FOTOGALERÍA. Gestionar bien un proyecto es clave para alcanzar los objetivos previstos sin contratiempos ni obstáculos, además de conseguir un montón de beneficios. En este sentido, lo primero es definir cuál es el método más adecuado según las peculiaridades de tu proyecto, los procesos establecidos y el tipo de actividad que estás realizando, según el portal emprendedores.
Anastasiya Stepanets, responsable de marketing de GanttPRO explica tres métodos eficades de gestión de proyectos y cuándo convine utilizarlos.
El método Kanban se basa en una serie de principios y prácticas. Como cualquier otro método de gestión de proyectos, Kanban tiene ventajas y desventajas. Es importante entender bien su concepto, para determinar si encontrarás más ventajas o desventajas en tu caso. El primer principio proclama que hay que encontrar una forma adecuada de visualización del trabajo para poder controlarlo y mejorarlo.
En Kanban esto se hace con la ayuda de tableros y tarjetas. Lo segundo es, que hay que mantener un margen de trabajo corriente en cada etapa. Por tercero, se tiene que encontrar el equilibrio en el proceso de trabajo para que sea suficientemente predecible, estable y fluido. Finalmente, es importante tomar en cuenta la opinión de todas las partes involucradas y esforzarse en mejorar constantemente el proceso.
La ventaja principal de Kanban es que si lo implementas bien, conseguirás hacer los procesos más equilibrados, eficientes y participativos. La tabla Kanban te ayudará a gestionar el trabajo desde el primer momento hasta su finalización en un solo lugar. Y con el control de la carga de trabajo podrás fomentar la eficiencia.
Una de sus desventajas es que la estabilidad y la predictibilidad también dependen de muchos factores externos, que no los puedes controlar. Si identificas tu industria con estos problemas, puede que Kanban no sea la mejor opción. Al menos, como herramienta única.
No hace falta ir muy lejos para adivinar la idea principal del siguiente método eficaz y muy popular de gestión de proyecto, que es el método Cascada. La palabra cascada habla por sí sola. El método consiste en dividir el proceso de trabajo en fases secuenciales haciendo la estructura de desglose de trabajo al inicio del proyecto y planificando una etapa detrás de otra. Asimismo, el proceso recuerda una cascada. Se empieza con la definición de todas las especificaciones del proyecto, objetivos y tareas. Después va la fase de implementación de las actividades planificadas para conseguir el resultado final. Cuando termina, se realizan las pruebas. Y finalmente sale el resultado.
Una de las ventajas esenciales del método Cascada es que es fácil de implementar. Elaborando un plan viable y refinado y siguiéndolo paso a paso después, conseguirás el objetivo de tu proyecto con menos obstáculos posible. Con este método de gestión de proyectos también es más fácil determinar y gestionar el presupuesto.
La desventaja del método de Cascada es que no es muy flexible y es complicado hacer cambios una vez que arranque el proyecto. De este modo, conviene usarlo, si tu actividad se puede realizar paso a paso sin necesidad de hacer cambios repentinos y frecuentes.
El tercer método eficaz de gestión de proyecto, ágil, en realidad no es un método sino varios tipos bajo un concepto. Aún así, la idea principal de todos ellos es la misma. La característica distintiva de métodos ágiles es que los resultados finales no se entregan al final de proyecto, sino a lo largo en varias etapas a lo largo de su realización. Durante todo el proceso se admiten y se valoran positivamente los cambios y los comentarios de parte de los clientes y de otras personas interesadas.
La ventaja comparativa de métodos ágiles es su alta adaptabilidad. Se puede cambiar el proceso y reaccionar con rapidez ante necesidad de cualquier cambio según vayan apareciendo deficiencias en tu plan. Esto hace que la calidad del resultado final sea mejor y aumenta la eficiencia. La participación activa de todas las personas involucradas también ayuda a que se tome en cuenta todas las opiniones.
Paradójicamente, una de las ventajas de gestión con métodos ágiles al mismo tiempo puede ser su desventaja. Y es que la alta flexibilidad hace que a veces sea complicado definir el presupuesto ya que no hay un plan fijo. Y también no siempre se puede estimar los plazos. Por eso, se recomienda usarlo cuando tu proyecto no requiere un cumpliemento estricto con los plazos y permite algo de flexibilidad en gestión de presupuesto. Sobre todo si estamos hablando de proyectos de largo plazo.
Cada metodología puede ser extremadamente eficaz para una empresa o un departamento y a la vez no tener ningún valor para otro. Por lo tanto, no existe una metodología perfecta. La cuestión es analizar bien tus actividades y procesos y los puntos clave de cada método, para formar una combinación perfecta. Igualmente, hay que ponerlo en práctica y ver si funciona o no. Esperamos que nuestras explicaciones te ayuden a encontrar un sistema que mejore la gestión en tu empresa.