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Los quejumbrosos y la gente negativa siempre son malas noticias porque te envuelven en sus problemas y no se enfocan en las soluciones. Quieren que la gente se una a su fiesta de tristeza para que puedan sentirse mejor sobre ellos mismos. La gente suele sentir presión por escucharlos porque no quieren parecer groseros, pero hay una delgada línea entre prestar un oído amable y dejar que la negatividad emocional te arrastre en su espiral.
Puedes evitar esto poniendo límites y distanciándote cuando sea necesario. Piénsalo así: si el que se queja estuviera fumando, ¿te sentarías ahí a fumarte lo que él deja? Pondrías distancia y es lo mismo que deberías hacer con la gente que se queja.  Una gran forma de establecer límites es preguntarle a los quejumbrosos la forma en la que piensan resolver el problema, y lo más probable es que se callen o que redirían la conversación hacia algo más productivo. (Foto: iStock)
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1. Limitan el tiempo que pasan con los quejumbrosos crónicos

Los quejumbrosos y la gente negativa siempre son malas noticias porque te envuelven en sus problemas y no se enfocan en las soluciones. Quieren que la gente se una a su fiesta de tristeza para que puedan sentirse mejor sobre ellos mismos. La gente suele sentir presión por escucharlos porque no quieren parecer groseros, pero hay una delgada línea entre prestar un oído amable y dejar que la negatividad emocional te arrastre en su espiral. Puedes evitar esto poniendo límites y distanciándote cuando sea necesario. Piénsalo así: si el que se queja estuviera fumando, ¿te sentarías ahí a fumarte lo que él deja? Pondrías distancia y es lo mismo que deberías hacer con la gente que se queja. Una gran forma de establecer límites es preguntarle a los quejumbrosos la forma en la que piensan resolver el problema, y lo más probable es que se callen o que redirían la conversación hacia algo más productivo. (Foto: iStock)

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La gente exitosa sabe lo importante que es vivir un día más, sobre todo cuando tienes gente tóxica alrededor. Cuando estás en conflicto, una emoción mal manejada puede hacer que te tropieces y termines peleando una batalla que puede dejarte herido. Cuando lees y respondes a tus emociones puedes elegir sabiamente tus batallas y sólo salir a pelear cuando es necesario. (Foto: iStock)
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2. Eligen bien sus batallas con gente tóxica

La gente exitosa sabe lo importante que es vivir un día más, sobre todo cuando tienes gente tóxica alrededor. Cuando estás en conflicto, una emoción mal manejada puede hacer que te tropieces y termines peleando una batalla que puede dejarte herido. Cuando lees y respondes a tus emociones puedes elegir sabiamente tus batallas y sólo salir a pelear cuando es necesario. (Foto: iStock)

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La gente tóxica te enloquece porque su comportamiento es muy irracional. Y no te equivoques, su comportamiento realmente va contra lo racional, así que, ¿por qué te permites responderles emocionalmente y engancharte en la locura?
Entre más irracional y descolocado es alguien, más fácil debería ser para ti evitarlo. Deja de querer ganarles. Pon distancia emocional y considera tus interacciones con ellos como si fueran un proyecto de ciencias (o como si fueras su psicólogo, si prefieres). No necesitas responder al caos emocional, solo a los hechos. (Foto: iStock)
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3. No se enganchan en comportamientos irracionales

La gente tóxica te enloquece porque su comportamiento es muy irracional. Y no te equivoques, su comportamiento realmente va contra lo racional, así que, ¿por qué te permites responderles emocionalmente y engancharte en la locura? Entre más irracional y descolocado es alguien, más fácil debería ser para ti evitarlo. Deja de querer ganarles. Pon distancia emocional y considera tus interacciones con ellos como si fueran un proyecto de ciencias (o como si fueras su psicólogo, si prefieres). No necesitas responder al caos emocional, solo a los hechos. (Foto: iStock)

