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La anosmia, la pérdida completa del olfato, y la ageusia, la pérdida total de la capacidad de apreciar sabores, están entre los síntomas más comunes de las personas contagiadas de coronavirus, incluso cuando no desarrollan otras manifestaciones de patología respiratoria -fiebre, tos, dificultad para respirar, molestias físicas, dolor de cabeza-.
Se trata de una afección que puede durar unos pocos días o varias semanas, pero que en algunos casos se prolonga mucho más en el tiempo. Y no solo la Covid-19 provoca la pérdida del olfato y el gusto. (Foto: iStock)
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Anosmia y ageusia

La anosmia, la pérdida completa del olfato, y la ageusia, la pérdida total de la capacidad de apreciar sabores, están entre los síntomas más comunes de las personas contagiadas de coronavirus, incluso cuando no desarrollan otras manifestaciones de patología respiratoria -fiebre, tos, dificultad para respirar, molestias físicas, dolor de cabeza-. Se trata de una afección que puede durar unos pocos días o varias semanas, pero que en algunos casos se prolonga mucho más en el tiempo. Y no solo la Covid-19 provoca la pérdida del olfato y el gusto. (Foto: iStock)

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La pérdida del gusto y del olfato como consecuencia de un cuadro de Covid-19 es una manifestación de una afección a nivel del sistema nervioso central, donde se comprometen estos dos sentidos.
La anosmia, como se denomina a la pérdida del olfato, o ageusia cómo se denomina a la pérdida del gusto, son de aparición repentina, y no tienen relación con la congestión nasal.
Esta es la diferencia clave de lo que sucede con el resfrío común, un cuadro en el que puede haber una disminución de la percepción de los olores por la congestión nasal producida por el mismo resfrío, pero no se pierde completamente el olfato como cuando se tiene Covid-19. (Foto: iStock)
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Diferencia con la congestión nasal

La pérdida del gusto y del olfato como consecuencia de un cuadro de Covid-19 es una manifestación de una afección a nivel del sistema nervioso central, donde se comprometen estos dos sentidos. La anosmia, como se denomina a la pérdida del olfato, o ageusia cómo se denomina a la pérdida del gusto, son de aparición repentina, y no tienen relación con la congestión nasal. Esta es la diferencia clave de lo que sucede con el resfrío común, un cuadro en el que puede haber una disminución de la percepción de los olores por la congestión nasal producida por el mismo resfrío, pero no se pierde completamente el olfato como cuando se tiene Covid-19. (Foto: iStock)

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Tanto el sentido del olfato como el sentido del gusto se recuperan, en algunos casos en cuestión de días, y en otros demora más tiempo. De que así sea se ocupan en la nariz las células basales, que son las encargadas de volver a formar las neuronas sensitivas olfatorias.
En este proceso se tardarían unos 60 días, por lo que, una vez superada la enfermedad, la mayoría de los pacientes deberían de recuperar el olfato en un plazo de 2 meses.
En cuanto a las células receptoras gustativas, es necesario explicar que se regeneran a partir de las células precursoras cada 10-14 días. De esta manera, es previsible que el gusto se recupere antes que el olfato.
La anosmia y la disgeusia de reciente comienzo deben ser considerados como síntomas de alerta temprana, incluso en ausencia de otros síntomas respiratorios, para identificar nuevos casos de infección por Covid-19.
El sentido del gusto se suele recuperar más rápido que el sentido del olfato. (Foto: iStock)
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Se trata de una pérdida reversible

Tanto el sentido del olfato como el sentido del gusto se recuperan, en algunos casos en cuestión de días, y en otros demora más tiempo. De que así sea se ocupan en la nariz las células basales, que son las encargadas de volver a formar las neuronas sensitivas olfatorias. En este proceso se tardarían unos 60 días, por lo que, una vez superada la enfermedad, la mayoría de los pacientes deberían de recuperar el olfato en un plazo de 2 meses. En cuanto a las células receptoras gustativas, es necesario explicar que se regeneran a partir de las células precursoras cada 10-14 días. De esta manera, es previsible que el gusto se recupere antes que el olfato. La anosmia y la disgeusia de reciente comienzo deben ser considerados como síntomas de alerta temprana, incluso en ausencia de otros síntomas respiratorios, para identificar nuevos casos de infección por Covid-19. El sentido del gusto se suele recuperar más rápido que el sentido del olfato. (Foto: iStock)

