que alguno de los dos no sea capaz de aportar valor a la empresa. Simplemente significa que tendrán diferentes prioridades. No se puede esperar que un padre de dos toddlers deje todo y solucione algo. Por otro lado, no puedes esperar que una persona madura con hijos adultos e independientes, tenga la energía para pasar toda la noche en el negocio. El simple hecho de conocer y reconocer el impacto de las diferentes etapas de la vida puede ayudarte a tomar conciencia de los posibles desafíos. (Foto: iStock)

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La motivación y el impulso son elementos importantes para que cualquier empresa funcione. ¿Tú y tu socio tienen ganas de hacer que el negocio funcione? Más importante aún, ¿coinciden sus niveles de deseo? Si tienes mucho deseo de crecer y tu socio no, podrías terminar desarrollando resentimiento hacia él y viceversa. Los niveles de deseo variarán con el tiempo. Rara vez coinciden exactamente en cada momento, pero es importante que coincidan relativamente a largo plazo. Un desajuste a largo plazo en los niveles de deseo entre dos personas seguramente conducirá a la frustración y, en última instancia, al fracaso. (Foto: iStock)
2. Falta de deseo

La motivación y el impulso son elementos importantes para que cualquier empresa funcione. ¿Tú y tu socio tienen ganas de hacer que el negocio funcione? Más importante aún, ¿coinciden sus niveles de deseo? Si tienes mucho deseo de crecer y tu socio no, podrías terminar desarrollando resentimiento hacia él y viceversa. Los niveles de deseo variarán con el tiempo. Rara vez coinciden exactamente en cada momento, pero es importante que coincidan relativamente a largo plazo. Un desajuste a largo plazo en los niveles de deseo entre dos personas seguramente conducirá a la frustración y, en última instancia, al fracaso. (Foto: iStock)

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Tener un objetivo final alineado es fundamental. Antes de unirse a la sociedad, todos los involucrados deben describir el objetivo final de la empresa. ¿Es crear ganancias sostenibles a largo plazo? ¿Es para vender? ¿Es para pasársela a tu familia? Conocer la meta que tienen en mente hará que sea mucho más fácil hacer avanzar el necio. Los objetivos finales también pueden cambiar. Después de unos años en el negocio, es posible que una de las partes quiera retirarse, así que asegúrate de prever cómo lidiarás con estos posibles escenarios. (Foto: iStock)
Getty Images/iStockphoto
3. Objetivos finales desalineados

Tener un objetivo final alineado es fundamental. Antes de unirse a la sociedad, todos los involucrados deben describir el objetivo final de la empresa. ¿Es crear ganancias sostenibles a largo plazo? ¿Es para vender? ¿Es para pasársela a tu familia? Conocer la meta que tienen en mente hará que sea mucho más fácil hacer avanzar el necio. Los objetivos finales también pueden cambiar. Después de unos años en el negocio, es posible que una de las partes quiera retirarse, así que asegúrate de prever cómo lidiarás con estos posibles escenarios. (Foto: iStock)

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Las personas están impulsadas por sus valores, lo que significa que toman decisiones basadas en éstos. Cada individuo, consciente e inconscientemente, da prioridad a su propio conjunto de valores. Por ejemplo, tú puedes valorar el ahorrar en costos para mejorar las ganancias, mientras que tu socio valora el gasto en marketing. El objetivo final es el mismo, sin embargo, ambos ven diferentes formas de lograrlo. Asegurarse de que sus valores estén alineados de alguna manera, les ahorrará muchos dolores de cabeza y discusiones. Por otro lado, si tú y tu socio de negocios están en el mismo canal, podrán tomar decisiones más rápido y hacer avanzar su negocio con menos contratiempos. (Foto: iStock)
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4. Valores distintos