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Mantener la distancia emocional requiere que seas consciente. No puedes evitar que alguien quiera manipularte si no sabes que lo está haciendo. Habrá situaciones en las que necesites reagruparte y elegir la mejor forma de continuar, y está bien, no deberías tener miedo de darte tiempo.
Piénsalo así, si una persona mentalmente inestable se te acercara en la calle y te preguntara por Porfirio Díaz, lo más probable es que le dijeras las cosas claras.
Cuando te encuentras con un compañero que piensa similar, hay momentos en que lo mejor es sonreír y decir que sí a todo. Y si vas a tener que corregirlos, date tiempo de planear la mejor forma de hacerlo. (Foto: iStock)
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4. No dejan que la gente los manipule

Mantener la distancia emocional requiere que seas consciente. No puedes evitar que alguien quiera manipularte si no sabes que lo está haciendo. Habrá situaciones en las que necesites reagruparte y elegir la mejor forma de continuar, y está bien, no deberías tener miedo de darte tiempo. Piénsalo así, si una persona mentalmente inestable se te acercara en la calle y te preguntara por Porfirio Díaz, lo más probable es que le dijeras las cosas claras. Cuando te encuentras con un compañero que piensa similar, hay momentos en que lo mejor es sonreír y decir que sí a todo. Y si vas a tener que corregirlos, date tiempo de planear la mejor forma de hacerlo. (Foto: iStock)

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En esta área es donde más nos quedamos cortos. La gente siente que porque trabajan o viven con alguien no pueden controlar el caos. Y esto no puede estar más lejos de la verdad. Incluso si trabajas de cerca con alguien, eso no significa que tienes que interactuar con él igual que lo haces con otras personas.
Puedes poner límites, pero debes hacerlo de manera consciente y proactiva. Si dejas que las cosas fluyan de manera natural, lo más probable es que te veas enredado en conversaciones difíciles. Si pones límites y decides cuándo y dónde interactuar con esa persona difícil puedes controlar el caos. El truco es mantener tus límites en su lugar todo el tiempo. (Foto: iStock)
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5. Ponen límites

En esta área es donde más nos quedamos cortos. La gente siente que porque trabajan o viven con alguien no pueden controlar el caos. Y esto no puede estar más lejos de la verdad. Incluso si trabajas de cerca con alguien, eso no significa que tienes que interactuar con él igual que lo haces con otras personas. Puedes poner límites, pero debes hacerlo de manera consciente y proactiva. Si dejas que las cosas fluyan de manera natural, lo más probable es que te veas enredado en conversaciones difíciles. Si pones límites y decides cuándo y dónde interactuar con esa persona difícil puedes controlar el caos. El truco es mantener tus límites en su lugar todo el tiempo. (Foto: iStock)

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Cuando tu sentido de placer y satisfacción proviene de la opinión de otras personas pierdes el control de tu felicidad. Cuando la gente emocionalmente inteligente se siente bien por algo que hizo, no permiten que la opinión de nadie más les quite ese sentimiento.
Aunque es imposible apagar lo que sientes ante las opiniones de los demás, no tienes que compararte y siempre puedes considerar su punto de vista como una pizca de sal. De esa forma, no importa qué tan tóxica sea la gente o lo que haga, tu valor viene de ti mismo. Más allá de lo que la gente piense, una cosa es segura: nunca eres tan bueno o tan malo como dicen que eres. (Foto: iStock)
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6. No permiten que otros limiten su felicidad

Cuando tu sentido de placer y satisfacción proviene de la opinión de otras personas pierdes el control de tu felicidad. Cuando la gente emocionalmente inteligente se siente bien por algo que hizo, no permiten que la opinión de nadie más les quite ese sentimiento. Aunque es imposible apagar lo que sientes ante las opiniones de los demás, no tienes que compararte y siempre puedes considerar su punto de vista como una pizca de sal. De esa forma, no importa qué tan tóxica sea la gente o lo que haga, tu valor viene de ti mismo. Más allá de lo que la gente piense, una cosa es segura: nunca eres tan bueno o tan malo como dicen que eres. (Foto: iStock)