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El olor es detectado por un área de la nariz del tamaño de un sello llamado epitelio, donde se encuentran los receptores de los olores. Una vez captado el olor a través de la nariz, interviene el córtex cerebral, en la zona del bulbo olfativo, que lo interpreta. De este mecanismo automático depende la denominada memoria olfativa.
El olfato, el sentido corporal con el que se perciben aromas y sustancias dispersas en el aire, fue el primer sentido desarrollado por los animales. Estudios recientes muestran que la especie humana es capaz de discriminar un billón de olores y no 10.000 como se pensaba hace 100 años. (Foto: iStock)
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Por qué y cómo afecta la percepción de los sentidos

El olor es detectado por un área de la nariz del tamaño de un sello llamado epitelio, donde se encuentran los receptores de los olores. Una vez captado el olor a través de la nariz, interviene el córtex cerebral, en la zona del bulbo olfativo, que lo interpreta. De este mecanismo automático depende la denominada memoria olfativa. El olfato, el sentido corporal con el que se perciben aromas y sustancias dispersas en el aire, fue el primer sentido desarrollado por los animales. Estudios recientes muestran que la especie humana es capaz de discriminar un billón de olores y no 10.000 como se pensaba hace 100 años. (Foto: iStock)

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El bulbo olfativo está cerca de las regiones del cerebro ligadas a la memoria. Esto no es para nada raro, ya que que el olfato sea uno de los sentidos más conectados con las experiencias vividas. ¿Quien no ha viajado mentalmente a una situación, un lugar o a una persona de nuestra infancia después de captar un determinado olor?
Los estudios realizados con pacientes que han dado positivo de coronavirus han concluido que la afectación depende en buena medida de cómo el virus provoca esta pérdida de olfato. La puerta de entrada es la nariz: al inhalar el virus se provoca una inflamación local que dificulta que lleguen las partículas de olor al techo de la nariz. (Foto: iStock)
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Los humanos pueden distinguir un billón de olores

El bulbo olfativo está cerca de las regiones del cerebro ligadas a la memoria. Esto no es para nada raro, ya que que el olfato sea uno de los sentidos más conectados con las experiencias vividas. ¿Quien no ha viajado mentalmente a una situación, un lugar o a una persona de nuestra infancia después de captar un determinado olor? Los estudios realizados con pacientes que han dado positivo de coronavirus han concluido que la afectación depende en buena medida de cómo el virus provoca esta pérdida de olfato. La puerta de entrada es la nariz: al inhalar el virus se provoca una inflamación local que dificulta que lleguen las partículas de olor al techo de la nariz. (Foto: iStock)

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La estimulación olfativa y gustativa es una de las técnicas para recuperar el gusto y el olfato luego de haber tenido un cuadro de coronavirus que haya afectado estos sentidos.
En general, se utiliza un set de olores, con olores muy comunes, y se le pasa a la persona para que los huela a diferentes concentraciones, algo que también se hace también con el gusto. De esta manera, según explican los profesionales, se acorta el tiempo de rehabilitación de estos sentidos.
A su vez, advierten que es necesario vigilar con los aromas excesivamente intensos, que pueden provocar irritación, por lo que es recomendable hacerlo siempre de la mano de un médico y no por cuenta propia. (Foto: iStock)
Cómo recuperar el gusto y el olfato: la estimulación

La estimulación olfativa y gustativa es una de las técnicas para recuperar el gusto y el olfato luego de haber tenido un cuadro de coronavirus que haya afectado estos sentidos. En general, se utiliza un set de olores, con olores muy comunes, y se le pasa a la persona para que los huela a diferentes concentraciones, algo que también se hace también con el gusto. De esta manera, según explican los profesionales, se acorta el tiempo de rehabilitación de estos sentidos. A su vez, advierten que es necesario vigilar con los aromas excesivamente intensos, que pueden provocar irritación, por lo que es recomendable hacerlo siempre de la mano de un médico y no por cuenta propia. (Foto: iStock)