Las personas están impulsadas por sus valores, lo que significa que toman decisiones basadas en éstos. Cada individuo, consciente e inconscientemente, da prioridad a su propio conjunto de valores. Por ejemplo, tú puedes valorar el ahorrar en costos para mejorar las ganancias, mientras que tu socio valora el gasto en marketing. El objetivo final es el mismo, sin embargo, ambos ven diferentes formas de lograrlo. Asegurarse de que sus valores estén alineados de alguna manera, les ahorrará muchos dolores de cabeza y discusiones. Por otro lado, si tú y tu socio de negocios están en el mismo canal, podrán tomar decisiones más rápido y hacer avanzar su negocio con menos contratiempos. (Foto: iStock)

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De alguna forma, una empresa es similar a una cartera de inversiones. Dirigir un negocio es arriesgado y requiere un cierto nivel de tolerancia. Sin embargo, las empresas requieren mucha más atención y trabajo práctico. Tu tolerancia al riesgo debe estar de alguna manera alineada con la de tu socio. Si tú acostumbras tomas riesgos y tu socio les huye, ésto podría conducir a un fracaso. Este factor es especialmente importante cuando toman una decisión que genera pérdidas para la empresa. Asegúrate de que ambos sean conscientes de los peligros y estén de acuerdo con el grado de riesgo que asume la empresa. (Foto: iStock)
5. Diferente tolerancia al riesgo

De alguna forma, una empresa es similar a una cartera de inversiones. Dirigir un negocio es arriesgado y requiere un cierto nivel de tolerancia. Sin embargo, las empresas requieren mucha más atención y trabajo práctico. Tu tolerancia al riesgo debe estar de alguna manera alineada con la de tu socio. Si tú acostumbras tomas riesgos y tu socio les huye, ésto podría conducir a un fracaso. Este factor es especialmente importante cuando toman una decisión que genera pérdidas para la empresa. Asegúrate de que ambos sean conscientes de los peligros y estén de acuerdo con el grado de riesgo que asume la empresa. (Foto: iStock)

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El rendimiento promedio ya no es válido en los negocios. Ambos socios deben tener un alto nivel de desempeño para dar a la empresa mejores oportunidades de prosperar. El medio ambiente es demasiado competitivo para mantener a flote las empresas de bajo rendimiento. Para que la empresa se desempeñe de la mejor manera, todos los socios deben rendir al máximo. (Foto: iStock)
6. Bajo rendimiento individual

El rendimiento promedio ya no es válido en los negocios. Ambos socios deben tener un alto nivel de desempeño para dar a la empresa mejores oportunidades de prosperar. El medio ambiente es demasiado competitivo para mantener a flote las empresas de bajo rendimiento. Para que la empresa se desempeñe de la mejor manera, todos los socios deben rendir al máximo. (Foto: iStock)

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Debes preguntarte constantemente: ‘¿Necesitas a tu pareja?’ y ‘¿Tu pareja te necesita?’. Si respondes ‘sí’ a ambas preguntas, tendrán más posibilidades de prosperar. Cuando una parte no depende de la otra, los socios de negocios pueden perder el enfoque y las relaciones comerciales se desmoronan.
No confundas dependencia con estar necesitado. Ser dependiente solo significa que estás mejor estar en una sociedad que por tu cuenta. (Foto: iStock)
7. Falta de dependencia mutua

Debes preguntarte constantemente: ‘¿Necesitas a tu pareja?’ y ‘¿Tu pareja te necesita?’. Si respondes ‘sí’ a ambas preguntas, tendrán más posibilidades de prosperar. Cuando una parte no depende de la otra, los socios de negocios pueden perder el enfoque y las relaciones comerciales se desmoronan. No confundas dependencia con estar necesitado. Ser dependiente solo significa que estás mejor estar en una sociedad que por tu cuenta. (Foto: iStock)