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Tu concentración determina tu estado emocional. Cuando te concentras más en los problemas que tienes, creas emociones negativas y estrés prolongado. Cuando te concentras en acciones para mejorar creas un sentido de eficacia personal que produce emociones positivas y reduces el estrés.
Cuando se trata de gente tóxica, enfocarte en lo difíciles que son les da poder sobre ti. Deja de pensar en lo problemática que es una persona y enfócate en cómo manejarla. Esto te pone en control y reduce el estrés que sientes cuando interactúas con ella. (Foto: iStock)
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7. Se enfocan en las soluciones y no en los problemas

Tu concentración determina tu estado emocional. Cuando te concentras más en los problemas que tienes, creas emociones negativas y estrés prolongado. Cuando te concentras en acciones para mejorar creas un sentido de eficacia personal que produce emociones positivas y reduces el estrés. Cuando se trata de gente tóxica, enfocarte en lo difíciles que son les da poder sobre ti. Deja de pensar en lo problemática que es una persona y enfócate en cómo manejarla. Esto te pone en control y reduce el estrés que sientes cuando interactúas con ella. (Foto: iStock)

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La gente emocionalmente inteligente perdona rápido, pero no olvida. El perdón implica dejar ir para seguir adelante, pero no asegura que no te puedan volver a herir. La gente inteligente no se ve drenada por los errores de los demás, los dejan ir rápidamente y son asertivos a la hora de protegerse de futuros ataques. (Foto: iStock)
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8. Perdonan, pero no olvidan

La gente emocionalmente inteligente perdona rápido, pero no olvida. El perdón implica dejar ir para seguir adelante, pero no asegura que no te puedan volver a herir. La gente inteligente no se ve drenada por los errores de los demás, los dejan ir rápidamente y son asertivos a la hora de protegerse de futuros ataques. (Foto: iStock)

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En ocasiones absorbes la negatividad de los otros. Y no está mal sentirte triste por como te trata alguien más, pero tu conversación interna no debe intensificar esa negatividad, sino ayudarte a superarla. La auto crítica suele no ser tan realista ni necesaria, porque puede hacerte caer por un espiral del que es difícil salir. Evítala. (Foto: iStock)
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9. No se enganchan en autocríticas

En ocasiones absorbes la negatividad de los otros. Y no está mal sentirte triste por como te trata alguien más, pero tu conversación interna no debe intensificar esa negatividad, sino ayudarte a superarla. La auto crítica suele no ser tan realista ni necesaria, porque puede hacerte caer por un espiral del que es difícil salir. Evítala. (Foto: iStock)

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Beber cafeína genera adrenalina, la fuente de la respuesta de “pelea o huye” que tenemos como mecanismo de supervivencia que te obliga a levantarte a pelear o a salir corriendo cuando te encuentras con una amenaza. Este mecanismo deja de lado el pensamiento racional y obliga una respuesta más rápida. Esto es perfecto cuando un oso te persigue, pero no tanto cuando te encuentras con un compañero enojado en el pasillo. (Foto: iStock)
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10. Evitan la cafeína

Beber cafeína genera adrenalina, la fuente de la respuesta de “pelea o huye” que tenemos como mecanismo de supervivencia que te obliga a levantarte a pelear o a salir corriendo cuando te encuentras con una amenaza. Este mecanismo deja de lado el pensamiento racional y obliga una respuesta más rápida. Esto es perfecto cuando un oso te persigue, pero no tanto cuando te encuentras con un compañero enojado en el pasillo. (Foto: iStock)