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Pero no es solo el coronavirus lo que causa pérdida del olfato. Un traumatismo también puede provocarlo de forma brusca. Un golpe muy fuerte directo en la nariz o de rebote, con un golpe en la cabeza que provoque una lesión en las células que necesitamos para percibir el olor.
Hay otras patologías, como las alergias, que también provocan una disminución o pérdida de olfato. El 40% de las causas agudas están provocadas por virus respiratorios.
Si la afectación es sobre las células nerviosas es cuando normalmente tarda más en regresar el olfato o incluso no se logra recuperar. La pérdida sin recuperación es muy poco frecuente, menos del 10% de los casos. (Foto: iStock)
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Pérdida de gusto y el olfato: estas pueden ser otras causas

Pero no es solo el coronavirus lo que causa pérdida del olfato. Un traumatismo también puede provocarlo de forma brusca. Un golpe muy fuerte directo en la nariz o de rebote, con un golpe en la cabeza que provoque una lesión en las células que necesitamos para percibir el olor. Hay otras patologías, como las alergias, que también provocan una disminución o pérdida de olfato. El 40% de las causas agudas están provocadas por virus respiratorios. Si la afectación es sobre las células nerviosas es cuando normalmente tarda más en regresar el olfato o incluso no se logra recuperar. La pérdida sin recuperación es muy poco frecuente, menos del 10% de los casos. (Foto: iStock)

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Aunque está muy relacionado con el paladar, el virus que provoca el Covid-19 no siempre afecta el gusto cuando provoca una pérdida del olfato.
Puede afectar el gusto por afectación directa también de las miles de papilas gustativas que tenemos en la lengua, el paladar y la garganta (dulce, salado, amargo, ácido), aunque esta circunstancia es menos frecuente.
De los pacientes analizados que tenían Covid-19, con cuadros leves o moderados, un 70% tenía afectación del olfato y un 50% también del gusto. (Foto: iStock)
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Olfato y gusto, dos sentidos que están relacionados

Aunque está muy relacionado con el paladar, el virus que provoca el Covid-19 no siempre afecta el gusto cuando provoca una pérdida del olfato. Puede afectar el gusto por afectación directa también de las miles de papilas gustativas que tenemos en la lengua, el paladar y la garganta (dulce, salado, amargo, ácido), aunque esta circunstancia es menos frecuente. De los pacientes analizados que tenían Covid-19, con cuadros leves o moderados, un 70% tenía afectación del olfato y un 50% también del gusto. (Foto: iStock)

El coronavirus ha demostrado ser un virus que sorprende a cada paso. Lo que en un principio parecía un cuadro similar a otros patógenos respiratorios, luego comenzó a comportarse de una manera algo distinta y muchas personas empezar a preguntarse cómo recuperar el gusto y el olfato, tras revelarse dos de las manifestaciones más peculiares: anosmia y la ageusia, según el portal .

Si bien hay pacientes que refieren que la pérdida de los sentidos del olfato y del gusto permanecen por mucho tiempo, la buena noticia es que son síntomas reversibles, que en algunos casos regresan en forma espontánea y en otros, requieren algo de ayuda.

Anosmia y ageusia

La anosmia, la pérdida completa del olfato, y la ageusia, la pérdida total de la capacidad de apreciar sabores, están entre los síntomas más comunes de las personas contagiadas de coronavirus, incluso cuando no desarrollan otras manifestaciones de patología respiratoria -fiebre, tos, dificultad para respirar, molestias físicas, dolor de cabeza-.

Se trata de una afección que puede durar unos pocos días o varias semanas, pero que en algunos casos se prolonga mucho más en el tiempo. Y no solo la Covid-19 provoca la pérdida del olfato y el gusto.

En los tiempos prepandemia se sabía que algunos virus respiratorios podían tener una afectación sobre los sentidos, tanto sobre el gusto como sobre el olfato, ambos estrechamente relacionados entre sí.

Luego de un cuadro respiratorio muy fuerte, muchas veces acompañado de la toma de medicamentos antibióticos, muchas personas experimentan una disminución en la percepción de los olores y de los sabores, que muchas veces incluso llega a la desaparición absoluta por unos días.