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Encontrar seguridad en un socio de negocios que tienen la suficiente estabilidad para continuar a largo plazo. Esto incluye áreas como la seguridad financiera, mental o incluso en la relación. Por ejemplo, las empresas pueden fracasar porque un socio es irresponsable con sus finanzas personales y no puede permitirse seguir en el negocio. Es posible que debas tener conversaciones incómodas, pero en última instancia te evitarán dolor en el futuro. (Foto: iStock)
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8. Falta de seguridad

Encontrar seguridad en un socio de negocios que tienen la suficiente estabilidad para continuar a largo plazo. Esto incluye áreas como la seguridad financiera, mental o incluso en la relación. Por ejemplo, las empresas pueden fracasar porque un socio es irresponsable con sus finanzas personales y no puede permitirse seguir en el negocio. Es posible que debas tener conversaciones incómodas, pero en última instancia te evitarán dolor en el futuro. (Foto: iStock)

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¿Podrías alejarte de tu negocio durante un mes y permitir que tu socio dirija todo? Si no es así, es posible que quieras reconsiderarlo. Para que cualquier relación funcione, se necesita confianza. Cuando se trata de negocios, se requiere una confianza aún mayor. No solo están lidiando con sus propias vidas, también están lidiando con las vidas de sus empleados y clientes.
Antes de entrar en tu próxima sociedad de negocios, revisa cada uno de estos factores y califícalos. Ahora sabes con quién estás tratando. (Foto: iStock)
9. Falta de confianza

¿Podrías alejarte de tu negocio durante un mes y permitir que tu socio dirija todo? Si no es así, es posible que quieras reconsiderarlo. Para que cualquier relación funcione, se necesita confianza. Cuando se trata de negocios, se requiere una confianza aún mayor. No solo están lidiando con sus propias vidas, también están lidiando con las vidas de sus empleados y clientes. Antes de entrar en tu próxima sociedad de negocios, revisa cada uno de estos factores y califícalos. Ahora sabes con quién estás tratando. (Foto: iStock)

Encontrar un socio de negocios es fácil, pero encontrar el socio adecuado es difícil. Ninguna de las partes entabla una relación comercial con la intención de fracasar. Desafortunadamente, esto sucede con demasiada frecuencia, según .

Una sociedad de negocios puede surgir cuando a dos amigos se les ocurre una idea, o incluso cuando dos personas en un matrimonio trabajan juntas. No importa el caso, las personas por naturaleza tienen diferencias. Estas diferencias se pueden pasar por alto fácilmente, si no se toman el tiempo y la debida atención para identificarlas y abordarlas de antemano. Para que una empresa tenga éxito a largo plazo, se requiere que las dos partes estén alineadas, así como una administración estable.

Estos son los factores más comunes que he visto a lo largo de mi experiencia profesional que provocan el fracaso de las sociedades de negocios:

1. Diferentes etapas en la vida

Es importante conocer en qué etapa de la vida están tú y tu socio. Por ejemplo, si tú estás en la fase del ‘nido vacío’ y tu socio tiene dos niños pequeños, ambas etapas son dramáticamente distintas. Esto no quiere decir que alguno de los dos no sea capaz de aportar valor a la empresa. Simplemente significa que tendrán diferentes prioridades. No se puede esperar que un padre de dos toddlers deje todo y solucione algo. Por otro lado, no puedes esperar que una persona madura con hijos adultos e independientes, tenga la energía para pasar toda la noche en el negocio. El simple hecho de conocer y reconocer el impacto de las diferentes etapas de la vida puede ayudarte a tomar conciencia de los posibles desafíos.

2. Falta de deseo

La motivación y el impulso son elementos importantes para que cualquier empresa funcione. ¿Tú y tu socio tienen ganas de hacer que el negocio funcione? Más importante aún, ¿coinciden sus niveles de deseo? Si tienes mucho deseo de crecer y tu socio no, podrías terminar desarrollando resentimiento hacia él y viceversa. Los niveles de deseo variarán con el tiempo. Rara vez coinciden exactamente en cada momento, pero es importante que coincidan relativamente a largo plazo. Un desajuste a largo plazo en los niveles de deseo entre dos personas seguramente conducirá a la frustración y, en última instancia, al fracaso.