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He peleado por esto durante años y no puedo expresar la enorme importancia del sueño para aumentar la inteligencia emocional y manejar los niveles de estrés.
Cuando duermes, tu cerebro se recarga, literalmente, analizando los recuerdos del día y almacenando o tirando los que no le sirven para que te despiertes alerta y con la mente clara. Tu auto control, tu atención y tu memoria se reducen cuando no duermes suficiente, o cuando no duermes bien. La falta de sueño eleva la hormona del estrés, incluso cuando no hay factores de estrés presentes.
Una buena noche de sueño te hace una persona más positiva, creativa y práctica a la hora de interactuar con gente tóxica, dándote la perspectiva que necesitas para manejarlos de forma efectiva. (Foto: iStock)
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11. Duermen lo suficiente

He peleado por esto durante años y no puedo expresar la enorme importancia del sueño para aumentar la inteligencia emocional y manejar los niveles de estrés. Cuando duermes, tu cerebro se recarga, literalmente, analizando los recuerdos del día y almacenando o tirando los que no le sirven para que te despiertes alerta y con la mente clara. Tu auto control, tu atención y tu memoria se reducen cuando no duermes suficiente, o cuando no duermes bien. La falta de sueño eleva la hormona del estrés, incluso cuando no hay factores de estrés presentes. Una buena noche de sueño te hace una persona más positiva, creativa y práctica a la hora de interactuar con gente tóxica, dándote la perspectiva que necesitas para manejarlos de forma efectiva. (Foto: iStock)

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Es tentador, pero totalmente inefectivo, intentar hacerlo todo tu solo. Para manejar a la gente tóxica necesitas reconocer las debilidades que tienes, lo que implica tener un sistema de apoyo para tener una mejor perspectiva de esa persona conflictiva. Todos tenemos un equipo, dentro y fuera de la oficina, que nos apoya y está listo para ayudarnos en una situación difícil.  Identifica a estas personas y busca su opinión y ayuda cuando la necesites. En ocasiones es tan simple que te puede llevar a tener una nueva perspectiva de todo. (Foto: iStock)
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12. Dependen de su familia y amigos

Es tentador, pero totalmente inefectivo, intentar hacerlo todo tu solo. Para manejar a la gente tóxica necesitas reconocer las debilidades que tienes, lo que implica tener un sistema de apoyo para tener una mejor perspectiva de esa persona conflictiva. Todos tenemos un equipo, dentro y fuera de la oficina, que nos apoya y está listo para ayudarnos en una situación difícil. Identifica a estas personas y busca su opinión y ayuda cuando la necesites. En ocasiones es tan simple que te puede llevar a tener una nueva perspectiva de todo. (Foto: iStock)

La gente tóxica desafía la lógica. Algunos son afortunados de no saber el impacto negativo que tienen en los que los rodean mientras otros parecen obtener placer de llevar a los otros al límite. De cualquier forma, son responsables de crear una complejidad y un estrés innecesarios, según el portal .

Las investigaciones han demostrado que el estrés tiene un impacto negativo y a largo plazo en nuestro cerebro. Estar expuestos a unos cuantos días de estrés, por muy pocos que sean, pone en jaque la eficacia de las neuronas en el hipocampo, una importante área del cerebro que se encarga del razonamiento y la memoria.

Pasar varias semanas estresado ocasiona daños irreversibles a las conexiones neuronales, esos pequeños brazos que las células cerebrales usan para comunicarse entre ellas), y el estrés que dura meses puede destruir las neuronas de manera permanente. El estrés es una gran amenaza a tu éxito, porque cuando te saca de control, tanto tu cerebro como tu desempeño sufren.

La mayoría de las fuentes de estrés en el trabajo son fáciles de identificar. Si tu organización sin fines de lucro está trabajando para garantizar lo que necesita para funcionar, lo más probable es que te sientas estresado, pero que sepas cómo manejarlo. Sin embargo, son las fuentes inesperadas de estrés las que nos sorprenden y nos dañan. Y esas fuentes pueden ser tus jefes, tus compañeros o tus clientes. Ya sea con negatividad, crueldad, síndrome de víctima o simple y pura locura, la gente tóxica lleva a tu cerebro a un estado tan estresado que nadie debería experimentarlo.