Lo más impactante y distinto en el caso los cuadros provocados por el coronavirus es que, en ciertos pacientes, la ageusia y la anosmia permanecen por mucho tiempo. Tiempo que es diferente en cada caso, pero que en ocasiones puede extenderse demasiado.

Entonces, ¿cómo se puede recuperar el gusto y el olfato? ¿Hay terapias o ejercicios de rehabilitación que los pacientes puedan hacer para recuperarlos? ¿Cuánto tiempo se tardan en volver estos sentidos?

Para responder algunas de estas preguntas, es posible citar algunos trabajos que se han realizado más de un año después de la primera gran ola de la pandemia.

Validados por la comunidad médica internacional, los estudios que se han hecho en pacientes recuperados de coronavirus que habían perdido el sentido olfativo y del gusto indican que un 45% de ellos recupera el olfato en dos o tres semanas como máximo, sin mayores complicaciones.

No obstante, hay un 7% de las personas afectadas que necesitaron más de tres meses. Si bien son una minoría, existe la posibilidad de que se dificulte recuperar los sentidos del gusto y del olfato, por lo que es importante saber que hay técnicas y tratamientos para lograrlo.

Diferencia con la congestión nasal

La pérdida del gusto y del olfato como consecuencia de un cuadro de Covid-19 es una manifestación de una afección a nivel del sistema nervioso central, donde se comprometen estos dos sentidos.

La anosmia, como se denomina a la pérdida del olfato, o ageusia cómo se denomina a la pérdida del gusto, son de aparición repentina, y no tienen relación con la congestión nasal.

Esta es la diferencia clave de lo que sucede con el resfrío común, un cuadro en el que puede haber una disminución de la percepción de los olores por la congestión nasal producida por el mismo resfrío, pero no se pierde completamente el olfato como cuando se tiene Covid-19.

La recuperación de estos sentidos puede demorar meses, alrededor de dos o tres meses, aunque es un plazo que depende de cada paciente. Esto no implica que la persona que lo padece lo transmita en este periodo, sino que es la evolución natural de la afectación propia de este virus.

Se trata de una pérdida reversible

Tanto el sentido del olfato como el sentido del gusto se recuperan, en algunos casos en cuestión de días, y en otros demora más tiempo. De que así sea se ocupan en la nariz las células basales, que son las encargadas de volver a formar las neuronas sensitivas olfatorias.

En este proceso se tardarían unos 60 días, por lo que, una vez superada la enfermedad, la mayoría de los pacientes deberían de recuperar el olfato en un plazo de 2 meses.

En cuanto a las células receptoras gustativas, es necesario explicar que se regeneran a partir de las células precursoras cada 10-14 días. De esta manera, es previsible que el gusto se recupere antes que el olfato.

La anosmia y la disgeusia de reciente comienzo deben ser considerados como síntomas de alerta temprana, incluso en ausencia de otros síntomas respiratorios, para identificar nuevos casos de infección por Covid-19.

Por qué y cómo afecta la percepción de los sentidos

El olor es detectado por un área de la nariz del tamaño de un sello llamado epitelio, donde se encuentran los receptores de los olores. Una vez captado el olor a través de la nariz, interviene el córtex cerebral, en la zona del bulbo olfativo, que lo interpreta. De este mecanismo automático depende la denominada memoria olfativa.

El olfato, el sentido corporal con el que se perciben aromas y sustancias dispersas en el aire, fue el primer sentido desarrollado por los animales. Estudios recientes muestran que la especie humana es capaz de discriminar un billón de olores y no 10.000 como se pensaba hace 100 años.

Los humanos pueden distinguir un billón de olores

El bulbo olfativo está cerca de las regiones del cerebro ligadas a la memoria. Esto no es para nada raro, ya que que el olfato sea uno de los sentidos más conectados con las experiencias vividas. ¿Quien no ha viajado mentalmente a una situación, un lugar o a una persona de nuestra infancia después de captar un determinado olor?

Los estudios realizados con pacientes que han dado positivo de coronavirus han concluido que la afectación depende en buena medida de cómo el virus provoca esta pérdida de olfato. La puerta de entrada es la nariz: al inhalar el virus se provoca una inflamación local que dificulta que lleguen las partículas de olor al techo de la nariz.

