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En la fotografía, unos buzos recogen redes de pesca usadas del fondo del mar cerca de la costa de la provincia tailandesa de Chon Buri, al sur del país. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Retirando redes de pesca del mar

En la fotografía, unos buzos recogen redes de pesca usadas del fondo del mar cerca de la costa de la provincia tailandesa de Chon Buri, al sur del país. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Unas 64.000 toneladas de redes de pesca acaban cada año en los océanos, un 10% de los plásticos que se encuentran en el mar. Esto causa un importante daño medioambiental y causa la muerte de numerosos animales que quedan atrapados en ellas o las confunden con alimentos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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El daño medioambiental de las redes desechadas

Unas 64.000 toneladas de redes de pesca acaban cada año en los océanos, un 10% de los plásticos que se encuentran en el mar. Esto causa un importante daño medioambiental y causa la muerte de numerosos animales que quedan atrapados en ellas o las confunden con alimentos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Los buzos que retiran estas redes de pesca del mar pertenecen a la ONG Environmental Justice Foundation (EJF), que ha lanzado un proyecto llamado Net Free Seas. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Proyecto Net Free Seas

Los buzos que retiran estas redes de pesca del mar pertenecen a la ONG Environmental Justice Foundation (EJF), que ha lanzado un proyecto llamado Net Free Seas. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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El proyecto consiste en reutilizar redes de pesca usadas para convertirlas en otros productos de plástico. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Transformar redes en otros productos

El proyecto consiste en reutilizar redes de pesca usadas para convertirlas en otros productos de plástico. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Además de sacar redes del océano, han conseguido la colaboración de muchos pescadores locales para que les entreguen las suyas usadas en lugar de dejarlas en el mar. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Colaboración de la comunidad pesquera local

Además de sacar redes del océano, han conseguido la colaboración de muchos pescadores locales para que les entreguen las suyas usadas en lugar de dejarlas en el mar. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Los pescadores tienen así otra fuente de ingresos y las aguas en las que trabajan están limpias, ya que reconocen que a menudo recogen más plásticos que peces. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Más ingresos y menos contaminación

Los pescadores tienen así otra fuente de ingresos y las aguas en las que trabajan están limpias, ya que reconocen que a menudo recogen más plásticos que peces. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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En Qualy Design, una pequeña empresa situada en la provincia de Ayutthaya, al norte de la de Chon Buri, se encargan de transformar las redes de pesca usadas en otros productos plásticos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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La fábrica que realiza el proceso de transformación

En Qualy Design, una pequeña empresa situada en la provincia de Ayutthaya, al norte de la de Chon Buri, se encargan de transformar las redes de pesca usadas en otros productos plásticos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Una empleada de Qualy Design ordena las redes de pesca que han recibido en la fábrica. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Ordenando las redes

Una empleada de Qualy Design ordena las redes de pesca que han recibido en la fábrica. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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En la fábrica las redes se lavan, se trituran y se mezclan con otros plásticos desechados antes de fundirlas para darles forma y convertirlas en otros productos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Así es el proceso

En la fábrica las redes se lavan, se trituran y se mezclan con otros plásticos desechados antes de fundirlas para darles forma y convertirlas en otros productos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Dos empleados trabajan con las redes que posteriormente se convertirán en otros productos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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El trabajo en la fábrica

Dos empleados trabajan con las redes que posteriormente se convertirán en otros productos. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Desde el inicio de la pandemia, el proyecto lucha también contra el coronavirus. Y es que han pasado a fabricar fabricando pantallas protectoras, botes de alcohol y gel hidroalcohólico o paneles de separación que se utilizan en los restaurantes de Bangkok, la capital de Tailandia. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Colaborando en la lucha contra el coronavirus

Desde el inicio de la pandemia, el proyecto lucha también contra el coronavirus. Y es que han pasado a fabricar fabricando pantallas protectoras, botes de alcohol y gel hidroalcohólico o paneles de separación que se utilizan en los restaurantes de Bangkok, la capital de Tailandia. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Una trabajadora de Qualy Design arma protectores faciales hechos de redes de pesca usadas. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Fabricando pantallas protectoras

Una trabajadora de Qualy Design arma protectores faciales hechos de redes de pesca usadas. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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Un empleado de la fábrica empaqueta una minibotella y un bolígrafo fabricados con las redes de pesca usadas. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Minibotellas y bolígrafos

Un empleado de la fábrica empaqueta una minibotella y un bolígrafo fabricados con las redes de pesca usadas. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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En su idea de luchar contra la Covid-19 fabrican también pulsadores de plástico que permiten a la gente apretar los botones de los ascensores o los teclados de los cajeros automáticos sin riesgo de contagio. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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Otros productos que fabrican

En su idea de luchar contra la Covid-19 fabrican también pulsadores de plástico que permiten a la gente apretar los botones de los ascensores o los teclados de los cajeros automáticos sin riesgo de contagio. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

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El proyecto Net Free Seas ha conseguido reutilizar 15 toneladas de redes de pesca usadas en su primer año. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).
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15 toneladas de redes reutilizadas

El proyecto Net Free Seas ha conseguido reutilizar 15 toneladas de redes de pesca usadas en su primer año. (Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP / Getty Images).

Según , unas 640.000 toneladas de redes de pesca acaban cada año en el fondo de los océanos, un 10% de los plásticos que se encuentran en el mar. Su abandono causa un importante daño medioambiental y provoca la muerte de numerosos animales que quedan atrapadas en ellas o las confunden con alimentos, según .

El problema de las redes fantasma es especialmente preocupante en algunas zonas del planeta, como en las costas de la provincia tailandesa de Chon Buri, al sur del país. Allí, para aliviar este daño ecológico, la ONG Environmental Justice Foundation (EJF) ha lanzado un proyecto llamado Net Free Seas en colaboración con la comunidad pesquera local.

El proyecto consiste en utilizar redes de pesca usadas para convertirlas en otros productos de plástico. Se recogen del fondo del mar o las entregan los propios pescadores que colaboran con esta iniciativa que, desde el inicio de la pandemia, está trabajando además en la lucha contra el coronavirus.

Con las redes usadas, que en una empresa local mezclan con otros plásticos desechados y las funden para darles forma, están fabricando pantallas protectoras, botes de alcohol y gel hidroalcohólico o paneles de separación que se utilizan en los restaurantes de Bangkok, la capital de Tailandia.