El estudio de Whitehall II siguió la vida de más de 10,000 sujetos por 12 años y descubrió que la gente que vive relaciones tóxicas tiene mayor riesgo de padecer problemas del corazón como paros cardiacos fatales.

Aunque me he topado con numerosas estrategias efectivas que la gente exitosa usa para lidiar con gente tóxica, lo que viene a continuación son las 12 mejores. Para lidiar con gente tóxica de manera efectiva necesitas un enfoque que te permita controlar lo que puedes y no puedes eliminar. Lo importante es recordar que tienes más control del que crees.

Aquí hay métodos que la gente usa de manera exitosa para evitar que el comportamiento de otros los afecte o afecte su trabajo.

1. Limitan el tiempo que pasan con los quejumbrosos crónicos

Los quejumbrosos y la gente negativa siempre son malas noticias porque te envuelven en sus problemas y no se enfocan en las soluciones. Quieren que la gente se una a su fiesta de tristeza para que puedan sentirse mejor sobre ellos mismos. La gente suele sentir presión por escucharlos porque no quieren parecer groseros, pero hay una delgada línea entre prestar un oído amable y dejar que la negatividad emocional te arrastre en su espiral.

Puedes evitar esto poniendo límites y distanciándote cuando sea necesario. Piénsalo así: si el que se queja estuviera fumando, ¿te sentarías ahí a fumarte lo que él deja? Pondrías distancia y es lo mismo que deberías hacer con la gente que se queja.  Una gran forma de establecer límites es preguntarle a los quejumbrosos la forma en la que piensan resolver el problema, y lo más probable es que se callen o que redirían la conversación hacia algo más productivo.

2. Eligen bien sus batallas con gente tóxica

La gente exitosa sabe lo importante que es vivir un día más, sobre todo cuando tienes gente tóxica alrededor. Cuando estás en conflicto, una emoción mal manejada puede hacer que te tropieces y termines peleando una batalla que puede dejarte herido. Cuando lees y respondes a tus emociones puedes elegir sabiamente tus batallas y sólo salir a pelear cuando es necesario.

3. No se enganchan en comportamientos irracionales

La gente tóxica te enloquece porque su comportamiento es muy irracional. Y no te equivoques, su comportamiento realmente va contra lo racional, así que, ¿por qué te permites responderles emocionalmente y engancharte en la locura?

Entre más irracional y descolocado es alguien, más fácil debería ser para ti evitarlo. Deja de querer ganarles. Pon distancia emocional y considera tus interacciones con ellos como si fueran un proyecto de ciencias (o como si fueras su psicólogo, si prefieres). No necesitas responder al caos emocional, solo a los hechos.

4. No dejan que la gente los manipule

Mantener la distancia emocional requiere que seas consciente. No puedes evitar que alguien quiera manipularte si no sabes que lo está haciendo. Habrá situaciones en las que necesites reagruparte y elegir la mejor forma de continuar, y está bien, no deberías tener miedo de darte tiempo.

Piénsalo así, si una persona mentalmente inestable se te acercara en la calle y te preguntara por Porfirio Díaz, lo más probable es que le dijeras las cosas claras.

Cuando te encuentras con un compañero que piensa similar, hay momentos en que lo mejor es sonreír y decir que sí a todo. Y si vas a tener que corregirlos, date tiempo de planear la mejor forma de hacerlo.

5. Ponen límites

En esta área es donde más nos quedamos cortos. La gente siente que porque trabajan o viven con alguien no pueden controlar el caos. Y esto no puede estar más lejos de la verdad. Incluso si trabajas de cerca con alguien, eso no significa que tienes que interactuar con él igual que lo haces con otras personas.

Puedes poner límites, pero debes hacerlo de manera consciente y proactiva. Si dejas que las cosas fluyan de manera natural, lo más probable es que te veas enredado en conversaciones difíciles. Si pones límites y decides cuándo y dónde interactuar con esa persona difícil puedes controlar el caos. El truco es mantener tus límites en su lugar todo el tiempo.