Hay un segundo mecanismo, con una afectación que se produce directamente en la membrana olfativa, en el bulbo olfativo, que dificulta que el cerebro pueda discriminar e identificar un olor de otro.

Cuando se huele, unas terminales nerviosas captan el olor y el cerebro las interpreta; hay unas células de soporte que ayudan a oler.

El Covid-19 no ataca directamente estas terminales nerviosas, afecta solo a estas células de apoyo. Según explican los expertos, esto es bueno y es lo que explica que la mayoría de pacientes recupere el olfato cuando pasa el coronavirus, pero cuando afecta a las neuronas o el sistema nervioso cuesta más; pueden hacer falta meses para recuperarse o en ocasiones incluso no se recupera.

Si después de tres semanas, luego de haber superado el virus, el paciente no ha recuperado el olfato, es recomendable tomar un turno con un especialista y comenzar a pensar en hacer rehabilitación. Se pueden hacer acciones rehabilitadoras.

Cómo recuperar el gusto y el olfato: la estimulación

La estimulación olfativa y gustativa es una de las técnicas para recuperar el gusto y el olfato luego de haber tenido un cuadro de coronavirus que haya afectado estos sentidos.

En general, se utiliza un set de olores, con olores muy comunes, y se le pasa a la persona para que los huela a diferentes concentraciones, algo que también se hace también con el gusto. De esta manera, según explican los profesionales, se acorta el tiempo de rehabilitación de estos sentidos.

A su vez, advierten que es necesario vigilar con los aromas excesivamente intensos, que pueden provocar irritación, por lo que es recomendable hacerlo siempre de la mano de un médico y no por cuenta propia.

Las herramientas son parecidas a las que utilizan los profesionales que dependen del sentido olfativo, como los sumilleres o los perfumistas, que necesitan entrenar para tener un olfato más fino.

Aunque hay personas mejor dotadas, con más facilidad y sensibilidad olfativa, la base de un olfato fino está sobre todo en la estimulación, en el trabajo y el ejercicio que se practica con este sentido. La memoria olfativa, lo que nos permite identificar un determinado olor, se fundamenta en el trabajo diario.

La estimulación de los sentidos puede ayudar a recuperar el gusto y el olfato

Pérdida de gusto y el olfato: estas pueden ser otras causas

Pero no es solo el coronavirus lo que causa pérdida del olfato. Un traumatismo también puede provocarlo de forma brusca. Un golpe muy fuerte directo en la nariz o de rebote, con un golpe en la cabeza que provoque una lesión en las células que necesitamos para percibir el olor.

Hay otras patologías, como las alergias, que también provocan una disminución o pérdida de olfato. El 40% de las causas agudas están provocadas por virus respiratorios.

Si la afectación es sobre las células nerviosas es cuando normalmente tarda más en regresar el olfato o incluso no se logra recuperar. La pérdida sin recuperación es muy poco frecuente, menos del 10% de los casos.

Aunque la causa más habitual es la vírica, en caso de pérdida del olfato los especialistas intentan descartar también otras afectaciones provocadas por un traumatismo o en ocasiones por un tumor, aunque con casos mucho menos frecuentes.

Olfato y gusto, dos sentidos que están relacionados

Aunque está muy relacionado con el paladar, el virus que provoca el Covid-19 no siempre afecta el gusto cuando provoca una pérdida del olfato.

Puede afectar el gusto por afectación directa también de las miles de papilas gustativas que tenemos en la lengua, el paladar y la garganta (dulce, salado, amargo, ácido), aunque esta circunstancia es menos frecuente.

De los pacientes analizados que tenían Covid-19, con cuadros leves o moderados, un 70% tenía afectación del olfato y un 50% también del gusto.

Así lo indican los resultados de varios estudios científicos publicados recientemente. A su vez, los trabajos publicados muestran que también se recupera con bastante rapidez el gusto una vez superada la infección, porque es una afectación en las células de apoyo.

Es importante tener en cuenta que gran parte de las partículas del sabor se captan detrás de la lengua y llegan a la nariz, pero también son captadas en la lengua a través de los sensores y receptores de gusto que tenemos, que nos dan la sensación de amargo, dulce o salado.