3. Objetivos finales desalineados

Tener un objetivo final alineado es fundamental. Antes de unirse a la sociedad, todos los involucrados deben describir el objetivo final de la empresa. ¿Es crear ganancias sostenibles a largo plazo? ¿Es para vender? ¿Es para pasársela a tu familia? Conocer la meta que tienen en mente hará que sea mucho más fácil hacer avanzar el necio. Los objetivos finales también pueden cambiar. Después de unos años en el negocio, es posible que una de las partes quiera retirarse, así que asegúrate de prever cómo lidiarás con estos posibles escenarios.

4. Valores distintos

Las personas están impulsadas por sus valores, lo que significa que toman decisiones basadas en éstos. Cada individuo, consciente e inconscientemente, da prioridad a su propio conjunto de valores. Por ejemplo, tú puedes valorar el ahorrar en costos para mejorar las ganancias, mientras que tu socio valora el gasto en marketing. El objetivo final es el mismo, sin embargo, ambos ven diferentes formas de lograrlo. Asegurarse de que sus valores estén alineados de alguna manera, les ahorrará muchos dolores de cabeza y discusiones. Por otro lado, si tú y tu socio de negocios están en el mismo canal, podrán tomar decisiones más rápido y hacer avanzar su negocio con menos contratiempos.

5. Diferente tolerancia al riesgo

De alguna forma, una empresa es similar a una cartera de inversiones. Dirigir un negocio es arriesgado y requiere un cierto nivel de tolerancia. Sin embargo, las empresas requieren mucha más atención y trabajo práctico. Tu tolerancia al riesgo debe estar de alguna manera alineada con la de tu socio. Si tú acostumbras tomas riesgos y tu socio les huye, ésto podría conducir a un fracaso. Este factor es especialmente importante cuando toman una decisión que genera pérdidas para la empresa. Asegúrate de que ambos sean conscientes de los peligros y estén de acuerdo con el grado de riesgo que asume la empresa.

6. Bajo rendimiento individual

El rendimiento promedio ya no es válido en los negocios. Ambos socios deben tener un alto nivel de desempeño para dar a la empresa mejores oportunidades de prosperar. El medio ambiente es demasiado competitivo para mantener a flote las empresas de bajo rendimiento. Para que la empresa se desempeñe de la mejor manera, todos los socios deben rendir al máximo.

7. Falta de dependencia mutua

Debes preguntarte constantemente: ‘¿Necesitas a tu pareja?’ y ‘¿Tu pareja te necesita?’. Si respondes ‘sí’ a ambas preguntas, tendrán más posibilidades de prosperar. Cuando una parte no depende de la otra, los socios de negocios pueden perder el enfoque y las relaciones comerciales se desmoronan.

No confundas dependencia con estar necesitado. Ser dependiente solo significa que estás mejor estar en una sociedad que por tu cuenta.

8. Falta de seguridad

Encontrar seguridad en un socio de negocios que tienen la suficiente estabilidad para continuar a largo plazo. Esto incluye áreas como la seguridad financiera, mental o incluso en la relación. Por ejemplo, las empresas pueden fracasar porque un socio es irresponsable con sus finanzas personales y no puede permitirse seguir en el negocio. Es posible que debas tener conversaciones incómodas, pero en última instancia te evitarán dolor en el futuro.

9. Falta de confianza

¿Podrías alejarte de tu negocio durante un mes y permitir que tu socio dirija todo? Si no es así, es posible que quieras reconsiderarlo. Para que cualquier relación funcione, se necesita confianza. Cuando se trata de negocios, se requiere una confianza aún mayor. No solo están lidiando con sus propias vidas, también están lidiando con las vidas de sus empleados y clientes.

Antes de entrar en tu próxima sociedad de negocios, revisa cada uno de estos factores y califícalos. Ahora sabes con quién estás tratando.