6. No permiten que otros limiten su felicidad

Cuando tu sentido de placer y satisfacción proviene de la opinión de otras personas pierdes el control de tu felicidad. Cuando la gente emocionalmente inteligente se siente bien por algo que hizo, no permiten que la opinión de nadie más les quite ese sentimiento.

Aunque es imposible apagar lo que sientes ante las opiniones de los demás, no tienes que compararte y siempre puedes considerar su punto de vista como una pizca de sal. De esa forma, no importa qué tan tóxica sea la gente o lo que haga, tu valor viene de ti mismo. Más allá de lo que la gente piense, una cosa es segura: nunca eres tan bueno o tan malo como dicen que eres.

7. Se enfocan en las soluciones y no en los problemas

Tu concentración determina tu estado emocional. Cuando te concentras más en los problemas que tienes, creas emociones negativas y estrés prolongado. Cuando te concentras en acciones para mejorar creas un sentido de eficacia personal que produce emociones positivas y reduces el estrés.

Cuando se trata de gente tóxica, enfocarte en lo difíciles que son les da poder sobre ti. Deja de pensar en lo problemática que es una persona y enfócate en cómo manejarla. Esto te pone en control y reduce el estrés que sientes cuando interactúas con ella.

8. Perdonan, pero no olvidan

La gente emocionalmente inteligente perdona rápido, pero no olvida. El perdón implica dejar ir para seguir adelante, pero no asegura que no te puedan volver a herir. La gente inteligente no se ve drenada por los errores de los demás, los dejan ir rápidamente y son asertivos a la hora de protegerse de futuros ataques.

9. No se enganchan en autocríticas

En ocasiones absorbes la negatividad de los otros. Y no está mal sentirte triste por como te trata alguien más, pero tu conversación interna no debe intensificar esa negatividad, sino ayudarte a superarla. La auto crítica suele no ser tan realista ni necesaria, porque puede hacerte caer por un espiral del que es difícil salir. Evítala.

10. Evitan la cafeína

Beber cafeína genera adrenalina, la fuente de la respuesta de “pelea o huye” que tenemos como mecanismo de supervivencia que te obliga a levantarte a pelear o a salir corriendo cuando te encuentras con una amenaza. Este mecanismo deja de lado el pensamiento racional y obliga una respuesta más rápida. Esto es perfecto cuando un oso te persigue, pero no tanto cuando te encuentras con un compañero enojado en el pasillo.

11. Duermen lo suficiente

He peleado por esto durante años y no puedo expresar la enorme importancia del sueño para aumentar la inteligencia emocional y manejar los niveles de estrés.

Cuando duermes, tu cerebro se recarga, literalmente, analizando los recuerdos del día y almacenando o tirando los que no le sirven para que te despiertes alerta y con la mente clara. Tu auto control, tu atención y tu memoria se reducen cuando no duermes suficiente, o cuando no duermes bien. La falta de sueño eleva la hormona del estrés, incluso cuando no hay factores de estrés presentes.

Una buena noche de sueño te hace una persona más positiva, creativa y práctica a la hora de interactuar con gente tóxica, dándote la perspectiva que necesitas para manejarlos de forma efectiva.

12. Dependen de su familia y amigos

Es tentador, pero totalmente inefectivo, intentar hacerlo todo tu solo. Para manejar a la gente tóxica necesitas reconocer las debilidades que tienes, lo que implica tener un sistema de apoyo para tener una mejor perspectiva de esa persona conflictiva. Todos tenemos un equipo, dentro y fuera de la oficina, que nos apoya y está listo para ayudarnos en una situación difícil.  Identifica a estas personas y busca su opinión y ayuda cuando la necesites. En ocasiones es tan simple que te puede llevar a tener una nueva perspectiva de todo.